lunes, 9 de diciembre de 2024

Mercosur atrae cada vez menos al inversor extranjero

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La inversión extranjera directa hacia Argentina descendió 13%, aún pese a computarse como recepción la forzada reinversión de utilidades de empresas. En Brasil bajó 3,9% y en el Mercosur 2,3%, señaló DNI.

La Argentina exhibe una caída de la IED que es cuatro veces las alta que la total del Mercosur. Del mismo modo, exhibe un descenso mientras la IED hacia los países emergentes asciende (6,2%), a la vez que también crecieron las inversiones extranjeras en toda Latinoamérica y el Caribe (18%). Y a la vez, recibe un monto que es la mitad de lo que ha recibido su vecino Chile (y 1/6 de lo que recibe Brasil), sostiene el director general de Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), Marcelo Elizondo, en el informe 91.

Las cifras preliminares de inversión extranjera directa exhiben unos 10.400 millones de dólares, que representan una caída del 13%, aunque el 70% de esa cifra se referiría a la citada reinversión forzada de utilidades de empresas extranjeras operando en el país.

 

La IED hacia el Mercosur declinó en su performance en 2013 según la UNCTAD (-2,3%). A Brasil siguió siendo relevante aunque los montos fueron 3,9% más bajos que en 2012. La Argentina, pues, decrece en su recepción de IED mientras la IED ha crecido en todo el mundo (11%), y los emergentes fueron el principal destino. Y el monto que se computa (que resulta considerablemente mas alto que el que hubiese generado la economía si no hubiesen estado restringidas las salidas de utilidades) es –aún contando todavía con cifras preliminares dado el escaso tiempo transcurrido desde el fin de 2013- de apenas el 0,7% mundial.

 La inversión extranjera directa (IED) en todos los países del mundo creció 11%, llegando a niveles anteriores a la crisis internacional de los últimos años.

 

La IED alcanzó, según UNCTAD, 1,46 trillones de dólares (en la nomenclatura internacional, los trillones de dólares equivalen a billones de dólares en la usanza doméstica argentina, por lo que para nuestra contabilidad esa cifra sería de 1,46 billones de dólares).

 

La inversión hacia los países desarrollados (38 economías en el mundo) representó el 39% de ese total. Sigue ésta siendo menor que la que se dirige a los emergentes. La IED creció a los desarrollados 12% en relación a 2012, llegando a 576 billones de dólares (576.000 millones para nuestra modalidad de computo).

 

La IED hacia los desarrollados, de todos modos, aún está por debajo (representa el 45% de la cifra que logró en 2007, año del mayor récord) de los niveles anteriores a la crisis desatada en 2008.

 

Japón fue el país desarrollado con más crecimiento, aunque los EE.UU. siguen siendo los principales receptores de IED en el mundo.

 

La Unión Europea aparece como mejorando su performance en la materia, especialmente a través del crecimiento de las inversiones hacia países de menor dimensión que muestran un mejor marco regulatorio, como Bélgica, Holanda, Irlanda y Luxemburgo. La IED a la UE creció 37,7%. La IED hacia Norteamérica, 5,8%.

 

La IED hacia los emergentes, mientras, creció en 2013 y representó el 52% del total mundial, llegando a 759 billones de dólares (en la nomenclatura argentina esta cifra representa 759.000 millones de dólares).

 

Una cifra de 126 billones (126.000 millones para los números argentinos) se dirigió a lo que se denominan las economías en transición. En este conjunto se destacó la Federación Rusa (recibió 94 billones de dólares -o 94.000 millones en la numeración argentina-), que por primera vez en la historia fue el tercer principal receptor de IED en el mundo.

 

Entre las economías emergentes de destacó el monto dirigido a Asia Emergente (que recibió 406 billones de dólares), mientras hacia Latinoamérica y el Caribe se dirigieron 294 billones de dólares –siempre usando el modo de computar cifras de los organismos internacionales-; y especialmente a Sudamérica se dirigieron 134 billones de dólares (134.000 millones para nuestras cifras).

 

El Sudeste asiático recibió 116 billones de dólares y el este asiático, 219 billones.

 

El conjunto de países del G20 recibió 789 billones (o 789.000 millones para la medición argentina) y ellos lograron de ese modo participar del 54% del total mundial.

 

Tres latinoamericanos en el top 20.

 

Según el Global Investments Trends Monitor, el principal receptor de IED en el reciente 2013 en todo el mundo, según las Naciones Unidas, fueron una vez mas los Estados Unidos de América, con 159 billones de dólares, confirmando su posición de economía líder. El segundo fue China, aunque con una diferencia sustancial: 127 billones. Como quedó dicho, Rusia fue el tercer receptor por primera vez.

 

Brasil fue el 7mo principal receptor de IED (63 billones según las cifras de organismos internacionales, que representan 63.000 millones para la metodología argentina), México el 12vo (36 billones en la nomenclatura de la UNCTAD, o 36.000 millones para la usanza argentina) y Chile fue el 18vo con 10 billones (20.000 millones). Los tres –de nuestra región- están entre los 20 principales receptores de IED en el mundo el año pasado.

 

El Mercosur, con 83 billones de dólares (83.000 millones según las cifras argentinas) fue una región de escasa participación global. Recibió menos que en 2011 y en 2012 (85 billones, o 85.000 millones en ambos períodos). Esto representó apenas el 6% del total mundial, cifra inferior a otros conjuntos de países como el NAFTA, la ASEAN, o los BRICS.

 

Los BRICS se destacaron recibiendo 322 billones (322.000 millones), creciendo hasta representar el 22% del total mundial.

 

Es de destacar el atractivo para la inversión que están exhibiendo los mercados que están negociando procesos de integración. El TTIP recibió 444 billones de dólares, y el TTP, 413 billones.

 

 

 

 

 

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