Mercosur: diferencias entre la Argentina y Brasil

Los embajadores de ambos países destinados en Washington discreparon sobre el acuerdo de Chile con los Estados Unidos. Debate previo a la Cumbre de las Américas, donde el Alca será la cuestión central a tratar.

5 diciembre, 2000

El embajador argentino ante los Estados Unidos, Guillermo González, y su colega brasileño, Rubens Barbosa, compartieron una mesa de debate sobre la próxima Cumbre de las Américas, que se celebrará en Canadá en abril próximo.

El punto de partida para el debate fue la decisión de Chile de apostar a un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos, antes que a la integración plena en el Mercosur, y en ese punto, pudieron vislumbrarse varias diferencias de criterio entre ambos diplomáticos.

Según algunos analistas, las negociaciones entre Chile y Estados Unidos pueden acelerar la Asociación de Libre Comercio de las Américas ,que la administración Clinton propuso en 1994 y quisiera poner en marcha a partir del año 2005.

El primer mandatario chileno propuso acortar el calendario para iniciar la integración a nivel continental dos años antes de lo previsto.

La administración Clinton, había acusó públicamente a Brasil de “arrastrar los pies” en la mesa de negociación para retrasar el proceso.

En este contexto, los representantes diplomáticos de la Argentina y Brasil parecen tener varias diferencias que se manifestaron en un seminario organizado por el Diálogo Interamericano.

Marc Lortie, el coordinador canadiense para la cumbre formuló una pregunta para los dos embajadores: “Lagos propuso acelerar el proceso y nosotros no hemos tomado aún una decisión ¿Qué vamos a hacer en Quebec?” .

Barbosa fue el primero en responder y puso de inmediato la cuota de escepticismo que tiene el gobierno brasileño de Fernando Henrique Cardoso, que considera improbable que se llegue a un acuerdo para el 2005.

La postura oficial brasileña es que sin la autorización del Congreso de los Estados Unidos para que el presidente pueda firmar acuerdos comerciales, que le fue negado a Clinton, el proceso no puede avanzar.

Todo depende –de acuerdo al embajador brasileño-– del intercambio comercial que cada país tenga con los Estados Unidos, cuyo mercado es la gran promesa que ofrece la integración regional.

En el caso de Brasil, señaló Barbosa, no es superior a 20%, y por esa razón la prioridad del gobierno de Cardoso es consolidar y extender el Mercosur, antes que negociar el Alca.

Barbosa, con un poder de síntesis que no fue muy apreciado por la delegación argentina, dijo que “el Nafta es Estados Unidos, y Brasil es el Mercosur”, para sintetizar cuáles son los mercados que verdaderamente cuentan.

Luego explicó que para Brasil será “muy difícil” aceptar un adelantamiento del calendario como el que propuso Chile.

.
Lo primero que dijo González cuando le tocó hablar fue que la Argentina se propuso para ser sede de la próxima Cumbre de las Américas, un dato menor pero significativo, porque los países que se ofrecen como sede revelan un cierto grado de compromiso con el proceso.

De hecho, la primera cumbre de todos los presidentes del hemisferio (con la excepción de Cuba, que está excluida del proceso) fue en Miami, la segunda en Santiago, Chile, y ahora en Canadá, que, como dijo Lortie, tiene un interés estratégico importante en compensar el peso de los Estados Unidos dentro del Nafta.

El embajador argentino afirmó que el Alca es “la pieza central” del proceso de las Cumbres de las Américas, y que la posición de la Argentina en cuanto a las fechas es concretar el acuerdo “cuanto antes sea posible”.

“La Argentina tiene un compromiso total con el Mercosur, pero nosotros no vemos al Mercosur como un proceso incompatible con el Alca”, consignó González.

El embajador argentino ante los Estados Unidos, Guillermo González, y su colega brasileño, Rubens Barbosa, compartieron una mesa de debate sobre la próxima Cumbre de las Américas, que se celebrará en Canadá en abril próximo.

El punto de partida para el debate fue la decisión de Chile de apostar a un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos, antes que a la integración plena en el Mercosur, y en ese punto, pudieron vislumbrarse varias diferencias de criterio entre ambos diplomáticos.

Según algunos analistas, las negociaciones entre Chile y Estados Unidos pueden acelerar la Asociación de Libre Comercio de las Américas ,que la administración Clinton propuso en 1994 y quisiera poner en marcha a partir del año 2005.

El primer mandatario chileno propuso acortar el calendario para iniciar la integración a nivel continental dos años antes de lo previsto.

La administración Clinton, había acusó públicamente a Brasil de “arrastrar los pies” en la mesa de negociación para retrasar el proceso.

En este contexto, los representantes diplomáticos de la Argentina y Brasil parecen tener varias diferencias que se manifestaron en un seminario organizado por el Diálogo Interamericano.

Marc Lortie, el coordinador canadiense para la cumbre formuló una pregunta para los dos embajadores: “Lagos propuso acelerar el proceso y nosotros no hemos tomado aún una decisión ¿Qué vamos a hacer en Quebec?” .

Barbosa fue el primero en responder y puso de inmediato la cuota de escepticismo que tiene el gobierno brasileño de Fernando Henrique Cardoso, que considera improbable que se llegue a un acuerdo para el 2005.

La postura oficial brasileña es que sin la autorización del Congreso de los Estados Unidos para que el presidente pueda firmar acuerdos comerciales, que le fue negado a Clinton, el proceso no puede avanzar.

Todo depende –de acuerdo al embajador brasileño-– del intercambio comercial que cada país tenga con los Estados Unidos, cuyo mercado es la gran promesa que ofrece la integración regional.

En el caso de Brasil, señaló Barbosa, no es superior a 20%, y por esa razón la prioridad del gobierno de Cardoso es consolidar y extender el Mercosur, antes que negociar el Alca.

Barbosa, con un poder de síntesis que no fue muy apreciado por la delegación argentina, dijo que “el Nafta es Estados Unidos, y Brasil es el Mercosur”, para sintetizar cuáles son los mercados que verdaderamente cuentan.

Luego explicó que para Brasil será “muy difícil” aceptar un adelantamiento del calendario como el que propuso Chile.

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Lo primero que dijo González cuando le tocó hablar fue que la Argentina se propuso para ser sede de la próxima Cumbre de las Américas, un dato menor pero significativo, porque los países que se ofrecen como sede revelan un cierto grado de compromiso con el proceso.

De hecho, la primera cumbre de todos los presidentes del hemisferio (con la excepción de Cuba, que está excluida del proceso) fue en Miami, la segunda en Santiago, Chile, y ahora en Canadá, que, como dijo Lortie, tiene un interés estratégico importante en compensar el peso de los Estados Unidos dentro del Nafta.

El embajador argentino afirmó que el Alca es “la pieza central” del proceso de las Cumbres de las Américas, y que la posición de la Argentina en cuanto a las fechas es concretar el acuerdo “cuanto antes sea posible”.

“La Argentina tiene un compromiso total con el Mercosur, pero nosotros no vemos al Mercosur como un proceso incompatible con el Alca”, consignó González.

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