<p>No por archiconocido, el menú de opciones es más digerible para los griegos y sus castigadas dirigencias. Arranca con 22% de recorte al salario y las jubilaciones minimas. En otras palabras, ello conduce a una contracción económica peor que la prevista.<br />
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Un texto difundido por la agencia especializada Bloomberg (Nueva York) prevé 15.000 despidos en el sector público y no descarta una fusión de fondos previsionales. En paralelo, el borrador de acuerdo entre Gobierno, Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Comisión Europea abarca una rebaja de gastos médicos equivalente a 1,9% del producto bruto interno.<br />
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En lo tocante a participaciones en cinco sociedades (gas natural, petróleo, rutas, agua potable, energía), la meta es obtener € 50.000 millones vía su venta. Según partidos ajenos a la coalición helena, bancadas socialdemócratas en el Europarlamento (Estrasburgo) y varios analistas independientes, este tipo de “ajustes salvajes” resultará intolerable para el público.<br />
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Tampoco se ven felices los negociadores helenos del paquete, A saber, el primer ministro Lukas Papademos, su antecesor Giorgios Papandréu, el conservador Antonis Samaras y el derechista Giorgios Karatzaferis. Ninguno lo dice, pero las privatizaciones huelen a malventas: las 43 páginas del compromiso sometido a la firma de Papademos pueden acabar con su carrera política<br />
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La agonía de Grecia plantea dos cuestiones. La primera hace al punto de ruptura interna, la segunda implica los efectos en el euro y la tambaleante unión monetaria Vale decir, la sombra de la fragilidad. Sus alcances presuponen una serie de factores más allá de los financieros y fiscales. Por ejemplo ¿qué pasará en las elecciones generales de abril? ¿cómo acabará el episodio de las cuentas públicas falsificadas por Papandréu con la complicidad de Goldman Sachs?<br />
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Por otra parte, bajo control de la “troika” (FMI, CE, BCE) ya se ha desembolsado un primer paquete de € 110.000 millones, aprobado en mayo de 2010. Hoy, para otorgar un segundo rescate (€ 130.000 millones) se repiten las exigencias leoninas y tercian además los bonistas privados. Pero la situación es bastante peor que la de 2010 y puede desembocar en una crisis social y política, con Grecia fuera del euro.<br />
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Merkel quiere cerrar una larga partida de póker
Es hora de terminar con este juego, sostuvo la canciller alemana. Este jueves, entonces, los ministros de hacienda de la Eurozona y el Eurogrupo se reúnen por enésima vez en Bruselas en pos de un acuerdo. Pero el panorama griego seguía duro.