Los empleos en el siglo XXI

El mercado laboral ofrece un terreno completamente nuevo. Aquí el conocimiento vale más que la longevidad, pero los contratos dejaron de ser para toda la vida.

12 febrero, 2001

En Getting a grip on tomorrow, Mike Jonson, presidente y fundador de Johnson & Associates, explica entre muchas otras cosas cómo elegir una empresa para el futuro; cómo ampliar los conocimientos para ser un empleado cada vez más valioso; y cómo, al dejar un empleo, evaluar las distintas opciones posibles de manera positiva y constructiva.

Hoy, ninguna empresa ofrece empleos vitalicios. Les urge sobrevivir en un contexto de cambio permanente, donde permanente y repentinamente aparecen nuevos competidores y la demanda de productos y servicios novedosos es constante. Por eso, dice el autor, la primera prioridad de las compañías no es conservar a su personal sino contraatacar a la competencia y satisfacer las demandas de los clientes. Sin embargo, tienen mucho trabajo para ofrecer y necesitan mucha gente para hacerse cargo de funciones que antes no existían.

En el siglo XXI, los contratos laborales son diferentes. Nadie tiene asegurado de por sí el empleo para siempre, dice Johnson. Hay una manera de lograrlo, y ésa es la de convertirse en una pieza clave para la empresa. Para eso habrá que entender el cambio que sufren las empresas, para entonces poder elegir la mejor. Luego hay que identificar y desarrollar el conocimiento y las habilidades esenciales para desempeñarse en ellas.

El nuevo esquema empresarial

Ante a las crecientes presiones de la competencia y las limitaciones presupuestarias, las empresas se empeñan en reducir excedentes y aumentar el rendimiento y la productividad; por eso reducen su personal.

Pero no todas hacen esto con cuidado y consideración. En algunas los directivos informan al personal sobre lo que ocurre en la empresa y proporcionan las habilidades para que se desempeñe y comunique con efectividad dentro del nuevo esquema corporativo. Algunas empresas construyen el futuro; otras desaprovechan las posibilidades de cambio.

Entonces, a la hora de elegir la empresa correcta para trabajar, es importante buscar una serie de características fundamentales en la empresa que tengamos en la mira, aconseja Johnson.

Para empezar, la empresa debe invertir en el personal, ofrecer la capacitación adecuada para encarar una transformación corporativa. En segundo lugar, debe aplicar una remuneración basada en el desempeño laboral, es decir estar preparada para reconocer y premiar los logros del personal. Además, debe ofrecer promociones y posibilidades en forma lateral, por ejemplo, puestos en otros departamentos que supongan habilidades y responsabilidades nuevas, las cuales generen una sensación de movilidad y ascenso. Por último, es fundamental que se concentre en el mercado, los competidores y los nuevos desarrollos en su terreno comercial.

El poder del conocimiento

El autor recuerda a todos que la clave está en someterse al aprendizaje permanente; sólo así –dice– será posible convertirse en una persona de vital importancia para las empresas de hoy y del futuro.

En las nuevas estructuras, los gerentes deberán dedicarse a conducir personas y no a enredarse en rutinas burocráticas. Tendrán que incorporar habilidades horizontales (comunicación, armado de equipos) y desarrollar aptitudes de liderazgo que no estén directamente relacionadas con el área de especialización.

Los nuevos gerentes, dice Jonson, deben ser líderes capaces de funcionar en equipo y, específicamente, de realizar tareas, no sólo dirigirlas. Ante todo, deben centrar la atención en la flexibilidad, la apertura al cambio y la tolerancia a la ambigüedad en el ámbito laboral.

En Getting a grip on tomorrow, Mike Jonson, presidente y fundador de Johnson & Associates, explica entre muchas otras cosas cómo elegir una empresa para el futuro; cómo ampliar los conocimientos para ser un empleado cada vez más valioso; y cómo, al dejar un empleo, evaluar las distintas opciones posibles de manera positiva y constructiva.

Hoy, ninguna empresa ofrece empleos vitalicios. Les urge sobrevivir en un contexto de cambio permanente, donde permanente y repentinamente aparecen nuevos competidores y la demanda de productos y servicios novedosos es constante. Por eso, dice el autor, la primera prioridad de las compañías no es conservar a su personal sino contraatacar a la competencia y satisfacer las demandas de los clientes. Sin embargo, tienen mucho trabajo para ofrecer y necesitan mucha gente para hacerse cargo de funciones que antes no existían.

En el siglo XXI, los contratos laborales son diferentes. Nadie tiene asegurado de por sí el empleo para siempre, dice Johnson. Hay una manera de lograrlo, y ésa es la de convertirse en una pieza clave para la empresa. Para eso habrá que entender el cambio que sufren las empresas, para entonces poder elegir la mejor. Luego hay que identificar y desarrollar el conocimiento y las habilidades esenciales para desempeñarse en ellas.

El nuevo esquema empresarial

Ante a las crecientes presiones de la competencia y las limitaciones presupuestarias, las empresas se empeñan en reducir excedentes y aumentar el rendimiento y la productividad; por eso reducen su personal.

Pero no todas hacen esto con cuidado y consideración. En algunas los directivos informan al personal sobre lo que ocurre en la empresa y proporcionan las habilidades para que se desempeñe y comunique con efectividad dentro del nuevo esquema corporativo. Algunas empresas construyen el futuro; otras desaprovechan las posibilidades de cambio.

Entonces, a la hora de elegir la empresa correcta para trabajar, es importante buscar una serie de características fundamentales en la empresa que tengamos en la mira, aconseja Johnson.

Para empezar, la empresa debe invertir en el personal, ofrecer la capacitación adecuada para encarar una transformación corporativa. En segundo lugar, debe aplicar una remuneración basada en el desempeño laboral, es decir estar preparada para reconocer y premiar los logros del personal. Además, debe ofrecer promociones y posibilidades en forma lateral, por ejemplo, puestos en otros departamentos que supongan habilidades y responsabilidades nuevas, las cuales generen una sensación de movilidad y ascenso. Por último, es fundamental que se concentre en el mercado, los competidores y los nuevos desarrollos en su terreno comercial.

El poder del conocimiento

El autor recuerda a todos que la clave está en someterse al aprendizaje permanente; sólo así –dice– será posible convertirse en una persona de vital importancia para las empresas de hoy y del futuro.

En las nuevas estructuras, los gerentes deberán dedicarse a conducir personas y no a enredarse en rutinas burocráticas. Tendrán que incorporar habilidades horizontales (comunicación, armado de equipos) y desarrollar aptitudes de liderazgo que no estén directamente relacionadas con el área de especialización.

Los nuevos gerentes, dice Jonson, deben ser líderes capaces de funcionar en equipo y, específicamente, de realizar tareas, no sólo dirigirlas. Ante todo, deben centrar la atención en la flexibilidad, la apertura al cambio y la tolerancia a la ambigüedad en el ámbito laboral.

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