No sólo el FMI retiene fondos

El problema central es la brecha de US$ 4 mil millones en el presupuesto. No sólo el tramo del FMI será retenido. Luego de la decisión del Fondo, el Banco Mundial congeló desembolsos de US$650m en préstamos a Argentina.

13 diciembre, 2001

Otra serie de negativas del gobierno de Argentina ha mordido el polvo: el FMI sí anunció que no desembolsará el tramo de US$ 1,26bn del ´blindaje financiero´ del año pasado, hasta que las cifras fiscales comiencen a tener sentido. Esto adelanta las perspectivas que Argentina no pueda cumplir con sus compromisos inmediatos de deuda.

El ministro de economía Domingo Cavallo, se precipitó a Washington en un inútil esfuerzo por persuadir al Fondo que ceda. Personas bien informadas dicen que tuvo suerte de ser escuchado: dicen que fue gracias a un llamado telefónico del Presidente Fernando de la Rúa al director gerente del FMI, Horst Koehler para asegurar la audiencia.

Luego de volver, Cavallo refutó informes de la prensa de Buenos Aires que decían que el Fondo exigió un ´ajuste´ de US$ 4 mil millones en el presupuesto o, alternativamente, una devaluación. En realidad, la cifra de US$ 4 mil millones es cercana al déficit real en las cuentas del año próximo, como notaron tanto economistas argentinos e inspectores del Fondo, detrás del extravagante presupuesto armado por el equipo de Cavallo.

La historia sobre la devaluación proviene de la duda de los expertos del FMI que se pueda mantener el régimen de convertibilidad, aunque su permanencia se volvió artículo de fe del gobierno de de la Rúa.

Luego de la decisión del Fondo, el Banco Mundial congeló desembolsos de US$ 650m en préstamos a Argentina. La decisión se aplica a cuatro préstamos de ajustes estructurales que debían ser desembolsados a principios de 2002. Uno es para el gobierno federal y los otros para las provincias de Catamarca, Santa Fe y Córdoba.

El Banco Mundial ha destinado US$ 2.100 millones para Argentina en el próximo año fiscal: US$ 1.500 millones es para proyectos de inversiones y no serán afectados por la decisión. Los US$ 650millones serán congelados hasta que se llegue a un acuerdo entre el Fondo y el gobierno de Argentina.

El BID, casi con certeza, seguirá el ejemplo. Tiene programado préstamos por US$ 200m para el primer trimestre de 2002. Los préstamos del Banco Mundial y el BID están unidos a un acuerdo entre el país receptor y el FMI, para vigilar los desarrollos macroeconómicos. El Banco Mundial y el BID contribuyeron con casi US$ 2.500 millones cada uno a un paquete de rescate del FMI acordado hace un año. El FMI comprometió casi US$ 14mil millones en esa ocasión.

Pese a las altivas declaraciones oficiales, ya queda poco del régimen de convertibilidad introducido por Cavallo en 1991. El mismo Cavallo impulsó una ley que fija el tipo de cambio al dólar-euro, tan pronto se pusieran a la par, enseguida adoptó el cambio sólo para exportaciones.

La prohibición de hacer préstamos en pesos, introducida como parte del manejo con el sistema bancario, efectivamente eliminó el hecho que dio su nombre al régimen: total convertibilidad entre pesos y moneda fuerte.

Además, como señalaron durante semanas varios analistas, de hecho no hay suficientes dólares para igualar la cantidad de pesos en circulación: base del sistema.

Todo lo que queda es el compromiso formal de una tasa de cambio 1:1 con el dólar. Las presiones para una devaluación han crecido sostenidamente, el último converso es José Ignacio de Mendiguren, presidente de la UIA, la asociación de industriales. Requirió una devaluación dentro de un plan dirigido a ´corregir precios, reduciendo las tasas de los servicios públicos y las tasas de interés.´

El temor es que el gobierno mantenga su posición hasta que la devaluación sea forzada por el mercado en vez de manejarla de una manera ordenada.

© Latin American Newsletters

Otra serie de negativas del gobierno de Argentina ha mordido el polvo: el FMI sí anunció que no desembolsará el tramo de US$ 1,26bn del ´blindaje financiero´ del año pasado, hasta que las cifras fiscales comiencen a tener sentido. Esto adelanta las perspectivas que Argentina no pueda cumplir con sus compromisos inmediatos de deuda.

El ministro de economía Domingo Cavallo, se precipitó a Washington en un inútil esfuerzo por persuadir al Fondo que ceda. Personas bien informadas dicen que tuvo suerte de ser escuchado: dicen que fue gracias a un llamado telefónico del Presidente Fernando de la Rúa al director gerente del FMI, Horst Koehler para asegurar la audiencia.

Luego de volver, Cavallo refutó informes de la prensa de Buenos Aires que decían que el Fondo exigió un ´ajuste´ de US$ 4 mil millones en el presupuesto o, alternativamente, una devaluación. En realidad, la cifra de US$ 4 mil millones es cercana al déficit real en las cuentas del año próximo, como notaron tanto economistas argentinos e inspectores del Fondo, detrás del extravagante presupuesto armado por el equipo de Cavallo.

La historia sobre la devaluación proviene de la duda de los expertos del FMI que se pueda mantener el régimen de convertibilidad, aunque su permanencia se volvió artículo de fe del gobierno de de la Rúa.

Luego de la decisión del Fondo, el Banco Mundial congeló desembolsos de US$ 650m en préstamos a Argentina. La decisión se aplica a cuatro préstamos de ajustes estructurales que debían ser desembolsados a principios de 2002. Uno es para el gobierno federal y los otros para las provincias de Catamarca, Santa Fe y Córdoba.

El Banco Mundial ha destinado US$ 2.100 millones para Argentina en el próximo año fiscal: US$ 1.500 millones es para proyectos de inversiones y no serán afectados por la decisión. Los US$ 650millones serán congelados hasta que se llegue a un acuerdo entre el Fondo y el gobierno de Argentina.

El BID, casi con certeza, seguirá el ejemplo. Tiene programado préstamos por US$ 200m para el primer trimestre de 2002. Los préstamos del Banco Mundial y el BID están unidos a un acuerdo entre el país receptor y el FMI, para vigilar los desarrollos macroeconómicos. El Banco Mundial y el BID contribuyeron con casi US$ 2.500 millones cada uno a un paquete de rescate del FMI acordado hace un año. El FMI comprometió casi US$ 14mil millones en esa ocasión.

Pese a las altivas declaraciones oficiales, ya queda poco del régimen de convertibilidad introducido por Cavallo en 1991. El mismo Cavallo impulsó una ley que fija el tipo de cambio al dólar-euro, tan pronto se pusieran a la par, enseguida adoptó el cambio sólo para exportaciones.

La prohibición de hacer préstamos en pesos, introducida como parte del manejo con el sistema bancario, efectivamente eliminó el hecho que dio su nombre al régimen: total convertibilidad entre pesos y moneda fuerte.

Además, como señalaron durante semanas varios analistas, de hecho no hay suficientes dólares para igualar la cantidad de pesos en circulación: base del sistema.

Todo lo que queda es el compromiso formal de una tasa de cambio 1:1 con el dólar. Las presiones para una devaluación han crecido sostenidamente, el último converso es José Ignacio de Mendiguren, presidente de la UIA, la asociación de industriales. Requirió una devaluación dentro de un plan dirigido a ´corregir precios, reduciendo las tasas de los servicios públicos y las tasas de interés.´

El temor es que el gobierno mantenga su posición hasta que la devaluación sea forzada por el mercado en vez de manejarla de una manera ordenada.

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