(EFE).- Dos franceses, del grupo de 10 extranjeros secuestrados el pasado jueves en la selva amazónica ecuatoriana, escaparon hoy (martes 17) de sus captores y se encuentran en Quito, confirmó el secretario de Comunicación de la Presidencia, Alfredo Negrete.
Ente los ocho extranjeros que aún permanecen secuestrados, se encuentra el ciudadano argentino Jorge Osvaldo Rodríguez.
Jean Louis Troit Durot y Jany Marcellin escaparon el lunes, tras 110 horas de cautiverio, aunque las autoridades ecuatorianas guardan un total hermetismo sobre los detalles de su fuga.
Los dos franceses, junto a seis estadounidenses, un argentino y un chileno, fueron secuestrados el jueves por desconocidos en el sector de Pompeya, en plena selva amazónica ecuatoriana y a 150 kilómetros al sur de la frontera con Colombia.
Los secuestradores usaron un helicóptero Superpuma de la firma Aero Master que se dirigió a territorio colombiano, según versiones oficiales, aunque el aparato fue localizado, abandonado, en territorio de Ecuador, en una playa del río San Miguel, fronterizo con Colombia.
Los dos franceses que lograron fugarse son el piloto y el copiloto-mecánico de dicho helicóptero.
Aún permanecen en poder de los secuestradores los estadounidenses Demmis Correy, Steve Derry, Jason Wavey, David Bradley, Ron Sunders y Arnold Arfold, el chileno Germán Shultz y el argentino Jorge Rodríguez.
Todos los secuestrados trabajan para firmas que prestan servicios a empresas petroleras internacionales que operan en la Amazonía ecuatoriana.
Tras la fuga de los dos franceses, el Gobierno ecuatoriano ha decidido guardar silencio sobre el hecho, aunque la satisfacción obligó al secretario de Comunicación de la Presidencia, Alfredo Negrete, a informar escuetamente del suceso.
“Era necesario para nosotros dar la información de que se había producido esta liberación”, señaló el funcionario al destacar que los dos franceses están protegidos por las fuerzas de seguridad del Estado en un lugar seguro.
Jean Louis Troit Durot y Jany Marcellin “se encuentran en la ciudad de Quito y están bien”, se limitó a decir Negrete, aunque espera ampliar la información una vez que las condiciones de seguridad lo permitan, pues los franceses pueden aportar pruebas para lograr la liberación de los otros ocho extranjeros.
Las autoridades no descartan que los secuestradores y sus víctimas continúen en territorio nacional y no hayan podido huir hacia Colombia, como apuntaban las primeras investigaciones.
Cuando se produjo el secuestro, las informaciones señalaban que posiblemente un comando de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) habían perpetrado el delito, aunque ese grupo guerrillero desmintió su autoría.
Las hipótesis también apuntan a paramilitares colombianos, grupos guerrilleros ecuatorianos en formación y delincuentes comunes de ambas naciones.
El suceso ha despertado una preocupación generalizada entre los ecuatorianos, que temen que el secuestro sea un primer síntoma del contagio de la violencia colombiana.
También a varios grupos de izquierdas y defensores de los derechos humanos de Ecuador les preocupa que la aplicación del Plan Colombia contra el narcotráfico y los cultivos ilegales de coca y amapola en la nación vecina, pueda extender el conflicto fuera de territorio colombiano.
Además del secuestro, los desplazamientos masivos de colombianos que huyen de la violencia y buscan refugio en Ecuador han alimentado los temores.
El director del departamento de derechos humanos del Ministerio ecuatoriano de Relaciones Exteriores, Alfonso López, informó de que en los próximos 15 días estarán listos seis albergues temporales para atender a unos 2.000 colombianos que huirían de la violencia en su país.
“Si existiría un flujo mayor (de desplazados), estamos listos para montar un refugio para albergar aproximadamente a unas 5.000 personas. Confiamos en que esto no se dé”, señaló López.
