Llega Reich, Krueger critica y Lavagna habla de futuras negociaciones

Arribó Otto Reich, enviado permanente de la Casa Blanca en Latinoamérica. Horas antes, Krueger descalificaba nuevamente a la Argentina. Justo luego de que Lavagna informase sobre negociaciones con el FMI y los acreedores privados.

24 marzo, 2004

En efecto, Economía difundió, el martes, el texto completo de la carta de intención aprobada el lunes por el directorio del Fondo Monetario Internacional. Según señaló Roberto Lavagna, el país “tratará en forma constructiva y transparente las iniciativas que los acreedores privados presenten al gobierno”. Se refería al marco de renegociaciones en torno del incumplimiento.

Por cierto, el FMI también dio vía libre a la segunda revisión de las metas convenidas en septiembre pasado. En el documento, dirigido a la titular interina Anne Krueger, se informa que están invitados ya 22 veintidós grupos de acreedores a reuniones en Buenos Aires. El cronograma arranca hoy miércoles 24, con una ronda consultiva, que se extenderá dos semanas.

En mayo, Economía y las bancas asesoras (Merrill Lynch, Barclay’s, UBS, Nación, BBVA-Francés y Galicia) prepararán la propuesta final. Lavagna indicó, además, que “se intensificará el diálogo con los tenedores locales de bonos, para lograr a mediados de abril un acuerdo sobre seguimiento y cronograma”. En cuanto al canje de bonos, la oferta final se hará en junio.

Al tocar el tema, Néstor Kirchner aseguró que el Fondo “ha hecho lo que tenía que hacer. No ha regalado nada”. Otra fue la actitud de Luigi Pallaro, presidente de la Cámara de Comercio Italia en Argentina. El empresario reclamó al gobierno “sentarse ya con los bonistas a encontrar soluciones”. Según estimó, en la península hay unos 400.000 pequeños acreedores.

Las opiniones de Pallaro no cayeron tan mal en la Casa Rosada como las formuladas, el lunes y el martes, por Krueger. La funcionaria insistió en pedir soluciones para los bonistas, “como si la función del FMI fuera hacer de cobrador por cuenta del sector privado” (comentaba un hombre del presidente).

Disertando en la universidad de Nueva York, Krueger exaltó a México, Chile,Turquía y la Argentina de 1990/5. Acto seguido, la calificó de “un mal ejemplo en la actualidad”, aunque admitiendo que, durante la convertibilidad y luego de 1995, “no se hicieron los ajustes necesarios”. A su criterio, a partir de ese año debieron haberse reducido salarios o, bien, empleos. Finalmente, coincidió con la Heritage Foundation –un “think tank” ultramonetarista- en cuanto a la escasa capacidad argentina de competir en el mundo.

En lo tocante a Otto Reich, estará tres días en Buenos Aires. Su agenda incluye las relaciones argentinas con el Fondo, la situación de derechos civiles en Cuba (país natal del enviado) y un proyecto casi obsesivo de Washington: el Área de Libre Comercio Latinoamericana (ALCA). Al respecto, el candidato demócrata John Kerry –opuesto al régimen castrista- acaba de censurar a Reich por su tolerancia hacia los “abusos” del venezolano Hugo Chávez.

En efecto, Economía difundió, el martes, el texto completo de la carta de intención aprobada el lunes por el directorio del Fondo Monetario Internacional. Según señaló Roberto Lavagna, el país “tratará en forma constructiva y transparente las iniciativas que los acreedores privados presenten al gobierno”. Se refería al marco de renegociaciones en torno del incumplimiento.

Por cierto, el FMI también dio vía libre a la segunda revisión de las metas convenidas en septiembre pasado. En el documento, dirigido a la titular interina Anne Krueger, se informa que están invitados ya 22 veintidós grupos de acreedores a reuniones en Buenos Aires. El cronograma arranca hoy miércoles 24, con una ronda consultiva, que se extenderá dos semanas.

En mayo, Economía y las bancas asesoras (Merrill Lynch, Barclay’s, UBS, Nación, BBVA-Francés y Galicia) prepararán la propuesta final. Lavagna indicó, además, que “se intensificará el diálogo con los tenedores locales de bonos, para lograr a mediados de abril un acuerdo sobre seguimiento y cronograma”. En cuanto al canje de bonos, la oferta final se hará en junio.

Al tocar el tema, Néstor Kirchner aseguró que el Fondo “ha hecho lo que tenía que hacer. No ha regalado nada”. Otra fue la actitud de Luigi Pallaro, presidente de la Cámara de Comercio Italia en Argentina. El empresario reclamó al gobierno “sentarse ya con los bonistas a encontrar soluciones”. Según estimó, en la península hay unos 400.000 pequeños acreedores.

Las opiniones de Pallaro no cayeron tan mal en la Casa Rosada como las formuladas, el lunes y el martes, por Krueger. La funcionaria insistió en pedir soluciones para los bonistas, “como si la función del FMI fuera hacer de cobrador por cuenta del sector privado” (comentaba un hombre del presidente).

Disertando en la universidad de Nueva York, Krueger exaltó a México, Chile,Turquía y la Argentina de 1990/5. Acto seguido, la calificó de “un mal ejemplo en la actualidad”, aunque admitiendo que, durante la convertibilidad y luego de 1995, “no se hicieron los ajustes necesarios”. A su criterio, a partir de ese año debieron haberse reducido salarios o, bien, empleos. Finalmente, coincidió con la Heritage Foundation –un “think tank” ultramonetarista- en cuanto a la escasa capacidad argentina de competir en el mundo.

En lo tocante a Otto Reich, estará tres días en Buenos Aires. Su agenda incluye las relaciones argentinas con el Fondo, la situación de derechos civiles en Cuba (país natal del enviado) y un proyecto casi obsesivo de Washington: el Área de Libre Comercio Latinoamericana (ALCA). Al respecto, el candidato demócrata John Kerry –opuesto al régimen castrista- acaba de censurar a Reich por su tolerancia hacia los “abusos” del venezolano Hugo Chávez.

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