Nuevos problemas en aviones de LAPA

Un vuelo de la empresa fue cancelado en Río Gallegos, porque un Boeing 737 tuvo una falla en los alerones de sustentación. Además, una nave volvió a Aeroparque a 15 de haber despegado.

23 septiembre, 1999

El escenario fue el aeropuerto de Río Gallegos, en Santa Cruz. Allí, un avión de Líneas Aéreas Privadas Argentinas (LAPA) que debía partir rumbo a Buenos Aires tuvo una falla en los alerones de sustentación y por lo tanto el vuelo fue cancelado. Recién siete horas más tarde de lo previsto el Boeing 737 de la empresa estuvo listo para realizar el vuelo; los pasajeros que iban a viajar a la mañana por LAPA lo tuvieron que hacer por otras firmas. La compañía aérea que el 31 de agosto pasado experimentó en Aeroparque el mayor accidente aéreo de la Argentina minimizó la falla detectada ayer en Río Gallegos: “Este tipo de novedades técnicas (problemas en los flaps) son habituales”, dijo Ronald Boyd, director general de LAPA. Pero además hubo inconvenientes en otro vuelo, el 3490 que partió de Aeroparque a las 7.10 con destino final a Comodoro Rivadavia. A los 15 minutos de haber despegado, sonó una alarma que indicaba pérdida de velocidad para la sustentación y, por lo tanto, posible pérdida de altura. Boyd explicó que “la inspección posterior determinó que fue una falsa alarma”.
(Página/12, La Nación)

El escenario fue el aeropuerto de Río Gallegos, en Santa Cruz. Allí, un avión de Líneas Aéreas Privadas Argentinas (LAPA) que debía partir rumbo a Buenos Aires tuvo una falla en los alerones de sustentación y por lo tanto el vuelo fue cancelado. Recién siete horas más tarde de lo previsto el Boeing 737 de la empresa estuvo listo para realizar el vuelo; los pasajeros que iban a viajar a la mañana por LAPA lo tuvieron que hacer por otras firmas. La compañía aérea que el 31 de agosto pasado experimentó en Aeroparque el mayor accidente aéreo de la Argentina minimizó la falla detectada ayer en Río Gallegos: “Este tipo de novedades técnicas (problemas en los flaps) son habituales”, dijo Ronald Boyd, director general de LAPA. Pero además hubo inconvenientes en otro vuelo, el 3490 que partió de Aeroparque a las 7.10 con destino final a Comodoro Rivadavia. A los 15 minutos de haber despegado, sonó una alarma que indicaba pérdida de velocidad para la sustentación y, por lo tanto, posible pérdida de altura. Boyd explicó que “la inspección posterior determinó que fue una falsa alarma”.
(Página/12, La Nación)

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