Obama: desgravaciones a la clase media, no ya a los ricos
El nuevo programa tributario de los republicanos es similar al de George W. Bush: menos impuestos a las clases alta y media alta. Nosotros optamos señala el primer mandatario- por incentivar la investigación vía pequeñas y medianas empresas.
11 septiembre, 2010
<p>Por un lado, la ultraderecha propone quemar ejemplares del Corán y un grupo de magnates, acaudillado por Rupert Murdoch, Glenn Beck y Sarah Palin, cuestiona la presencia de un afronorteamericano en la Casa Blanca. Por el otro, éste anuncia el fin de las desgravaciones impositivas a los estratos sociales más prósperos. Dicho de otro modo, Barack Obama desmonta el legado de Bush.<br />
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En tren de coincidencias, la medida se anuncia justo cuando General Electric resuelve cerrar su última fábrica de lámparas incandescentes, una tecnología desarrollada por Thomas Alva Edison en 1870. En cuanto a las desgravaciones tributarias, sus ocho años de vigencia eran, a su vez, resabios del ofertismo que el entonces senador Jack Kemp le vendió a Ronald Reagan en 1981.<br />
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Era una forma extrema de monetarismo, consistente en bajarles impuestos a los ricos, confiando en que pasarían sus ahorros al resto de la sociedad vía gastos y demanda laboral. Nunca ocurrió, pero Bush volvió al ofertismo en 2001/02 y eso llevó –junto con los gastos bélicos- a un creciente déficit fiscal.<br />
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Por el contrario, Obama instaura o mantiene facilidades a las clases media y media bajas, o sea a familias que ganan US$ 250.000 anuales y menos. Los sectores prósperos, en cambio, son devueltos al esquema de 2000/01. Esto, la reforma financiera y la de asistencia social explican que tantos magnates se vuelquen a una ultraderecha religiosa proclive a excesos como el de Terry Jones, ese pastor de Florida que quiere incinerar coranes. <br />
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