Miguel Peirano descalifica a Rodrigo Rato, jefe saliente del FMI

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En realidad, muchos economistas sistémicos prefieren ocuparse de Dominique Strauss-Kahn, próximo director gerente. Aparte, creen que el Fondo debe achicarse, desembarcar un ejército de analistas –hindúes, latinoamericanos- y cambiar de fines.

Sea como fuere, en vísperas de la asamblea semestral conjunta FMI-Banco Mundial, el ministro argentino de economía no pudo resistir la tentación, en lo que quizá sea su última aparición el tinglado internacional. Ocurre que, poco antes, Rato había vuelto a cargar contra la inflación local ofreciendo la receta neoclásica de la entidad.

A criterio de Peirano, “las expresiones de Rato reflejan una intención permanente del Fondo: auditar o intervenir en decisiones argentinas de política económica”. También desestimó otra recomendación del español, en cuanto a “ocuparse más de la estabilidad de precios que del tipo de cambio”. En realidad, son dos caras de la misma moneda, diría el difunto Milton Friedman.

Esas palabras del funcionario saliente reflejan una bajada de línea surgida en el Institute for International Finance, un “lobby” de bancos comerciales y fondos buitres, encabezado por Charles Dallara. Algunos corrillos de Washington sospechan que Rato busca substituir a Dallara como presidente de esa entidad privada.

Para Peirano, las opiniones del ex banquero reflejan “una actitud histórica del organismo. En vez de ayudar a que los países se desarrollen, ha actuado permanentemente como un gendarme en América latina y otras regiones”. El prematuro reemplazo de Rato por Strauss-Kahn “confirma que las discusiones sobre el papel real del Fondo se han terminado”.

Sea como fuere, en vísperas de la asamblea semestral conjunta FMI-Banco Mundial, el ministro argentino de economía no pudo resistir la tentación, en lo que quizá sea su última aparición el tinglado internacional. Ocurre que, poco antes, Rato había vuelto a cargar contra la inflación local ofreciendo la receta neoclásica de la entidad.

A criterio de Peirano, “las expresiones de Rato reflejan una intención permanente del Fondo: auditar o intervenir en decisiones argentinas de política económica”. También desestimó otra recomendación del español, en cuanto a “ocuparse más de la estabilidad de precios que del tipo de cambio”. En realidad, son dos caras de la misma moneda, diría el difunto Milton Friedman.

Esas palabras del funcionario saliente reflejan una bajada de línea surgida en el Institute for International Finance, un “lobby” de bancos comerciales y fondos buitres, encabezado por Charles Dallara. Algunos corrillos de Washington sospechan que Rato busca substituir a Dallara como presidente de esa entidad privada.

Para Peirano, las opiniones del ex banquero reflejan “una actitud histórica del organismo. En vez de ayudar a que los países se desarrollen, ha actuado permanentemente como un gendarme en América latina y otras regiones”. El prematuro reemplazo de Rato por Strauss-Kahn “confirma que las discusiones sobre el papel real del Fondo se han terminado”.

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