Moscú propone redefinir la seguridad en Europa

En los últimos años primó la idea de que la estrategia única de Vladimir Putin era restaurar la gloria de la vieja URSS o el poderío de la era de los Zares. Pero en los últimos meses, otro concepto se ha ido delineando.

20 julio, 2015

Moscú quiere restaurar su efectiva zona de influencia que incluye a los viejos miembros de la URSS y evitar que se integren en una estructura defensiva enemiga como es la OTAN (la Organización del Tratado del Atlántico Norte).

Los países bálticos, Estonia, Lituania y Letonia, se adelantaron y ya son miembros de la Unión Europea y de la OTAN. No parece probable que Moscú presione para revertir esta posición. Pero está claro que no está dispuesto a permitir otra “fuga” en esa dirección, como lo revela el caso de Ucrania, y en buena medida de Georgia.

Durante las recientes deliberaciones de funcionarios rusos con cualquier diplomático europeo, pusieron sobre la mesa la necesidad de estabilizar la seguridad del continente.

Para los países occidentales el perturbador es Rusia, que tras anexarse Crimea mantiene y alienta una guerra civil en Ucrania.

La respuesta rusa es siempre la misma: no pretendan ustedes alinear a estos países en un pacto defensivo nuclear como la OTAN y no habrá Guerra Fría ni amenaza de usar armas atómicas.

El punto central es que tanto los europeos como Estados Unidos, entiendan y se pongan de acuerdo sobre cuál es el eje de la estrategia rusa. O un nuevo y brutal expansionismo como sostienen quienes están alarmados, o si se trata de mantener control sobre su vieja área de influencia, incluso reescribiendo el manual de seguridad europeo. En definitiva, tener poder de veto si alguno de los países que fueron parte de la vieja URSS, se acercan demasiado a la OTAN. Eso explica –dicen los analistas- porque alienta el conflicto en Ucrania pero no absorbe (como hizo en su momento con Crimea) el este de ese país con mayoría de población rusa.

Esa meta incluye a los países europeos del este y del sur, que alguna vez estuvieron bajo la órbita de Moscú. Y la advertencia no es sólo para Occidente. Abarca también a las repúblicas del centro y este de Asia, por si China tuviera la idea de avanzar en la misma dirección que la OTAN.

La disolución y acelerada caída de la ex URSS humilló a los rusos. En el fondo, exigen ser tenidos en cuenta como una verdadera potencia nuclear, que siguen siendo.

 

 

 

 

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