Los gobernadores del PJ elevan sus propuesta
Consideraron que los términos del Gobierno son inaceptables, y reclamaron una nueva ley de coparticipación. Quieren que todos los ingresos fiscales del país sea repartidos entre la Nación y las provincias.
(NA). – Los gobernadores justicialistas calificaron ayer (viernes 9) de “inaceptable” la propuesta de la administración de Fernando de la Rúa para destrabar el conflicto entre la Nación y las provincias, por lo que dieron por fracasada la ronda de negociaciones que protagonizaron durante más de tres semanas.
“Consideramos que las diferentes propuestas que su Gobierno nos ha hecho llegar nos resultan inaceptables, porque no podemos convalidar en el territorio argentino la existencia de ciudadanos de primera y de segunda categoría”, afirmaron los mandatarios justicialistas en una carta enviada al presidente De la Rúa.
Los mandatarios opositores dieron a conocer la misiva al final de una jornada de tensas negociaciones con el Gobierno nacional, que logró firmar un nuevo pacto fiscal con las provincias de la Alianza pero no consiguió el consenso necesario de los distritos justicialistas, entre ellos los más importantes del país.
La carta al presidente De la Rúa, que leyó en la Casa de Salta el gobernador Adolfo Rodríguez Saá (San Luis), generó un debate interno entre los gobernadores, que discutieron largamente los términos del documento y hasta tuvieron que convencer a algunos mandatarios que no aparecían a dispuestos a firmarlo.
De todos modos, los 14 gobernadores estamparon la firma en la carta a De la Rúa –por Carlos Ruckauf (Buenos Aires) firmó su vice Felipe Solá– y la mayoría enfrentó las cámaras para dar a conocer la determinación final, acompañados por los ministros de Economía de sus provincias.
En la carta, los gobernadores del PJ reclamaron la sanción de una nueva ley de coparticipación. En ese punto, los mandatarios reflejaron todo el endurecimiento de su postura, porque reclamaron directamente que la nueva ley disponga a partir del 1 de enero de 2002 que todos los ingresos fiscales con los que cuenta el país pasen a ser repartidos proporcionalmente entre la Nación y las provincias.
Aunque salieron “con los tapones de punta”, los gobernadores justicialistas no descuidaron el frente externo y plantearon que toda la recaudación debe ser puesta como garantía ante los acreedores de que la Nación y las provincias tienen “voluntad de honrar los compromisos asumidos”.
Los mandatarios opositores, que controlan 14 provincias, reclamaron además que el Estado nacional también pague con bonos a sus empleados, como ya lo están haciendo muchas provincias, para que la Argentina no pase a tener “ciudadanos de primera y segunda categoría”.
Antes de plantarse frente al Gobierno central, los mandatarios del PJ se aseguraron el respaldo orgánico de todos los estamentos del principal partido de oposición, por lo que almorzaron con los jefes cegetistas Rodolfo Daer y Hugo Moyano y más tarde recibieron
al senador electo por Buenos Aires Eduardo Duhalde.
La Casa de Salta, en Diagonal Norte y Suipacha, se convirtió así en el centro de las decisiones del principal partido de la oposición, desde donde se apuntaron todos los cañones contra el ministro Domingo Cavallo a la hora de buscar un responsable por el
fracaso de las negociaciones.
Cinco horas antes de la divulgación de la carta a De la Rúa, los gobernadores habían recibido la última propuesta de la Nación por los fondos coparticipables, la misma que a media tarde firmaron en la Casa Rosada los mandatarios de la Alianza.
“Esto no nos sirve para nada”, comentó más de un gobernador en el séptimo piso de la Casa de Salta, aunque otros seguían en contacto directo con Cavallo y el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, y trataban de impulsar a los más duros de que había que firmar la última propuesta oficial.
Entre ellos estuvieron Eduardo Fellner (Jujuy), Julio Miranda (Tucumán) y Gildo Insfrán (Formosa), todos acuciados por el delicado estado financiero de sus provincias, a quienes se sumó José Manuel de la Sota (Córdoba), que hasta último momento instó, sin éxito interno, al acuerdo con la Nación.
