Mubarak renunció y el ejército ocupa el vacío
El milagro ocurrió en viernes, día de la oración para los musulmanes. Mientras los manifestantes se reunían airados en la plaza de la Liberación, en todas las calles de El Cairo y en todas las ciudades egipcias, llegó la noticia. El hombre fuerte del régimen durante 30 años había renunciado, después de todos los malabarismos practicados el día anterior.
<p>Fue el mismo vicepresidente, Omar Suleiman, quien comunicó la novedad a la nación en un mensaje televisivo, donde además sugirió con mucha precisión que el depositario del poder era el ejército y las fuerzas armadas del país.<br />
<br />
Fue el final de tres décadas de autoritarismo y opresión, producto de un alzamiento civil que se acerca a las tres semanas de presencia en las calles, y que pasó por todos los estadios de la euforia y el desencanto.<br />
Por ahora el éxito es innegable. Hosni Mubarak renunció y se trasladó al balneario de Sharm el Sheik. Depositó el poder en manos del Supremo Comando de las Fuerzas Armadas.<br />
<br />
Cómo manejará el ejército la transición, está por verse. Pero es claro que no quiere desbordes. Habrá que ver como reaccionan los opositores victoriosos. Con los uniformados a cargo de un país de 80 millones de habitantes que no conocen la democracia, pero la quieren, la tarea no será fácil. Tampoco el ejército tiene experiencia en funciones de gobierno.<br />
<br />
Tampoco se sabe aún si será Omar Suleiman el hombre elegido para manejar la transición. Otros cambios pueden llegar veloces. Por otra parte, pese a las declaraciones de las fuerzas armadas habrá que ver si se cumple la promesa de satisfacer todas las demandas de los manifestantes. Y si el nuevo gobierno provisional se animará a avanzar por la senda democrática.<br />
<br />
Hay un mediador entre los que protestan y las nuevas autoridades para acelerar las reformas políticas. Es un empresario próspero llamado Naguib Sawiris, muy apoyado por los que continúan en la plaza.<br />
.</p>
<p><br />
</p>
