M.Oriente: Egipto se suma a la crisis
Ciertos sectores de la derecha israelí han amenazado al presidente egipcio con un posible ataque a ese país, pero allegados al premier Barak no descartan una reunión entre éste y Yasser Arafat.
30 enero, 2001
El presidente egipcio, Hosni Mubarak, ha rechazado las “amenazas de guerra” de algunos responsables de la derecha israelí, y afirmado que “Egipto no busca nuevas guerras , sino una paz global” en la región.
“Egipto no habla de guerra todo el tiempo. Tenemos un Ejército únicamente para defender la patria y no para agredir a otros” países, dijo el líder egipcio en una entrevista a la televisión israelí, que reproduce hoy, martes, la prensa egipcia.
Mubarak se refería a recientes declaraciones de representantes del Likud quienes amenazaron con atacar la alta presa de Asuán, en el sur de Egipto, si este país enviaba tropas a la península del Sinaí para ayudar a los palestinos en los territorios autónomos, en caso del deterioro de la situación por la falta de un progreso tangible en el proceso de paz.
Según el tratado de paz egipcio-israelí, firmado en 1979, el Sinaí se convirtió en una zona desmilitarizada, por lo que Egipto no está autorizado a enviar tropas o material militar pesado a esta región, de unos 60.000 kilómetros cuadrados.
Por otro lado, fuentes de la oficina del primer ministro israelí no descartaron que aún sea posible una reunión entre Barak y el presidente palestino, Yaser Arafat, antes de las elecciones israelíes del 6 de febrero.
El presidente egipcio, Hosni Mubarak, ha rechazado las “amenazas de guerra” de algunos responsables de la derecha israelí, y afirmado que “Egipto no busca nuevas guerras , sino una paz global” en la región.
“Egipto no habla de guerra todo el tiempo. Tenemos un Ejército únicamente para defender la patria y no para agredir a otros” países, dijo el líder egipcio en una entrevista a la televisión israelí, que reproduce hoy, martes, la prensa egipcia.
Mubarak se refería a recientes declaraciones de representantes del Likud quienes amenazaron con atacar la alta presa de Asuán, en el sur de Egipto, si este país enviaba tropas a la península del Sinaí para ayudar a los palestinos en los territorios autónomos, en caso del deterioro de la situación por la falta de un progreso tangible en el proceso de paz.
Según el tratado de paz egipcio-israelí, firmado en 1979, el Sinaí se convirtió en una zona desmilitarizada, por lo que Egipto no está autorizado a enviar tropas o material militar pesado a esta región, de unos 60.000 kilómetros cuadrados.
Por otro lado, fuentes de la oficina del primer ministro israelí no descartaron que aún sea posible una reunión entre Barak y el presidente palestino, Yaser Arafat, antes de las elecciones israelíes del 6 de febrero.