Mejora la expectativa económica
El Índice General de Expectativas Económicas subió de nuevo en julio ante un mayor optimismo sobre la situación económica actual y las perspectivas para los próximos meses. La prioridad es el empleo y la inflación preocupa.
La encuesta de alcance nacional que realiza la Escuela de Economía de la Universidad Católica Argentina y TNS Gallup determinó que el Índice General de Expectativas Económicas (IGEE) obtuviera 102 puntos en la medición de julio, 3% mayor respecto del mes anterior, pero con una baja del 1,6% en relación al mismo período del año pasado.
El subíndice de situación actual obtuvo 114 puntos, representando una suba del 4% con respecto al mes anterior y una baja del 2,6% en relación a un año atrás.
Por su parte, el subíndice de situación futura alcanzó 80 puntos, lo cual representa un aumento del 3,7% respecto del mes anterior y una baja del 2,5% en relación al mismo período del año pasado.
Ambas subas son consecuencia de una mejora significativa en la evaluación de la población acerca del momento económico actual y las perspectivas económicas futuras. Las opiniones más negativas provienen de los universitarios y clases sociales más altas. Y las mujeres fueron más escépticas en cuanto al empleo.
Finalmente, el subíndice de compra obtuvo 121 puntos, ubicándose un 1,1% por encima del valor del último mes y un 0,5% por arriba del mismo periodo del 2012.
Todos los subíndices que componen el IGEE, que refleja la opinión de la población acerca de la situación económica actual y futura, así como su percepción sobre el empleo, el ingreso familiar y la capacidad de compra, muestran evoluciones favorables respecto de la medición anterior, particularmente, los de situación actual y futura.
En esta nueva medición se entrevistaron 1.017 personas en 26 localidades de todo el país, entre el 19 y el 29 de julio de 2013. El proceso de selección de la muestra es probabilístico polietápico, de acuerdo con las cuotas de sexo y edad establecidas en el Censo Nacional de Población. Los resultados del estudio son representativos de la población adulta argentina.
Desagregados por pregunta
Acerca de la situación económica actual del país, el 21% de los argentinos considera que es muy o bastante buena, mientras que el 38% piensa que no es ni buena ni mala y una proporción similar, 37%, opina que es bastante mala o muy mala.
Las opiniones negativas tienen mayor incidencia entre los universitarios (44% vs. 35% de los primarios) y los sectores más altos (60% vs. 32% en los más bajos).
En cuanto a las perspectivas para los próximos seis meses, el 24% de los entrevistados considera que la situación económica mejorará, en tanto que un 41% opina que permanecerá igual y un 28% que empeorará. Las visiones más pesimistas sobre el futuro de la economía prevalecen en los universitarios (40% vs. 24% de los primarios), los sectores altos (64% vs 33% en los sectores medios y 21% en los bajos).
Empleo
El 20% de los argentinos considera que hay muchos o bastantes puestos de trabajo disponibles actualmente, mientras que un 32% opina que no hay ni muchos ni pocos y el 44% afirma que hay pocos o muy pocos.
Las opiniones negativas crecen entre las mujeres (48% vs. 40% de los hombres), los más jóvenes (46% vs. 39% entre los mayores de 65 años) y en el Interior del país (49% vs 34% en el GBA y 37% en Capital Federal).
En lo que respecta a las perspectivas del empleo para los próximos seis meses, el 18% de los entrevistados estima que el empleo crecerá, mientras que el 49% opina que habrá la misma cantidad de puestos de trabajo disponibles que hasta ahora y un 23% considera que habrá menos. Las opiniones intermedias predominan en todos los segmentos, con excepción de los niveles altos, donde las visiones más pesimistas llegan al 43%.
Ingreso y Compra
A la hora de estimar el ingreso del hogar para los próximos seis meses, el 17% de los argentinos sostiene que aumentará, mientras que el 58% considera que éste será igual que el actual y un 18% que disminuirá.
Las visiones intermedias predominan en todos los segmentos.
En cuanto al momento para la compra de bienes durables, el 24% de los entrevistados opina que es un buen o muy buen momento, el 37% opina que no es ni un buen ni un mal momento y otro 33% considera que es un mal o muy mal momento.
Las opiniones más pesimistas crecen en las mujeres (36% vs 31% en los hombres) y entre los residentes del GBA e Interior del país (36% y 34% vs 26% en Capital Federal).
Evolución histórica del IGEE
En 2004 -año en que comenzaron las mediciones- el IGEE exhibió importantes fluctuaciones, promediando 95 puntos. Al año siguiente, el índice experimentó una suba del 4% y un promedio de 98 puntos.
En 2006 tuvo lugar una significativa mejora de las expectativas (+11%), por lo que el IGEE terminó el año con un promedio de 110 puntos.
2007 estuvo marcado por una persistente tendencia a la baja aunque, debido a la recuperación observada tras las elecciones presidenciales, el índice terminó el año con una caída de sólo un 2% y 108 puntos de promedio. En 2008 las expectativas se vieron fuertemente afectadas por el conflicto del campo y el estallido de la crisis financiera internacional, por lo que el IGEE registró una caída del 11% y un promedio de 96 puntos.
El índice continuó con esta tendencia a la baja en 2009 -año en el que alcanzó su mínimo histórico de 76 puntos- terminando con una variación anual negativa de 15% y un promedio de 82 puntos. En 2010 el IGEE revirtió la tendencia observada en los dos años anteriores y alcanzó un promedio de 95 puntos, con una mejora del 16% respecto a 2009. En 2011, el IGEE exhibió un promedio de 115 puntos, lo que representó una mejora del 22% con respecto al año anterior. En el 2012 el IGEE alcanzó un promedio de 105 puntos, representando un deterioro del 9% respecto al 2011. En lo que va de 2013, el IGEE presenta un promedio de 101 puntos, que representan una variación del -3% con respecto al promedio de 2012.
Prioridades económicas
Entre una serie de prioridades económicas se mencionan, en primer lugar, la importancia de que se controle la inflación (58%), seguido de la preocupación por que se generen más empleos (54%) y que se combata la pobreza (53%).
En un segundo orden, le siguen temas como la reducción de las desigualdades sociales (26%), el mantenimiento de precio del dólar (23%) y que hayan más inversiones en el país (16%).
Finalmente, con menores guarismos, surge que haya más créditos (7%) y que se encuentren nuevos mercados para exportar (9%).
La preocupación por la inflación crece en sectores altos (70%), en los residentes del GBA (65%) y en la Capital Federal (62%); mientras que la preocupación por el empleo es mayor en los sectores medios y bajos (58% y 54%) y en el interior del país (61%).
Al analizar la tendencia, se observa que la preocupación por la inflación crece exponencialmente desde el 2009, pasando al primer lugar en la presente medición.