(NA). – Los gobernadores justicialistas calificaron ayer (viernes 9) de “inaceptable” la propuesta de la administración de Fernando de la Rúa para destrabar el conflicto entre la Nación y las provincias, por lo que dieron por fracasada la ronda de negociaciones que protagonizaron durante más de tres semanas.
“Consideramos que las diferentes propuestas que su Gobierno nos ha hecho llegar nos resultan inaceptables, porque no podemos convalidar en el territorio argentino la existencia de ciudadanos de primera y de segunda categoría”, afirmaron los mandatarios justicialistas en una carta enviada al presidente De la Rúa.
Los mandatarios opositores dieron a conocer la misiva al final de una jornada de tensas negociaciones con el Gobierno nacional, que logró firmar un nuevo pacto fiscal con las provincias de la Alianza pero no consiguió el consenso necesario de los distritos justicialistas, entre ellos los más importantes del país.
La carta al presidente De la Rúa, que leyó en la Casa de Salta el gobernador Adolfo Rodríguez Saá (San Luis), generó un debate interno entre los gobernadores, que discutieron largamente los términos del documento y hasta tuvieron que convencer a algunos mandatarios que no aparecían a dispuestos a firmarlo.
De todos modos, los 14 gobernadores estamparon la firma en la carta a De la Rúa –por Carlos Ruckauf (Buenos Aires) firmó su vice Felipe Solá– y la mayoría enfrentó las cámaras para dar a conocer la determinación final, acompañados por los ministros de Economía de sus provincias.
En la carta, los gobernadores del PJ reclamaron la sanción de una nueva ley de coparticipación. En ese punto, los mandatarios reflejaron todo el endurecimiento de su postura, porque reclamaron directamente que la nueva ley disponga a partir del 1 de enero de 2002 que todos los ingresos fiscales con los que cuenta el país pasen a ser repartidos proporcionalmente entre la Nación y las provincias.
Aunque salieron “con los tapones de punta”, los gobernadores justicialistas no descuidaron el frente externo y plantearon que toda la recaudación debe ser puesta como garantía ante los acreedores de que la Nación y las provincias tienen “voluntad de honrar los compromisos asumidos”.
Los mandatarios opositores, que controlan 14 provincias, reclamaron además que el Estado nacional también pague con bonos a sus empleados, como ya lo están haciendo muchas provincias, para que la Argentina no pase a tener “ciudadanos de primera y segunda categoría”.
Antes de plantarse frente al Gobierno central, los mandatarios del PJ se aseguraron el respaldo orgánico de todos los estamentos del principal partido de oposición, por lo que almorzaron con los jefes cegetistas Rodolfo Daer y Hugo Moyano y más tarde recibieron
al senador electo por Buenos Aires Eduardo Duhalde.
La Casa de Salta, en Diagonal Norte y Suipacha, se convirtió así en el centro de las decisiones del principal partido de la oposición, desde donde se apuntaron todos los cañones contra el ministro Domingo Cavallo a la hora de buscar un responsable por el
fracaso de las negociaciones.
Cinco horas antes de la divulgación de la carta a De la Rúa, los gobernadores habían recibido la última propuesta de la Nación por los fondos coparticipables, la misma que a media tarde firmaron en la Casa Rosada los mandatarios de la Alianza.
“Esto no nos sirve para nada”, comentó más de un gobernador en el séptimo piso de la Casa de Salta, aunque otros seguían en contacto directo con Cavallo y el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, y trataban de impulsar a los más duros de que había que firmar la última propuesta oficial.
Entre ellos estuvieron Eduardo Fellner (Jujuy), Julio Miranda (Tucumán) y Gildo Insfrán (Formosa), todos acuciados por el delicado estado financiero de sus provincias, a quienes se sumó José Manuel de la Sota (Córdoba), que hasta último momento instó, sin éxito interno, al acuerdo con la Nación.
