Obras sociales: no serán más caras

El superintendente del área aseguró que la desregulación del sistema de salud no encarecerá los montos de los aportes que deben efectuar empleadores y afiliados.

22 junio, 2000

(DYN).- El superintendente de Servicios de Salud, Rubén Cano, afirmó hoy (jueves 22) que la libre competencia entre obras sociales sindicales y empresas de medicina prepaga “no significará un incremento de aportes para el empleador ni para el empleado”, y sostuvo que la desregulación parcial planteada por el gobierno anterior “llevó a una desfinanciación del sistema de salud”.

En ese sentido, Cano calificó de “malísima” a la apertura dispuesta en 1995, que posibilitaba un traspaso por año y sólo a una obra social, porque precisó que “los que emigraron lo hicieron en su mayoría a prestadoras que tercerizaban sus servicios con prepagas”, y remarcó que eso, “en lugar de resolver el problema de las entidades, desfinanció al sistema”.

Con respecto a la apertura actual, el funcionario puso de relieve que las privadas “no podrán rechazar a nadie y deberán brindar atención desde el primer día, es decir, a partir del momento en que el beneficiado se afilie”.

El gobierno dispuso que a partir del 1 de enero del año próximo, obras sociales y prepagas compitan en igualdad de condiciones en el mercado de la salud.

Al respecto, Cano explicó que la idea es “reordenar este sistema de manera que posibilite, entre otras cosas, asegurar $ 20 mínimos per cápita para el Fondo de Redistribución Solidaria”, que contará con garantía del Tesoro Nacional y posibilitará que las obras sociales no se desfinancien.

Asimismo, aseguró que “no se aumentará el costo para el empleador ni para el empleado, sino que habrá una reasignación de los recursos destinados a la seguridad social”, y señaló que “los que más tengan van a colaborar más con el Fondo”.

(DYN).- El superintendente de Servicios de Salud, Rubén Cano, afirmó hoy (jueves 22) que la libre competencia entre obras sociales sindicales y empresas de medicina prepaga “no significará un incremento de aportes para el empleador ni para el empleado”, y sostuvo que la desregulación parcial planteada por el gobierno anterior “llevó a una desfinanciación del sistema de salud”.

En ese sentido, Cano calificó de “malísima” a la apertura dispuesta en 1995, que posibilitaba un traspaso por año y sólo a una obra social, porque precisó que “los que emigraron lo hicieron en su mayoría a prestadoras que tercerizaban sus servicios con prepagas”, y remarcó que eso, “en lugar de resolver el problema de las entidades, desfinanció al sistema”.

Con respecto a la apertura actual, el funcionario puso de relieve que las privadas “no podrán rechazar a nadie y deberán brindar atención desde el primer día, es decir, a partir del momento en que el beneficiado se afilie”.

El gobierno dispuso que a partir del 1 de enero del año próximo, obras sociales y prepagas compitan en igualdad de condiciones en el mercado de la salud.

Al respecto, Cano explicó que la idea es “reordenar este sistema de manera que posibilite, entre otras cosas, asegurar $ 20 mínimos per cápita para el Fondo de Redistribución Solidaria”, que contará con garantía del Tesoro Nacional y posibilitará que las obras sociales no se desfinancien.

Asimismo, aseguró que “no se aumentará el costo para el empleador ni para el empleado, sino que habrá una reasignación de los recursos destinados a la seguridad social”, y señaló que “los que más tengan van a colaborar más con el Fondo”.

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