Los economistas dicen que hay que gastar

Después del blindaje y el cambio de las variables internacionales que favorecen al país, los analistas insisten en que debe darse una mayor proensión al gasto para terminar de disparar la reactivación.

1 febrero, 2001

Varios economistas locales consultados por la prensa coincidieron en señalar que el escenario favorable que se delineó tras el blindaje financiero, y que se acentuó con la rebaja de tasas de interés que decidieron Estados Unidos, empezará a notarse en la conducta de los consumidores argentinos.

Jorge Vasconcelos, de la Fundación Mediterránea, señala que el nuevo contexto al que se enfrenta la Argentina “debería terminar de convencer a quienes hoy tienen capacidad de ahorrar de que lo peor ya pasó”, potenciando una mayor propensión al gasto.

Vasconcelos cree que la Argentina está atravesando una etapa similar a la de fines de 1995, cuando un año después del estallido del “efecto tequila”, la gente empezó a destrabar decisiones de gastos postergadas por temor.

Manuel Solanet, de Fiel, concide en líneas generales con el diagnóstico y pronóstico de Vasconcelos pero le marca al Gobierno un límite de “algunos meses” para reforzar la confianza de la gente.

El economista le recomendó al equipo económico que “no se quede de brazos cruzados”: “Hay que asegurar la solvencia fiscal de medio y largo plazo, seguir con la reforma del Estado, el combate a la evasión y acelerar un rediseño de la coparticipación fiscal con las provincias”, dijo.

Solanet confía en que los indicadores de reactivación ya deberían ser visibles al cabo del primer trimestre de este año.

“Hoy ya hay movimiento en bienes durables, como casas y autos—aseguró—lo que sigue es una reactivación del consumo interno, y a partir de allí habría que esperar más horas trabajadas por los que tienen empleo y, después, una recuperación de las tasas de creación de puestos de trabajo”.

Diana Mondino, de la calificadora de riesgo Standard & Poor´´s, prefirió ser cauta;”Tiene que haber un cambio de clima y la gente debería empezar a gastar más, me extrañaría que eso no ocurra”.

De todas maneras, la persona que le pone nota a las empresas argentinas hizo una advertencia: “Las compañías medianas y chicas vienen muy castigadas y su capital de trabajo está muy deteriorado; va a pasar bastante tiempo hasta que el blindaje y la baja de tasas se note en este sector”.

Varios economistas locales consultados por la prensa coincidieron en señalar que el escenario favorable que se delineó tras el blindaje financiero, y que se acentuó con la rebaja de tasas de interés que decidieron Estados Unidos, empezará a notarse en la conducta de los consumidores argentinos.

Jorge Vasconcelos, de la Fundación Mediterránea, señala que el nuevo contexto al que se enfrenta la Argentina “debería terminar de convencer a quienes hoy tienen capacidad de ahorrar de que lo peor ya pasó”, potenciando una mayor propensión al gasto.

Vasconcelos cree que la Argentina está atravesando una etapa similar a la de fines de 1995, cuando un año después del estallido del “efecto tequila”, la gente empezó a destrabar decisiones de gastos postergadas por temor.

Manuel Solanet, de Fiel, concide en líneas generales con el diagnóstico y pronóstico de Vasconcelos pero le marca al Gobierno un límite de “algunos meses” para reforzar la confianza de la gente.

El economista le recomendó al equipo económico que “no se quede de brazos cruzados”: “Hay que asegurar la solvencia fiscal de medio y largo plazo, seguir con la reforma del Estado, el combate a la evasión y acelerar un rediseño de la coparticipación fiscal con las provincias”, dijo.

Solanet confía en que los indicadores de reactivación ya deberían ser visibles al cabo del primer trimestre de este año.

“Hoy ya hay movimiento en bienes durables, como casas y autos—aseguró—lo que sigue es una reactivación del consumo interno, y a partir de allí habría que esperar más horas trabajadas por los que tienen empleo y, después, una recuperación de las tasas de creación de puestos de trabajo”.

Diana Mondino, de la calificadora de riesgo Standard & Poor´´s, prefirió ser cauta;”Tiene que haber un cambio de clima y la gente debería empezar a gastar más, me extrañaría que eso no ocurra”.

De todas maneras, la persona que le pone nota a las empresas argentinas hizo una advertencia: “Las compañías medianas y chicas vienen muy castigadas y su capital de trabajo está muy deteriorado; va a pasar bastante tiempo hasta que el blindaje y la baja de tasas se note en este sector”.

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