Obama le exige fondos a BP y Brasil avanza offshore
Karl-Henrik Svanberg, presidente de British Petroleum, ve a Barack Obama el martes. Objeto: discutir los perjuicios causados por la Deepwater horizon, cuyo derrame roza Florida. Entretanto, Brasil puede ocupar el lugar de BP en el golfo de México.
14 junio, 2010
<p>La decisión presidencial responde a su propia postura más planteos de legisladores y gobernadores para que la compañía afronte demandas por entre US$ 6.000 a 9.000 millones. Mientras el gobierno británico guarda un llamativo silencio, se reclama que BP suspenda el pago de dividendos trimestrales por unos US$ 2.400 millones.<br />
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Por otro lado, la reticencia de David Cameron trasunta un hecho político: Estados Unidos pasó de neutral a apoyar el reclamo argentino por las Malvinas. Tampoco es casual que BP figure entre las empresas que exploran la cuenca atlántica sudoccidental.<br />
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Mucho menos lo es que Brasil, que explora en las vastas reservas en esa misma región, aunque más cerca de sus costas, aspire a desplazar a BP del golfo de México. En términos latos, Petrobrás proyecta invertir US$ 220.000 millones durante 2010/14, esencialmente en el litoral atlántico americano y africano.<br />
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En lo tocante al desastre y sus consecuencias legales –hay ya decenas de estudios interesados en Estados Unidos-, fue el almirante de prefectura Thaddeus Allen –jefe del operativo por el incidente- quien primero envió una comunicación a Svanberg, hace una semana, solicitando una reunión para el martes 16. Su texto conminaba también al director ejecutivo, Anthony Hayward y otros jerarcas. <br />
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El tema era el mismo que ahora plantea Obama: discutir los costos y la respuesta de BP al derrame en el norte y el noreste del golfo. En ese momento, Allen ya anticipaba la asistencia del presidente. Ahora bien, el encuentro no podía ser en la sede empresaria, Londres, para evitarle al primer ministro Cameron una inoportuna visita oficial. <br />
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“El derrame tiene efectos muy negativos en la población costera de Luisiana, Misisipí, Alabama y el noroeste de Florida. Es hora –señalaba Allen- de afrontar estos problemas”. Entretanto, un equipo científico del gobierno reveló el jueves que el derrame alcanza los 40.000 barriles diarios, no los 22.000 calculados hasta ahora. En otras palabras, la euforia accionaria de la semana pasada carecía de sostén. <br />
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Por supuesto, la intervención personal de Obama hizo inevitable que el elenco superior de BP volase a Washington. De un modo u otro, será el primer contacto entre los responsables de BP y un mandatario dispuesto a ser muy duro.</p>
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