De todas maneras, Duhalde, quien volvió a calificar a Lavagna como “un gran ministro”, afirmó que “no estamos en condiciones de afrontar” el pago de los nueve mil millones de dólares que se reclaman, porque esa es la suma equivalente a las reservas en el Banco Central.
Por otra parte, el primer mandatario afirmó que se superaron varios escollos en las egociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) como el desacuerdo en torno al tema tarifas y a la intención del gobierno de prorrogar por decreto las ejecuciones hipotecarias, pero no reveló detalles.
En cuanto a la creación de un decreto que determine el aumento de las tarifas, Duhalde dijo que “no se puede descartar ni afirmar” eso, pero afirmó que “quiero que funcione el marco legal, que es lo que corresponde, y si está obstaculizado el funcionamiento de la ley, veremos qué decisión vamos a tomar”.
Además, aseguró que “no voy a tomar ninguna medida que modifique la ley de quiebras” y que favorezca a los deudores hipotecarios, que, consdieró, ya se vieron “beneficiados con la pesificación”.
Anteriormente, una alta fuente del Gobierno aseguró que la intención del Ejecutivo es firmar un “memorandum de acuerdo con el FMI esta semana, para que sirva como paso previo al acuerdo definitivo que sería alcanzado en el transcurso de la próxima”.
“La idea de máxima es que esta semana firmemos ese documento y que la semana que viene pueda venir al país una misión del fondo para cerrar el acuerdo definitivo”, afirmó la fuente.
Siguiendo este objetivo, viajó a Washington el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, y hoy hará lo propio el ministro de Economía, Roberto Lavagna.
De no cumplirse la meta fijada, la cartera económica confía en encontrar los “mecanismos” que le quiten trascendencia al vencimiento de 805 millones de dólares que tiene la Argentina el próximo jueves.
“De cualquier manera, hay que tener en cuenta que el jueves es
el día tope para pagar una deuda, pero no para que sea declarado
el default, como se ha dicho”, subrayó el funcionario.
Al respecto, consignó que el mecanismo posterior al
incumplimiento de una deuda es el siguiente: “en los 30 días
posteriores continúan los desembolsos; a los 45 días llega una
intimación de pago; a los 60 se suspenden los desembolsos y a los
180 recién es declarado el default”.
De todas maneras, Duhalde, quien volvió a calificar a Lavagna como “un gran ministro”, afirmó que “no estamos en condiciones de afrontar” el pago de los nueve mil millones de dólares que se reclaman, porque esa es la suma equivalente a las reservas en el Banco Central.
Por otra parte, el primer mandatario afirmó que se superaron varios escollos en las egociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) como el desacuerdo en torno al tema tarifas y a la intención del gobierno de prorrogar por decreto las ejecuciones hipotecarias, pero no reveló detalles.
En cuanto a la creación de un decreto que determine el aumento de las tarifas, Duhalde dijo que “no se puede descartar ni afirmar” eso, pero afirmó que “quiero que funcione el marco legal, que es lo que corresponde, y si está obstaculizado el funcionamiento de la ley, veremos qué decisión vamos a tomar”.
Además, aseguró que “no voy a tomar ninguna medida que modifique la ley de quiebras” y que favorezca a los deudores hipotecarios, que, consdieró, ya se vieron “beneficiados con la pesificación”.
Anteriormente, una alta fuente del Gobierno aseguró que la intención del Ejecutivo es firmar un “memorandum de acuerdo con el FMI esta semana, para que sirva como paso previo al acuerdo definitivo que sería alcanzado en el transcurso de la próxima”.
“La idea de máxima es que esta semana firmemos ese documento y que la semana que viene pueda venir al país una misión del fondo para cerrar el acuerdo definitivo”, afirmó la fuente.
Siguiendo este objetivo, viajó a Washington el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, y hoy hará lo propio el ministro de Economía, Roberto Lavagna.
De no cumplirse la meta fijada, la cartera económica confía en encontrar los “mecanismos” que le quiten trascendencia al vencimiento de 805 millones de dólares que tiene la Argentina el próximo jueves.
“De cualquier manera, hay que tener en cuenta que el jueves es
el día tope para pagar una deuda, pero no para que sea declarado
el default, como se ha dicho”, subrayó el funcionario.
Al respecto, consignó que el mecanismo posterior al
incumplimiento de una deuda es el siguiente: “en los 30 días
posteriores continúan los desembolsos; a los 45 días llega una
intimación de pago; a los 60 se suspenden los desembolsos y a los
180 recién es declarado el default”.