Moyano apunta los cañones

Prepara la artillería sindical rebelde contra el FMI. Aprovecha el reflujo de la marea mundial que se mueve contra la globalización. Convoca a una movilización con “sólo banderas argentinas”.

10 mayo, 2000

Hugo Moyano suma audacia y olfato político. Enfila toda su artillería contra el Fondo Monetario Internacional –una manera de tirar por elevación contra el gobierno– y confía en que el reflujo de la marea mundial haga retroceder a la globalización de los grandes grupos financieros especulativos del Hemisferio Norte.

A la hora de diseñar su estrategia, tiene impresas en la mente las escenas de los sectores contestatarios que ganaron las calles de Seattle, Washington y Londres. Ahora espera repetirlas en Buenos Aires.

Su próximo paso contra el modelo económico intenta encabezar una movilización de todos los sectores sociales –desde los obreros hasta los empresarios afectados por el sistema vigente– en la cual, para tranquilizar a los suspicaces, anuncia que habrá “solamente banderas argentinas”. Defensa de los intereses obreros, más afirmación de la soberanía, son consignas que sacuden a más de un espíritu y aceleran a más de una voluntad.

El dirigente camionero es un adversario para tener en cuenta. Su astucia corre pareja con su determinación. Maneja bien los tiempos políticos y sabe lo que quiere o sabe aceptar las propuestas de buenos asesores.

El miércoles 10 encabezará, según anunció, la concentración del sindicato de pescadores que exigirán a viva voz en la Plaza de Mayo que De la Rúa defina su posición frente a la crisis de su industria. La merluza, principal recurso ictícola del país corre riesgo de extinción por la sobrepesca de las grandes flotas mundiales. Los pescadores piden que se firme de una vez el decreto que, trascendió, reposa solitario en uno de los cajones presidenciales.

Exhiben, sotto voce un argumento tan contundente como el utilizado por los piquetes, un tanto anárquicos, que cortan las rutas de Salta y decidieron a un juez a pedir la intervención de la Gendarmería Nacional. La próxima movida sería concentrar en los accesos al puerto de Buenos Aires cientos de embarcaciones pesqueras para bloquearlo.

Hugo Moyano apuesta fuerte y juega duro. Hay que tenerlo en cuenta. Apunta como el Ubaldini de De la Rúa.

Hugo Moyano suma audacia y olfato político. Enfila toda su artillería contra el Fondo Monetario Internacional –una manera de tirar por elevación contra el gobierno– y confía en que el reflujo de la marea mundial haga retroceder a la globalización de los grandes grupos financieros especulativos del Hemisferio Norte.

A la hora de diseñar su estrategia, tiene impresas en la mente las escenas de los sectores contestatarios que ganaron las calles de Seattle, Washington y Londres. Ahora espera repetirlas en Buenos Aires.

Su próximo paso contra el modelo económico intenta encabezar una movilización de todos los sectores sociales –desde los obreros hasta los empresarios afectados por el sistema vigente– en la cual, para tranquilizar a los suspicaces, anuncia que habrá “solamente banderas argentinas”. Defensa de los intereses obreros, más afirmación de la soberanía, son consignas que sacuden a más de un espíritu y aceleran a más de una voluntad.

El dirigente camionero es un adversario para tener en cuenta. Su astucia corre pareja con su determinación. Maneja bien los tiempos políticos y sabe lo que quiere o sabe aceptar las propuestas de buenos asesores.

El miércoles 10 encabezará, según anunció, la concentración del sindicato de pescadores que exigirán a viva voz en la Plaza de Mayo que De la Rúa defina su posición frente a la crisis de su industria. La merluza, principal recurso ictícola del país corre riesgo de extinción por la sobrepesca de las grandes flotas mundiales. Los pescadores piden que se firme de una vez el decreto que, trascendió, reposa solitario en uno de los cajones presidenciales.

Exhiben, sotto voce un argumento tan contundente como el utilizado por los piquetes, un tanto anárquicos, que cortan las rutas de Salta y decidieron a un juez a pedir la intervención de la Gendarmería Nacional. La próxima movida sería concentrar en los accesos al puerto de Buenos Aires cientos de embarcaciones pesqueras para bloquearlo.

Hugo Moyano apuesta fuerte y juega duro. Hay que tenerlo en cuenta. Apunta como el Ubaldini de De la Rúa.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades