Merkel, el poder real tras el eje Berlín-París

Las medidas adoptadas o a adoptarse luego de la cumbre Angela Merkel-Nicolas Sarkozy dejan en claro que Alemania y Francia forman una aparente conducción bicéfala dispuesta a esgrimir un garrote en la Eurozona. Pero Berlín pesa más que París.

18 agosto, 2011

<p>Hubo una se&ntilde;al clave al respecto: el presidente franc&eacute;s cambi&oacute; de postura, el mi&eacute;rcoles, en lo tocante a sus proyectos hasta entonces prioritarios. As&iacute;, la &ldquo;canciller de hierro&rdquo; le hizo desechar la idea de emitir eurot&iacute;tulos avalados por las econom&iacute;as m&aacute;s s&oacute;lidas del &aacute;rea. Eso hubiese permitido &ldquo;mutualizar&rdquo; los pasivos nacionales. Otra muestra del garrote germano ha sido la decisi&oacute;n de no ampliar los alcances de Fondo Europeo pro Estabilidad Financiera (FEEF, por ahora &ldquo;s&oacute;lo&rdquo; &euro; 440.000 millones) para tomar deuda soberana de los pa&iacute;ses en aprietos v&iacute;a mercado secundario.<br />
<br />
El tercer punto desnuda las intenciones de Merkel: imponer rigurosa disciplina fiscal y monetaria a esas mismas econom&iacute;as, quiz&aacute; dejando definitivamente de lado el pacto de estabilidad (Maastricht 1992). En un plano pol&iacute;ticamente m&aacute;s peligroso, Merkel motoriza la &ldquo;regla de oro&rdquo;, consistente en incorporar a las constituciones nacionales el equilibrio fiscal y el paulatino achique de la deuda soberana.<br />
<br />
En s&iacute;ntesis, los &uacute;nicos fines que le importan a Berl&iacute;n son la ortodoxia presupuestaria y la estabilidad del euro. Justamente mientras Joseph Stiglitz vuelve a recomendar que se reemplace esa divisa por un sistema de doble moneda.<br />
<br />
Por el contrario, Sarkozy logr&oacute; el apoyo de Merkel a un &ldquo;viejo&rdquo; proyecto pol&iacute;tico, revelado el 20 de octubre de 2008, en medio de la crisis sist&eacute;mica occidental de 2007/08. Se trata de un &ldquo;gobierno econ&oacute;mico&rdquo; en la Eurozona. Durante casi tres a&ntilde;os, la canciller resisti&oacute; ese esquema, hasta que capt&oacute; las ventajas de ceder ante el franc&eacute;s. Dicho de otro modo, ambos promueven hoy un organismo m&aacute;s formal &ndash;por ejemplo, una junta de gobernantes ejecutivos-, conducida por un presidente permanente.<br />
<br />
Ahora bien, si se mantuviese la relaci&oacute;n deuda p&uacute;blica-producto bruto interno como referencia, la posici&oacute;n de los grandes no saldr&iacute;a bien parada. Excepto cinco casos extremos (Grecia con 142,8%, Italia con 119%, B&eacute;lgica con 96,8%, Irlanda con 96,2% millones, Portugal con 93%), los &ldquo;campeones&rdquo; son Alemania (83,2%), Francia (81,7%) Austria (72,3%) y Holanda (62,7%).<br />
En un plano geopol&iacute;tico, el eje Berl&iacute;n-Par&iacute;s plantea tambi&eacute;n el fin del sue&ntilde;o comunitario europeo, pues implica un gobierno de canciller&iacute;as (como la Alemania anterior a la unificaci&oacute;n de 1871) en desmedro de una &ldquo;Europa coral&rdquo;. Si cristaliza, la doctrina francogermana deja sin sustento al tratado de Lisboa (2007). En realidad, va m&aacute;s lejos: cuestiona la mayor&iacute;a de mecanismos creados por la anterior doctrina Par&iacute;s-Bonn, luego Berl&iacute;n, esto es la Comunidad del Carb&oacute;n y el Acero (1949) y sus avatares hasta la Uni&oacute;n Europea.<br />
<br />
Bien visto, este eje Alemania-Francia representa el triunfo brit&aacute;nico y el regreso de los estados nacionales. Pero ni Merkel es Konrad Adenauer ni Sarkozy es Charles de Gaulle o Edgar Faure.<br />
&nbsp;</p>

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades