Las relaciones entre la Argentina y Cuba se tensaron más aún en la escalada diplomática entre ambos países por las críticas de Fidel Castro al Gobierno, a partir de que la Cancillería resolviera hoy (jueves 8) que el embajador en La Habana, Oscar Torres Avalos, permanezca en Buenos Aires “por un tiempo no determinado”.
En represalia, una medida similar podría adoptar el gobierno de Castro en el sentido de pedirle a su representante diplomático en Buenos Aires, Alejandro González Galiano, que regrese a la isla, según especulan por estas horas desde el oficialismo.
Ayer, González Galiano no solamente no retractó a Castro por sus declaraciones sobre que la Argentina “lame la bota yanky”, sino que además denunció que el gobierno de Fernando de la Rúa anima una “nueva traición” a Cuba cuando tenga que votar ante la ONU sobre la situación de los derechos humanos en la isla.
La causa del profundo enojo cubano se encuentra, tal como lo señaló González Galiano, en “el conciliábulo de Washington” (la reunión que se llevó a cabo el lunes pasado entre el canciller Rodríguez Giavarini y el secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell).
Hoy, el Ministerio de Relaciones Exteriores tuvo en cuenta estas expresiones para decidir que Torres Avalos permanezca en Buenos Aires, tras ser convocado el domingo desde Washington por canciller Adalberto Rodríguez Giavarini cuando se conocieron los dichos de Castro.
El secretario General de la Presidencia, Horacio Jaunarena, afirmó hoy que el gobierno nacional no tendrá en cuenta “el exabrupto” del presidente cubano para resolver el voto de la Argentina en la Comisión de Derechos Humanos de ONU.
Jaunarena admitió que el presidente Fernando de la Rúa está “sorprendido y preocupado” porque la situación generada con Cuba, pueda “enturbiar las relaciones” de la Argentina con el país caribeño.
Además, el funcionario aseguró que pese a que la Argentina votó el año pasado en contra de Cuba, aún no resolvió cómo lo hará esta vez, al tiempo que admitió que la cancillería consultará este tema con los países del Mercosur y la región. No obstante, Jaunarena dejó en claro que la decisión final “será de la Argentina”.
Las relaciones entre la Argentina y Cuba se tensaron más aún en la escalada diplomática entre ambos países por las críticas de Fidel Castro al Gobierno, a partir de que la Cancillería resolviera hoy (jueves 8) que el embajador en La Habana, Oscar Torres Avalos, permanezca en Buenos Aires “por un tiempo no determinado”.
En represalia, una medida similar podría adoptar el gobierno de Castro en el sentido de pedirle a su representante diplomático en Buenos Aires, Alejandro González Galiano, que regrese a la isla, según especulan por estas horas desde el oficialismo.
Ayer, González Galiano no solamente no retractó a Castro por sus declaraciones sobre que la Argentina “lame la bota yanky”, sino que además denunció que el gobierno de Fernando de la Rúa anima una “nueva traición” a Cuba cuando tenga que votar ante la ONU sobre la situación de los derechos humanos en la isla.
La causa del profundo enojo cubano se encuentra, tal como lo señaló González Galiano, en “el conciliábulo de Washington” (la reunión que se llevó a cabo el lunes pasado entre el canciller Rodríguez Giavarini y el secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell).
Hoy, el Ministerio de Relaciones Exteriores tuvo en cuenta estas expresiones para decidir que Torres Avalos permanezca en Buenos Aires, tras ser convocado el domingo desde Washington por canciller Adalberto Rodríguez Giavarini cuando se conocieron los dichos de Castro.
El secretario General de la Presidencia, Horacio Jaunarena, afirmó hoy que el gobierno nacional no tendrá en cuenta “el exabrupto” del presidente cubano para resolver el voto de la Argentina en la Comisión de Derechos Humanos de ONU.
Jaunarena admitió que el presidente Fernando de la Rúa está “sorprendido y preocupado” porque la situación generada con Cuba, pueda “enturbiar las relaciones” de la Argentina con el país caribeño.
Además, el funcionario aseguró que pese a que la Argentina votó el año pasado en contra de Cuba, aún no resolvió cómo lo hará esta vez, al tiempo que admitió que la cancillería consultará este tema con los países del Mercosur y la región. No obstante, Jaunarena dejó en claro que la decisión final “será de la Argentina”.