Medios: el Senado votó contra normas pro oligopolios

Pese a su mayoría republicana, el Senado le dio un golpe al gobierno. La cámara votó (17/9) por rescindir nuevas normas que les daban más poder a conglomerados mediáticos, impuestas por Washington vía la Comisión Federal de Comunicaciones.

19 septiembre, 2003

Por 56 a 40, los senadores aprobaron una resolución para revertir recientes normas de la CFC, que permiten a los operadores poseer más estaciones locales y periódicos en una misma área urbana. La propuesta votada era de Trent Lott (republicano, Misisipi) y Byron Drogan (demócrata, Dakota norte).

Ahora, se anticipa una dura batalla en la cámara de representantes. El jueves 18, el propio George W.Bush dijo que vetaría una futura ley en cuanto le llegase a la firma. “Las nuevas pautas de la CFC reflejan adecuadamente los cambios en el negocio de medios y no promueven concentraciones peligrosas”, sostuvo el vocero presidencial Scott McClellan.

“Vamos por el camino de Silvio Berlusconi. No satisfecho con su hegemonía mediática, el italiano pretende reformar la propia constitución a su medida. Esperemos que Bush no lo imite en eso. Pero –opinaba Drogan-, parece haber un pacto entre esta administración y Rupert Murdoch, vía McClellan”.

También la CFC salió a presionar, a través de su jefe, Michael Powell, hijo del secretario de Estado. En la otra vereda, un grupo de pequeñas emisoras radiales, que había logrado bloquear las reformas vía un tribunal de apelaciones en Filadelfia, denunció “un plan de Bush para asegurarse el apoyo de ciertos conglomerados en la campaña relectoral, amenazada por el fracaso de posguerra en Irak y el imparable déficit fiscal”.

En junio, el propio Powell impulso las polémicas normas. Como el directorio de la CFC tiene dos vocales republicanos y dos demócratas, su presidente desempató en favor del gobierno. Específicamente, la reforma permite a cualquier empresa controlar hasta tres televisoras, ocho radios y un cable en el mismo mercado. También autoriza a las cadenas cubrir hasta 45% de la audiencia nacional, contra un ya desmedido 35% permitido hasta ahora.

“Si prospera, esta reforma –teme Lott- puede llevarnos a una orgía de fusiones y adquisiciones que acabaría con la pluralidad en los medios masivos de comunicación. No habría competencia, no se cubrirían temas locales y el gobierno de turno podría acallar críticos vía acuerdos con oligopolios informativos”.

A juicio de Gene Kimmelman (Unión de Consumidores y Usuarios), “el voto del Senado restablece el principio de propiedad separada, cuando se trata de medios dominantes en un área, esencial para mantener el equilibrio y la equidad. Las autoridades federales debieran escuchar al Congreso, no a Murdoch –que ya ha deteriorado el perfil de medios en Australia y Gran Bretaña- ni a otros enemigos de la libre competencia”.

Por 56 a 40, los senadores aprobaron una resolución para revertir recientes normas de la CFC, que permiten a los operadores poseer más estaciones locales y periódicos en una misma área urbana. La propuesta votada era de Trent Lott (republicano, Misisipi) y Byron Drogan (demócrata, Dakota norte).

Ahora, se anticipa una dura batalla en la cámara de representantes. El jueves 18, el propio George W.Bush dijo que vetaría una futura ley en cuanto le llegase a la firma. “Las nuevas pautas de la CFC reflejan adecuadamente los cambios en el negocio de medios y no promueven concentraciones peligrosas”, sostuvo el vocero presidencial Scott McClellan.

“Vamos por el camino de Silvio Berlusconi. No satisfecho con su hegemonía mediática, el italiano pretende reformar la propia constitución a su medida. Esperemos que Bush no lo imite en eso. Pero –opinaba Drogan-, parece haber un pacto entre esta administración y Rupert Murdoch, vía McClellan”.

También la CFC salió a presionar, a través de su jefe, Michael Powell, hijo del secretario de Estado. En la otra vereda, un grupo de pequeñas emisoras radiales, que había logrado bloquear las reformas vía un tribunal de apelaciones en Filadelfia, denunció “un plan de Bush para asegurarse el apoyo de ciertos conglomerados en la campaña relectoral, amenazada por el fracaso de posguerra en Irak y el imparable déficit fiscal”.

En junio, el propio Powell impulso las polémicas normas. Como el directorio de la CFC tiene dos vocales republicanos y dos demócratas, su presidente desempató en favor del gobierno. Específicamente, la reforma permite a cualquier empresa controlar hasta tres televisoras, ocho radios y un cable en el mismo mercado. También autoriza a las cadenas cubrir hasta 45% de la audiencia nacional, contra un ya desmedido 35% permitido hasta ahora.

“Si prospera, esta reforma –teme Lott- puede llevarnos a una orgía de fusiones y adquisiciones que acabaría con la pluralidad en los medios masivos de comunicación. No habría competencia, no se cubrirían temas locales y el gobierno de turno podría acallar críticos vía acuerdos con oligopolios informativos”.

A juicio de Gene Kimmelman (Unión de Consumidores y Usuarios), “el voto del Senado restablece el principio de propiedad separada, cuando se trata de medios dominantes en un área, esencial para mantener el equilibrio y la equidad. Las autoridades federales debieran escuchar al Congreso, no a Murdoch –que ya ha deteriorado el perfil de medios en Australia y Gran Bretaña- ni a otros enemigos de la libre competencia”.

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