Murió el ex dictador Leopoldo Galtieri

El ex presidente de facto murió en el Hospital Militar Central, donde estaba internado a causa de un agravamiento de un cáncer de páncreas que padecía desde hace varios años.

13 enero, 2003

El deceso se produjo a las 4:15 de ayer, como consecuencia de
un paro cardiorrespiratorio, según confirmó la teniente coronel
médica Alicia Matto, de ese centro hospitalario, quien indicó que
el agravamiento de la salud del ex represor fue causado por una
afección pancrática y una enfermedad vascular periférica.

El militar estaba internado en ese hospital desde hace varios
días y en agosto pasado había sido operado de una afección
torácica, según informaron fuentes médicas.

Desde julio pasado estaba con prisión domiciliaria, en el marco
de una investigación que lleva a cabo el juez federal Claudio
Bonadío, por la desaparición de veinte militantes montoneros en
1980.

El ex dictador había nacido en la localidad bonaerense de
Caseros en 1926, se graduó en la Escuela de las Américas en 1949,
y era comandante del Tercer Cuerpo de Ejército cuando se produjo
el golpe militar que derrocó a la presidenta María Estela Martínez
de Perón en 1976.

Posteriormente, se desempeñó como miembro de la Junta Militar
durante el gobierno del general Roberto Viola, hasta que lo
nombraron presidente, cargo que asumió el 22 de diciembre de 1981,
y al que debió renunciar el 17 de junio de 1982, como consecuencia
de la derrota de Argentina ante Gran Bretaña en la guerra del
Atlántico Sur.

Con su particular estilo verborrágico y autoritario, poco
después de asumir descartó toda posibilidad de una normalización
democrática, al afirmar: “las urnas están bien guardadas”.
Desde su llegada a la presidencia, alimentó la idea de tomar
una acción que le permitiera al ya endeble gobierno militar
consolidarse en el poder.

La salida de Jorge Rafael Videla y de José Martínez de Hoz del
gobierno, en marzo de 1981, dejó al desnudo una economía parada
sobre bases débiles que produjo ese año la estampida del dólar y
la caída de varias instituciones bancarias, como el BIR, que
produjo un terromoto financiero en el país.

Así, aprovechó el histórico reclamo argentino por las Islas
Malvinas para lanzar un operativo militar que desencadenó una
guerra con Gran Bretaña, país que contó con el apoyo de la OTAN y
Estados Unidos.

El ex militar golpista fue condenado posteriormente a doce años
de prisión, por su responsabilidad en la conducción del conflicto
bélico librado en el archipiélago.

A los 76 años, el ex militar –indultado en 1989, junto con
Aldo Rico y Mohamed Alí Seineldín, por el ex presidente Carlos
Menem– había salido airoso en los juicios por las violaciones a
los derechos humanos, pero corría el riesgo de perder su buena
racha.

El hecho por el cual era investigado en la actualidad ocurrió
en 1977, cuando comandaba el Tercer Cuerpo de Ejército, con base
en Rosario. El 17 de septiembre de ese año, un grupo de tareas
asaltó la casa sita en Santiago 2815, y secuestró a Emilio
Etelvino Vega de 33 años, María Esther Ravelo, de 23 años –ambos
ciegos–, a Iván Alejandro Vega, de 3 años, y al perro lazarillo
de los dos jóvenes.

La pareja fue luego asesinada, y esa casa fue ocupada durante
varios años por efectivos de la Gendarmería Nacional.
Pese a la condena que sufrió por su conducción de la guerra
contra Gran Bretaña, había concurrido hasta el año pasado a varias
ceremonias realizadas por el Ejército, en los que recibió una
buena acogida de sus camaradas de armas.

El deceso se produjo a las 4:15 de ayer, como consecuencia de
un paro cardiorrespiratorio, según confirmó la teniente coronel
médica Alicia Matto, de ese centro hospitalario, quien indicó que
el agravamiento de la salud del ex represor fue causado por una
afección pancrática y una enfermedad vascular periférica.

El militar estaba internado en ese hospital desde hace varios
días y en agosto pasado había sido operado de una afección
torácica, según informaron fuentes médicas.

Desde julio pasado estaba con prisión domiciliaria, en el marco
de una investigación que lleva a cabo el juez federal Claudio
Bonadío, por la desaparición de veinte militantes montoneros en
1980.

El ex dictador había nacido en la localidad bonaerense de
Caseros en 1926, se graduó en la Escuela de las Américas en 1949,
y era comandante del Tercer Cuerpo de Ejército cuando se produjo
el golpe militar que derrocó a la presidenta María Estela Martínez
de Perón en 1976.

Posteriormente, se desempeñó como miembro de la Junta Militar
durante el gobierno del general Roberto Viola, hasta que lo
nombraron presidente, cargo que asumió el 22 de diciembre de 1981,
y al que debió renunciar el 17 de junio de 1982, como consecuencia
de la derrota de Argentina ante Gran Bretaña en la guerra del
Atlántico Sur.

Con su particular estilo verborrágico y autoritario, poco
después de asumir descartó toda posibilidad de una normalización
democrática, al afirmar: “las urnas están bien guardadas”.
Desde su llegada a la presidencia, alimentó la idea de tomar
una acción que le permitiera al ya endeble gobierno militar
consolidarse en el poder.

La salida de Jorge Rafael Videla y de José Martínez de Hoz del
gobierno, en marzo de 1981, dejó al desnudo una economía parada
sobre bases débiles que produjo ese año la estampida del dólar y
la caída de varias instituciones bancarias, como el BIR, que
produjo un terromoto financiero en el país.

Así, aprovechó el histórico reclamo argentino por las Islas
Malvinas para lanzar un operativo militar que desencadenó una
guerra con Gran Bretaña, país que contó con el apoyo de la OTAN y
Estados Unidos.

El ex militar golpista fue condenado posteriormente a doce años
de prisión, por su responsabilidad en la conducción del conflicto
bélico librado en el archipiélago.

A los 76 años, el ex militar –indultado en 1989, junto con
Aldo Rico y Mohamed Alí Seineldín, por el ex presidente Carlos
Menem– había salido airoso en los juicios por las violaciones a
los derechos humanos, pero corría el riesgo de perder su buena
racha.

El hecho por el cual era investigado en la actualidad ocurrió
en 1977, cuando comandaba el Tercer Cuerpo de Ejército, con base
en Rosario. El 17 de septiembre de ese año, un grupo de tareas
asaltó la casa sita en Santiago 2815, y secuestró a Emilio
Etelvino Vega de 33 años, María Esther Ravelo, de 23 años –ambos
ciegos–, a Iván Alejandro Vega, de 3 años, y al perro lazarillo
de los dos jóvenes.

La pareja fue luego asesinada, y esa casa fue ocupada durante
varios años por efectivos de la Gendarmería Nacional.
Pese a la condena que sufrió por su conducción de la guerra
contra Gran Bretaña, había concurrido hasta el año pasado a varias
ceremonias realizadas por el Ejército, en los que recibió una
buena acogida de sus camaradas de armas.

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