López Murphy, recibido con cautela en Wall Street
Los inversores pidieron precisiones sobre cómo se ejecutarán las medidas anunciadas por el Gobierno y sobre las condiciones de la ayuda acordada con el FMI y otros organismos de crédito.
Representantes de los principales fondos de inversión, especializados en mercados emergentes, se mostraron cautelosos ante las medidas económicas anunciadas por el gobierno argentino y con respecto al monto y condiciones de la ayuda financiera que brindarán los organismos internacionales de crédito.
Así se le hicieron saber el ministro de Defensa, Ricardo López Murphy, quien intentó despejar las dudas que se plantean en Wall Street.
En su exposición ante una veintena de directivos de fondos de inversión, convocada por JP Morgan, el ministro también procuró desligarse de los trascendidos que lo mencionaron como eventual sucesor de José Luis Machinea en el Palacio de Hacienda.
El discurso del ministro-economista, que está actuando como vocero el Gobierno, apuntó a garantizar que la Argentina se esforzará “para cumplir con las obligaciones y para seguir siendo confiable”.
Los inversionistas se interesaron notablemente por saber cuánto y cómo desembolsarán sus aportes el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
Pero el invitado no dio mayores precisiones, no sólo por no querer inmiscuirse en territorio de Machinea, sino porque aún no están definidos los detalles del denominado soporte financiero.
López Murphy destacó “la dirección clara” que acaba de trazar el Gobierno en materia económica y la confianza en que ello tendrá un buen impacto, pero advirtió que la administración nacional no puede “controlar los derrumbes de los parámetros externos”.
Como contrapartida, ensayó una encendida defensa de la Argentina dentro del contexto mundial globalizado; recordó que el país es un miembro serio de las Naciones Unidas, que es respetable ante sus vecinos y socios y que ha dado muestras suficientes de confianza institucional, como sus actitudes en pos del fortalecimiento democrático y la paz mundiales (incluyó, entre otros gestos, la participación en misiones especiales y la adhesión al control de armas bacteriológicas).
Pese a haber sido cautelosos, los inversores recibieron bien la exposición del ministro de Defensa devenido emisario político-económico y reconocieron el valor de algunos componentes del nuevo paquete económico, como la propuesta reforma al sistema previsional.
El ministro, que anoche hacía lo mismo ante ejecutivos convocados por otra administradora de fondos, Goldman Sachs, reforzó la estrategia oficial de instalar la idea de que es imprescindible que el justicialismo se avenga a acompañar al Gobierno en esta coyuntura para recomponer la confianza del mundo financiero, cuando se refirió al esfuerzo para cumplir con las obligaciones, aclaró que no sólo hablaba del Poder Ejecutivo, sino también del Congreso y de las provincias.
Ante una pregunta al respecto por parte de un inversionista, ratificó que De la Rúa no descartaba firmar decretos de necesidad y urgencia para sacar algunos de los proyectos anunciados.
Representantes de los principales fondos de inversión, especializados en mercados emergentes, se mostraron cautelosos ante las medidas económicas anunciadas por el gobierno argentino y con respecto al monto y condiciones de la ayuda financiera que brindarán los organismos internacionales de crédito.
Así se le hicieron saber el ministro de Defensa, Ricardo López Murphy, quien intentó despejar las dudas que se plantean en Wall Street.
En su exposición ante una veintena de directivos de fondos de inversión, convocada por JP Morgan, el ministro también procuró desligarse de los trascendidos que lo mencionaron como eventual sucesor de José Luis Machinea en el Palacio de Hacienda.
El discurso del ministro-economista, que está actuando como vocero el Gobierno, apuntó a garantizar que la Argentina se esforzará “para cumplir con las obligaciones y para seguir siendo confiable”.
Los inversionistas se interesaron notablemente por saber cuánto y cómo desembolsarán sus aportes el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
Pero el invitado no dio mayores precisiones, no sólo por no querer inmiscuirse en territorio de Machinea, sino porque aún no están definidos los detalles del denominado soporte financiero.
López Murphy destacó “la dirección clara” que acaba de trazar el Gobierno en materia económica y la confianza en que ello tendrá un buen impacto, pero advirtió que la administración nacional no puede “controlar los derrumbes de los parámetros externos”.
Como contrapartida, ensayó una encendida defensa de la Argentina dentro del contexto mundial globalizado; recordó que el país es un miembro serio de las Naciones Unidas, que es respetable ante sus vecinos y socios y que ha dado muestras suficientes de confianza institucional, como sus actitudes en pos del fortalecimiento democrático y la paz mundiales (incluyó, entre otros gestos, la participación en misiones especiales y la adhesión al control de armas bacteriológicas).
Pese a haber sido cautelosos, los inversores recibieron bien la exposición del ministro de Defensa devenido emisario político-económico y reconocieron el valor de algunos componentes del nuevo paquete económico, como la propuesta reforma al sistema previsional.
El ministro, que anoche hacía lo mismo ante ejecutivos convocados por otra administradora de fondos, Goldman Sachs, reforzó la estrategia oficial de instalar la idea de que es imprescindible que el justicialismo se avenga a acompañar al Gobierno en esta coyuntura para recomponer la confianza del mundo financiero, cuando se refirió al esfuerzo para cumplir con las obligaciones, aclaró que no sólo hablaba del Poder Ejecutivo, sino también del Congreso y de las provincias.
Ante una pregunta al respecto por parte de un inversionista, ratificó que De la Rúa no descartaba firmar decretos de necesidad y urgencia para sacar algunos de los proyectos anunciados.
