Lavagna reconoció que no hay fecha para el acuerdo con el fondo

El ministro de Economía sostuvo que "no hay ninguna fecha" para cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y explicó que "lo que existe es una negociación en curso".

2 diciembre, 2002

“No hay ninguna fecha (para cerrar un acuerdo). No existen las
fechas. Existe una negociación en curso. Lo único que hay de
límites son los hechos”, expresó Lavagna recién llegado de su gira
europea.

En tal sentido, afirmó que “seguramente hay quienes tienen una
visión distinta de cómo negociar. Hay quienes siguen creyendo que
sirve la obediencia ciega, aunque eso contradiga los intereses
nacionales”.

Con respecto a las reuniones que mantuvo con funcionarios y
empresarios europeos, indicó que “la mayor preocupación” que
encontró en ellos “tiene que ver con cuestiones de incertidumbre
política e institucional ligadas a decisiones de la Justicia”.

El funcionario comentó que en Francia, Alemania, Italia y
España (países que constituyeron su periplo europeo) “dijimos que
en la negociación con el FMI las incertidumbres políticas,
judiciales y demás que no pueden resolverse técnicamente, porque
no hay un instrumento económico para modificarlas”.

“También les dijimos que sería injusto pedirles a los técnicos
del FMI que tuvieran que tomar decisión sobre esto. No les
corresponde. Allí corresponden decisiones de orden político que
tienen que tomar los accionistas del FMI”, añadió.

Además, manifestó que “muchos medios periodísticos
internacionales y algunos de los propios directores del FMI
tomaron la postergación de pago de capital que nosotros hicimos
con el Banco Mundial como una táctica de la negociación”.

“Obviamente, cuando uno negocia, contra una táctica se responde
con otra táctica. Lo que nosotros explicamos es que lo que
Argentina había hecho no era una táctica, sino una cuestión de
hechos”, añadió.

En esa línea, el ministro resaltó que “el hecho para nosotros
-esto causó realmente impacto y fue comprendido- es que a ningún
país del mundo se le ocurriría dejar sus reservas prácticamente en
cero en los seis meses finales de gobierno y en un período
preelectoral”.

Según dijo, entre los europeos “hubo mucha preocupación no
tanto sobre el cortísimo plazo sino sobre el futuro, ya que todos
explicaron cuáles eran las pérdidas que ya habían incorporado a
sus balances y habían previsionado a raíz de la situación
argentina. Pero quieren permanecer en la Argentina ya que sus
apuestas son de mediano plazo”.

“No hay ninguna fecha (para cerrar un acuerdo). No existen las
fechas. Existe una negociación en curso. Lo único que hay de
límites son los hechos”, expresó Lavagna recién llegado de su gira
europea.

En tal sentido, afirmó que “seguramente hay quienes tienen una
visión distinta de cómo negociar. Hay quienes siguen creyendo que
sirve la obediencia ciega, aunque eso contradiga los intereses
nacionales”.

Con respecto a las reuniones que mantuvo con funcionarios y
empresarios europeos, indicó que “la mayor preocupación” que
encontró en ellos “tiene que ver con cuestiones de incertidumbre
política e institucional ligadas a decisiones de la Justicia”.

El funcionario comentó que en Francia, Alemania, Italia y
España (países que constituyeron su periplo europeo) “dijimos que
en la negociación con el FMI las incertidumbres políticas,
judiciales y demás que no pueden resolverse técnicamente, porque
no hay un instrumento económico para modificarlas”.

“También les dijimos que sería injusto pedirles a los técnicos
del FMI que tuvieran que tomar decisión sobre esto. No les
corresponde. Allí corresponden decisiones de orden político que
tienen que tomar los accionistas del FMI”, añadió.

Además, manifestó que “muchos medios periodísticos
internacionales y algunos de los propios directores del FMI
tomaron la postergación de pago de capital que nosotros hicimos
con el Banco Mundial como una táctica de la negociación”.

“Obviamente, cuando uno negocia, contra una táctica se responde
con otra táctica. Lo que nosotros explicamos es que lo que
Argentina había hecho no era una táctica, sino una cuestión de
hechos”, añadió.

En esa línea, el ministro resaltó que “el hecho para nosotros
-esto causó realmente impacto y fue comprendido- es que a ningún
país del mundo se le ocurriría dejar sus reservas prácticamente en
cero en los seis meses finales de gobierno y en un período
preelectoral”.

Según dijo, entre los europeos “hubo mucha preocupación no
tanto sobre el cortísimo plazo sino sobre el futuro, ya que todos
explicaron cuáles eran las pérdidas que ya habían incorporado a
sus balances y habían previsionado a raíz de la situación
argentina. Pero quieren permanecer en la Argentina ya que sus
apuestas son de mediano plazo”.

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