(EFE).- Dos franceses, del grupo de 10 extranjeros secuestrados el pasado jueves en la selva amazónica ecuatoriana, escaparon hoy (martes 17) de sus captores y se encuentran en Quito, confirmó el secretario de Comunicación de la Presidencia, Alfredo Negrete.
Ente los ocho extranjeros que aún permanecen secuestrados, se encuentra el ciudadano argentino Jorge Osvaldo Rodríguez.
Jean Louis Troit Durot y Jany Marcellin escaparon el lunes, tras 110 horas de cautiverio, aunque las autoridades ecuatorianas guardan un total hermetismo sobre los detalles de su fuga.
Los dos franceses, junto a seis estadounidenses, un argentino y un chileno, fueron secuestrados el jueves por desconocidos en el sector de Pompeya, en plena selva amazónica ecuatoriana y a 150 kilómetros al sur de la frontera con Colombia.
Los secuestradores usaron un helicóptero Superpuma de la firma Aero Master que se dirigió a territorio colombiano, según versiones oficiales, aunque el aparato fue localizado, abandonado, en territorio de Ecuador, en una playa del río San Miguel, fronterizo con Colombia.
Los dos franceses que lograron fugarse son el piloto y el copiloto-mecánico de dicho helicóptero.
Aún permanecen en poder de los secuestradores los estadounidenses Demmis Correy, Steve Derry, Jason Wavey, David Bradley, Ron Sunders y Arnold Arfold, el chileno Germán Shultz y el argentino Jorge Rodríguez.
Todos los secuestrados trabajan para firmas que prestan servicios a empresas petroleras internacionales que operan en la Amazonía ecuatoriana.
Tras la fuga de los dos franceses, el Gobierno ecuatoriano ha decidido guardar silencio sobre el hecho, aunque la satisfacción obligó al secretario de Comunicación de la Presidencia, Alfredo Negrete, a informar escuetamente del suceso.
“Era necesario para nosotros dar la información de que se había producido esta liberación”, señaló el funcionario al destacar que los dos franceses están protegidos por las fuerzas de seguridad del Estado en un lugar seguro.
Jean Louis Troit Durot y Jany Marcellin “se encuentran en la ciudad de Quito y están bien”, se limitó a decir Negrete, aunque espera ampliar la información una vez que las condiciones de seguridad lo permitan, pues los franceses pueden aportar pruebas para lograr la liberación de los otros ocho extranjeros.
Las autoridades no descartan que los secuestradores y sus víctimas continúen en territorio nacional y no hayan podido huir hacia Colombia, como apuntaban las primeras investigaciones.
Cuando se produjo el secuestro, las informaciones señalaban que posiblemente un comando de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) habían perpetrado el delito, aunque ese grupo guerrillero desmintió su autoría.
Las hipótesis también apuntan a paramilitares colombianos, grupos guerrilleros ecuatorianos en formación y delincuentes comunes de ambas naciones.
El suceso ha despertado una preocupación generalizada entre los ecuatorianos, que temen que el secuestro sea un primer síntoma del contagio de la violencia colombiana.
También a varios grupos de izquierdas y defensores de los derechos humanos de Ecuador les preocupa que la aplicación del Plan Colombia contra el narcotráfico y los cultivos ilegales de coca y amapola en la nación vecina, pueda extender el conflicto fuera de territorio colombiano.
Además del secuestro, los desplazamientos masivos de colombianos que huyen de la violencia y buscan refugio en Ecuador han alimentado los temores.
El director del departamento de derechos humanos del Ministerio ecuatoriano de Relaciones Exteriores, Alfonso López, informó de que en los próximos 15 días estarán listos seis albergues temporales para atender a unos 2.000 colombianos que huirían de la violencia en su país.
“Si existiría un flujo mayor (de desplazados), estamos listos para montar un refugio para albergar aproximadamente a unas 5.000 personas. Confiamos en que esto no se dé”, señaló López.