M.Oriente: guerra inminente

Palestina rechazó negociaciones en tanto Israel no suspenda acciones militar. No se realizará la cumbre.

13 octubre, 2000

El día de ayer, se caracterizó por una inusitada ola de violencia en Medio Oriente, que afectó a diversos países y escaló hasta el borde la guerra.

El linchamiento de dos soldados israelíes primero, una sucesión de ataques a diversas ciudades palestinas después, llevaron la situación en esa zona de Oriente al límite de la tensión, culminando con el incendio de la sinagoga de Jericó.

El presidente estaodunidense, Bill Clinton, condenó el ataque contra un destructor de ese país ( Ver ” Explotó buque de EE.UU. en Golfo Pérsico”) y dijo que no detendría los esfuerzos de Washington de mediar una paz en el Oriente Medio.

Varios diplomáticos dijeron después de una reunión con el secretario del exterior de Gran Bretaña, Robin Cook, que Arafat había condenado el asesinato de al menos dos soldados israelíes por una multitud palestina.

Mientras tanto, el primer ministro israelí, Ehud Barak, intensificó sus esfuerzos para formar un “gobierno nacional de emergencia´´ pidiendo al principal dirigente de la oposición y opositor de los acuerdos de paz, el derechista Ariel Sharon, que se le uniera tras un día de intensificación de la violencia entre palestinos e israelíes.

En este contexto, no habrá cumbre de paz, por lo menos por ahora; Arafat fue “receptivo´´ a la idea de asistir a una cumbre de paz con Barak en Egipto, pero también señaló que no habrá diálogo si Israel continúa las acciones militares.

Tanto israelíes como palestinos no tienen nada que ganar con nuevas matanzas”, afirmó la secretaria de Estado de EE.UU., Madeleine Albright, después de que Clinton condenó los asesinatos de los soldados.

Por su parte, el premier israelí, Ehud Barak, dijo después de los ataques: “Es posible que en un futuro próximos nos enfrentemos a un conflicto peor aún. Dios no quiera que tomemos la ley en nuestras manos”.

La tensión en los territorios palestinos continúa en ascenso.Un anillo de acero formado por los tanques israelíes se desplegó alrededor de las ciudades palestinas, con alrededor de un millón de habitantes, que quedaron totalmente aisladas unas de otras en Cisjordania.

A menos de un mes de las elecciones que pondrán fin a su mandato, el presidente Bill Clinton llamó a detener el derramamiento de sangre, restablecer la calma y retomar el diálogo, a la vez que advirtió que el proceso de paz podría romperse “delante de nuestros propios ojos”.

Los palestinos han comenzado a poner en duda la capacidad de mediación de Estados Unidos, ya que, según ellos, Washington se aliará en última instancia con Israel.

El día de ayer, se caracterizó por una inusitada ola de violencia en Medio Oriente, que afectó a diversos países y escaló hasta el borde la guerra.

El linchamiento de dos soldados israelíes primero, una sucesión de ataques a diversas ciudades palestinas después, llevaron la situación en esa zona de Oriente al límite de la tensión, culminando con el incendio de la sinagoga de Jericó.

El presidente estaodunidense, Bill Clinton, condenó el ataque contra un destructor de ese país ( Ver ” Explotó buque de EE.UU. en Golfo Pérsico”) y dijo que no detendría los esfuerzos de Washington de mediar una paz en el Oriente Medio.

Varios diplomáticos dijeron después de una reunión con el secretario del exterior de Gran Bretaña, Robin Cook, que Arafat había condenado el asesinato de al menos dos soldados israelíes por una multitud palestina.

Mientras tanto, el primer ministro israelí, Ehud Barak, intensificó sus esfuerzos para formar un “gobierno nacional de emergencia´´ pidiendo al principal dirigente de la oposición y opositor de los acuerdos de paz, el derechista Ariel Sharon, que se le uniera tras un día de intensificación de la violencia entre palestinos e israelíes.

En este contexto, no habrá cumbre de paz, por lo menos por ahora; Arafat fue “receptivo´´ a la idea de asistir a una cumbre de paz con Barak en Egipto, pero también señaló que no habrá diálogo si Israel continúa las acciones militares.

Tanto israelíes como palestinos no tienen nada que ganar con nuevas matanzas”, afirmó la secretaria de Estado de EE.UU., Madeleine Albright, después de que Clinton condenó los asesinatos de los soldados.

Por su parte, el premier israelí, Ehud Barak, dijo después de los ataques: “Es posible que en un futuro próximos nos enfrentemos a un conflicto peor aún. Dios no quiera que tomemos la ley en nuestras manos”.

La tensión en los territorios palestinos continúa en ascenso.Un anillo de acero formado por los tanques israelíes se desplegó alrededor de las ciudades palestinas, con alrededor de un millón de habitantes, que quedaron totalmente aisladas unas de otras en Cisjordania.

A menos de un mes de las elecciones que pondrán fin a su mandato, el presidente Bill Clinton llamó a detener el derramamiento de sangre, restablecer la calma y retomar el diálogo, a la vez que advirtió que el proceso de paz podría romperse “delante de nuestros propios ojos”.

Los palestinos han comenzado a poner en duda la capacidad de mediación de Estados Unidos, ya que, según ellos, Washington se aliará en última instancia con Israel.

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