Lenta reactivación

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Los analistas dicen que la reactivación es lenta. Sería de 1,7% este año y 2,5% el próximo .El despegue está condicionado por las dudas de los inversores externos.

La economía argentina finalizará este año con un módico crecimiento de 1,7% que sólo se incrementará a 2,5% en 2001, según las previsiones de los analistas del Banco Río y Santander Investment. La cifra marca la primera disidencia pública con la pauta de 3,7 por ciento de crecimiento real que fijó Economía en el proyecto de presupuesto 2001.

Para Juan Arranz–economista jefe de la entidad– pese a que “lo peor de la crisis ya pasó” y las bases de la reactivación son sólidas, la tasa de expansión de la economía local será baja, “porque el proceso de despegue estará sostenido en el empuje de las exportaciones y la inversión, mientras que el consumo, que es más dinamizador, permanecerá casi estancado”.

Arranz dijo, además, que el crecimiento será relativamente bajo, “porque estará condicionado por una lenta caída en la tasa de riesgo país, dado que persisten las dudas en el exterior sobre la capacidad de la Argentina para cumplir los compromisos que asumió”, con referencia a las metas fijadas en la convertibilidad fiscal y ahora casi replicadas en el nuevo acta acuerdo con el FMI.

Según el informe entregado a la prensa, en el Banco Río creen que “la demanda local ha experimentado un punto de viraje en el tercer trimestre que se mantendrá en los próximos 15 meses, pero sin dejar de ser más que una débil recuperación”.

La economía argentina finalizará este año con un módico crecimiento de 1,7% que sólo se incrementará a 2,5% en 2001, según las previsiones de los analistas del Banco Río y Santander Investment. La cifra marca la primera disidencia pública con la pauta de 3,7 por ciento de crecimiento real que fijó Economía en el proyecto de presupuesto 2001.

Para Juan Arranz–economista jefe de la entidad– pese a que “lo peor de la crisis ya pasó” y las bases de la reactivación son sólidas, la tasa de expansión de la economía local será baja, “porque el proceso de despegue estará sostenido en el empuje de las exportaciones y la inversión, mientras que el consumo, que es más dinamizador, permanecerá casi estancado”.

Arranz dijo, además, que el crecimiento será relativamente bajo, “porque estará condicionado por una lenta caída en la tasa de riesgo país, dado que persisten las dudas en el exterior sobre la capacidad de la Argentina para cumplir los compromisos que asumió”, con referencia a las metas fijadas en la convertibilidad fiscal y ahora casi replicadas en el nuevo acta acuerdo con el FMI.

Según el informe entregado a la prensa, en el Banco Río creen que “la demanda local ha experimentado un punto de viraje en el tercer trimestre que se mantendrá en los próximos 15 meses, pero sin dejar de ser más que una débil recuperación”.

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