Londres protesta
Desplazados sociales y ecologistas en tumultuosa manifestación. Antes Seattle y Washington, ahora la ciudad madre del capitalismo. Peligro de desborde y anarquía. ¿Cómo enfrentarlo?.
Tras Seattle y Washington, otra gran ciudad del Hemisferio Norte, Londres, madre del capitalismo liberal, se vio sacudida por una tumultuosa marcha contra la globalización de algunos miles de representantes de minorías desplazadas y ecologistas.
Más allá del número, interesa analizar la agresividad creciente de que hacen gala esos sectores enquistados en los países ricos. Expresan los bolsones de miseria que asumen características propias del Tercer Mundo y amenazan con desbordar las instituciones tradicionales. No tienen canales de contención y canalización.
“Queremos democracia, “fair play” con la sociedad, libertad de información, mejor distribución de la riqueza y frenar esta injusta concentración económica. No tenemos líderes, porque no creemos en ellos. Esta es nuestra fuerza y nuestra debilidad en un mundo como éste”, proclamó una estudiante de la universidad de Brighton, una de las cabecillas circunstanciales.
La falta de cabezas pensantes, con capacidad de negociación, es el mayor peligro de una peligrosa tendencia a la anarquía. ¿Con qué enfrentar este peligro?. No con la represión de la maquinaria estatal. La Argentina tiene dolorosos recuerdos de hace pocas décadas. A Napoleón se le atribuye esta frase: “Las bayonetas sirven para casi todo, menos para sentarse sobre ellas”
Tras Seattle y Washington, otra gran ciudad del Hemisferio Norte, Londres, madre del capitalismo liberal, se vio sacudida por una tumultuosa marcha contra la globalización de algunos miles de representantes de minorías desplazadas y ecologistas.
Más allá del número, interesa analizar la agresividad creciente de que hacen gala esos sectores enquistados en los países ricos. Expresan los bolsones de miseria que asumen características propias del Tercer Mundo y amenazan con desbordar las instituciones tradicionales. No tienen canales de contención y canalización.
“Queremos democracia, “fair play” con la sociedad, libertad de información, mejor distribución de la riqueza y frenar esta injusta concentración económica. No tenemos líderes, porque no creemos en ellos. Esta es nuestra fuerza y nuestra debilidad en un mundo como éste”, proclamó una estudiante de la universidad de Brighton, una de las cabecillas circunstanciales.
La falta de cabezas pensantes, con capacidad de negociación, es el mayor peligro de una peligrosa tendencia a la anarquía. ¿Con qué enfrentar este peligro?. No con la represión de la maquinaria estatal. La Argentina tiene dolorosos recuerdos de hace pocas décadas. A Napoleón se le atribuye esta frase: “Las bayonetas sirven para casi todo, menos para sentarse sobre ellas”
