lunes, 30 de diciembre de 2024

Medio Oriente: jornada sagrada marcada por la violencia

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Durante el primer viernes del mes sagrado del Ramadán, se registraron nuevos enfrentamientos, en los que murieron dos palestinos en las regiones de Gaza y Cisjordania.

(EFE).- El primer viernes de Ramadán se vio salpicado en Gaza y Cisjordania por nuevos incidentes violentos, ocurridos tras los rezos tradicionales de hoy (viernes 1) y en los que murieron dos adolescentes palestinos.

Un joven árabe de 17 años recibió este mediodía un impacto de bala en la ciudad de Hebrón, donde soldados israelíes y manifestantes palestinos protagonizaron un tiroteo.

Previamente, un adolescente de 12 años había fallecido en las afueras de la localidad de Rafah, donde el Ejército de Israel reprimió con fuego real una manifestación de jóvenes palestinos que derivó en un violento tiroteo, informaron fuentes de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Además, un bebé israelí de tres meses recibió una pedrada en la cabeza en el cruce de la aldea cisjordana de Husán.

Por otra parte, un autobús de línea israelí, que se dirigía al asentamiento judío de Shiló, en Cisjordania, fue tiroteado en un barrio del norte de Jerusalén por milicianos palestinos, sin que se registraran heridos, informó la radio estatal israelí.

La Policía israelí dijo que los tiros provinieron de la vecina aldea de Bet Janina, en el sector oriental de Jerusalén, y que en las inmediaciones del lugar de los hechos se encontró un fusil “kalashnikov” abandonado.

El jefe de la Policía en esta ciudad, Yair Itzjaki, dijo que los presuntos francotiradores pertenecen a una célula palestina que llegó a Jerusalén desde los territorios autónomos palestinos.

En otro incidente armado, un soldado israelí resultó herido de bala en el campo de refugiados de Kalandia, en la franja de Gaza, mientras que en el cruce de Ayosh, al norte de la ciudad cisjordana de Ramala, hubo tiroteos entre palestinos y militares israelíes, después de que un grupo de manifestantes lanzara varios cócteles molotov contra una posición militar israelí.

La radio estatal informó también de tiroteos esporádicos en las ciudades cisjordanas de Belén, Tulkarem y Hebrón.

Para evitar una nueva jornada sangrienta, coincidiendo con el primer viernes del mes sagrado musulmán del Ramadán, hoy sólo se permitió la entrada a la Explanada de las Mezquitas a árabes israelíes y palestinos de Jerusalén oriental con documentos de identidad de este país.

Además, más de 3.000 policías israelíes vigilaron la tradicional oración en los lugares santos.

La decisión de restringir la entrada a la Explanada de las Mezquitas a los palestinos de Cisjordania y Gaza la tomó el jueves el gabinete reducido israelí para Asuntos de Seguridad, ante el temor de que se registre un nuevo brote de violencia en el lugar donde hace casi dos meses estalló la segunda “intifada”.

También los funcionarios del organismo islámico Wakf, que administra las mezquitas, contribuyeron hoy a calmar la situación cuando feligreses musulmanes lanzaron piedras a los policías israelíes dentro del recinto amurallado de la ciudadela de Jerusalén.

La actuación de los funcionarios musulmanes evitó la intervención de la Policía de Israel.

La ola de violencia en Medio Oriente causó la muerte de 310 personas, de los que 97 eran niños menores de 18 años, todos ellos palestinos, según los datos dados a conocer hoy, viernes, por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en Ginebra.

Las muertes de los niños se produjeron en Gaza (47) y Cisjordania (50), según los datos facilitados por la Cruz Roja Palestina, explicó la portavoz de Unicef, Lynn Geldof.

De los 310 fallecidos, 261 eran palestinos, 35 judíos israelíes, 13 árabes de Israel y un alemán, mientras otras 9.802 personas resultaron heridas en los enfrentamientos entre las fuerzas armadas israelíes y los palestinos.

(EFE).- El primer viernes de Ramadán se vio salpicado en Gaza y Cisjordania por nuevos incidentes violentos, ocurridos tras los rezos tradicionales de hoy (viernes 1) y en los que murieron dos adolescentes palestinos.

Un joven árabe de 17 años recibió este mediodía un impacto de bala en la ciudad de Hebrón, donde soldados israelíes y manifestantes palestinos protagonizaron un tiroteo.

Previamente, un adolescente de 12 años había fallecido en las afueras de la localidad de Rafah, donde el Ejército de Israel reprimió con fuego real una manifestación de jóvenes palestinos que derivó en un violento tiroteo, informaron fuentes de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Además, un bebé israelí de tres meses recibió una pedrada en la cabeza en el cruce de la aldea cisjordana de Husán.

Por otra parte, un autobús de línea israelí, que se dirigía al asentamiento judío de Shiló, en Cisjordania, fue tiroteado en un barrio del norte de Jerusalén por milicianos palestinos, sin que se registraran heridos, informó la radio estatal israelí.

La Policía israelí dijo que los tiros provinieron de la vecina aldea de Bet Janina, en el sector oriental de Jerusalén, y que en las inmediaciones del lugar de los hechos se encontró un fusil “kalashnikov” abandonado.

El jefe de la Policía en esta ciudad, Yair Itzjaki, dijo que los presuntos francotiradores pertenecen a una célula palestina que llegó a Jerusalén desde los territorios autónomos palestinos.

En otro incidente armado, un soldado israelí resultó herido de bala en el campo de refugiados de Kalandia, en la franja de Gaza, mientras que en el cruce de Ayosh, al norte de la ciudad cisjordana de Ramala, hubo tiroteos entre palestinos y militares israelíes, después de que un grupo de manifestantes lanzara varios cócteles molotov contra una posición militar israelí.

La radio estatal informó también de tiroteos esporádicos en las ciudades cisjordanas de Belén, Tulkarem y Hebrón.

Para evitar una nueva jornada sangrienta, coincidiendo con el primer viernes del mes sagrado musulmán del Ramadán, hoy sólo se permitió la entrada a la Explanada de las Mezquitas a árabes israelíes y palestinos de Jerusalén oriental con documentos de identidad de este país.

Además, más de 3.000 policías israelíes vigilaron la tradicional oración en los lugares santos.

La decisión de restringir la entrada a la Explanada de las Mezquitas a los palestinos de Cisjordania y Gaza la tomó el jueves el gabinete reducido israelí para Asuntos de Seguridad, ante el temor de que se registre un nuevo brote de violencia en el lugar donde hace casi dos meses estalló la segunda “intifada”.

También los funcionarios del organismo islámico Wakf, que administra las mezquitas, contribuyeron hoy a calmar la situación cuando feligreses musulmanes lanzaron piedras a los policías israelíes dentro del recinto amurallado de la ciudadela de Jerusalén.

La actuación de los funcionarios musulmanes evitó la intervención de la Policía de Israel.

La ola de violencia en Medio Oriente causó la muerte de 310 personas, de los que 97 eran niños menores de 18 años, todos ellos palestinos, según los datos dados a conocer hoy, viernes, por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en Ginebra.

Las muertes de los niños se produjeron en Gaza (47) y Cisjordania (50), según los datos facilitados por la Cruz Roja Palestina, explicó la portavoz de Unicef, Lynn Geldof.

De los 310 fallecidos, 261 eran palestinos, 35 judíos israelíes, 13 árabes de Israel y un alemán, mientras otras 9.802 personas resultaron heridas en los enfrentamientos entre las fuerzas armadas israelíes y los palestinos.

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