Lavagna volvió a criticar al sector finanaciero
El ministro de Economía volvió a criticar al sector financiero, pues consideró que nadie como los banqueros "ha hecho tantos esfuerzos por identificarse con un lenguaje propio de la religión".
10 junio, 2003
El ministro de Economía, Roberto
Lavagna, volvió a criticar al sector financiero, pues consideró
que nadie como los banqueros “ha hecho tantos esfuerzos por
identificarse con un lenguaje propio de la religión”.
En ese sentido, explicó que “a que se desista, se renuncie, se
descarte o se postergue una obligación, un derecho o un
compromiso, tratan de bautizarlo a través de la prensa propensa a
las modas como ´perdón´”.
Lavagna sostuvo que “hace poco, se dijo que el mejor momento
para negociar (la deuda) era aquel en que el país ´estaba de
rodillas´”.
“Alguien escribía recientemente que el FMI ´bendijo´ el
programa económico de Brasil, Turquía u otro país. La bendición
consiste en proveer plata fresca del sector público multinacional
para que el país de turno pague a los acreedores privados. Alabada
sea la socialización de las pérdidas”, añadió.
En una nota que lleva su firma y fue publicada hoy en un diario
porteño, el titular del Palacio de Hacienda subrayó que “las
batallas por las ideas, que muchas veces son batallas por
intereses económicos concretos, empiezan por el lenguaje”.
“La apropiación indebida del lenguaje de la religiosidad es un
intento burdo, en busca de una identificación subliminal con una
esfera superior del pensamiento y la acción del ser humano”,
añadió.
En ese sentido, expresó que “precisamente por ser subliminal,
políticos, periodistas, empresarios, terminan aceptando esta
superchería que debilita a las naciones”.
“Siempre son las naciones las que terminan pidiendo perdón, las
que están de rodillas, las que confiesan sus errores de política
económica o el incumplimiento de las promesas. Nunca son los otros
los que reconocen sus errores”, se quejó Lavagna.
El ministro de Economía, Roberto
Lavagna, volvió a criticar al sector financiero, pues consideró
que nadie como los banqueros “ha hecho tantos esfuerzos por
identificarse con un lenguaje propio de la religión”.
En ese sentido, explicó que “a que se desista, se renuncie, se
descarte o se postergue una obligación, un derecho o un
compromiso, tratan de bautizarlo a través de la prensa propensa a
las modas como ´perdón´”.
Lavagna sostuvo que “hace poco, se dijo que el mejor momento
para negociar (la deuda) era aquel en que el país ´estaba de
rodillas´”.
“Alguien escribía recientemente que el FMI ´bendijo´ el
programa económico de Brasil, Turquía u otro país. La bendición
consiste en proveer plata fresca del sector público multinacional
para que el país de turno pague a los acreedores privados. Alabada
sea la socialización de las pérdidas”, añadió.
En una nota que lleva su firma y fue publicada hoy en un diario
porteño, el titular del Palacio de Hacienda subrayó que “las
batallas por las ideas, que muchas veces son batallas por
intereses económicos concretos, empiezan por el lenguaje”.
“La apropiación indebida del lenguaje de la religiosidad es un
intento burdo, en busca de una identificación subliminal con una
esfera superior del pensamiento y la acción del ser humano”,
añadió.
En ese sentido, expresó que “precisamente por ser subliminal,
políticos, periodistas, empresarios, terminan aceptando esta
superchería que debilita a las naciones”.
“Siempre son las naciones las que terminan pidiendo perdón, las
que están de rodillas, las que confiesan sus errores de política
económica o el incumplimiento de las promesas. Nunca son los otros
los que reconocen sus errores”, se quejó Lavagna.