<p>En números, por ahora el panorama favorece al dragón, no al águila. Los 307 millones de habitantes que tiene EE.UU, empalidecen ante los 1.340 millones de chinos. El desempleo asciende a 9,5% en la Unión y a apenas 4,2% en su rival. Por supuesto, el perfil se da vuelta en materia de producto bruto por cabeza: US$ 46.700 en EE.UU., sólo 3.000 en China.<br />
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Por el contrario, el PBI proyecta una tasa de 7,9% este año en Beijing, contra casi cero en Washington. Pero la cifra más espectacular hace al riesgo acreedor chino: supera US$ 800.000 millones en papeles federales y representa 40% del superávit externo (casi US$ 2 billones) y algo menos de la reserva china en moneda fuerte (2,35 billones) al cerrar el primer semestre.<br />
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Las cifras sugestivas no concluyen ahí. En apenas una semana (iniciada este lunes), EE.UU. pedirá a ahorristas y gobiernos extranjeros tomar letras y bonos por US$ 200.000 millones. En todo 2007, la emisión no subió de 350.000 millones. Estos guarismos explican claramente por qué Obama califica de estratégicos los contactos con el vicepresidente Wang, emisario de Hu Jintao, su colega, y Wen Jiabao, primer ministro.<br />
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Como apuntan Pipes y algunos analistas económicos, China reemplaza a la ex Unión Soviética –y a Rusia- como interlocutora dominante de EE.UU. Con una diferencia: sin guerra fría, la clave pasó a lo económico, pese al problema de Norcorea.<br />
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Al respecto, cabe notar el papel secundario al cual se reduce la Unión Europea. “Hoy –subraya el historiador- Fiat pesa en Beijing más que la comisión europea”. Curiosamente, en los años 70, cuando Richard Nixon (o sea Henry Kissinger) se abría a China, los europeos tampoco pesaban gran cosa. Era, a su manera, un “grupo de 2”, y su lado geopolítico abarcaba Vietnam, no Norcorea.</p>
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Lo que faltaba: China y EE.UU. forman un G-2
Es un duopolio benigno típico del siglo XXI señala Richard Pipes, conocido experto en historia del comunismo. El propio Barack Obama define como diálogo estratégico su reunión con Wang Qisang. ¿Y la adicción norteamericana a la deuda externa?