Las jugadas de Alfonsín

Intensa actividad de Raúl Alfonsín. Recibió a sindicalistas, propuso una concertación para negociar mejor en el exterior.Deliberó con diputados provinciales y marcó estrategias.

15 julio, 2000

Raúl Alfonsín ha mantenido una posición de crítica constructiva respecto del gobierno de la alianza y de su correligionario Fernando De la Rúa; aunque haya manifestado públicamente sus discrepancias con algunas medidas adoptadas por el equipo económico, se ha ofrecido a actuar, por líneas paralelas, como un hombre respetuoso de la disciplina partidaria que ha caracterizado a la Unión Cívica Radical. Hábil tejedor de alianzas y de acercamientos, se mostró útil interlocutor con sectores políticos del justicialismo, en particular Eduardo Duhalde, o con el dirigente de la CGT disidente, Hugo Moyano.

No ha vacilado, incluso, en recibir en su casa a sindicalistas de la CGT oficial, si bien vinculados con el ex gobernador de Buenos Aires y presidente del justicialismo bonaerense. La propuesta encontró eco favorable en los invitados, consubstanciados con el pensamiento de Duhalde quien, como el líder radical, cree en la necesidad de descomprimir la situación social y encarar de común acuerdo una política de Estado para encauzar la marcha del país.

El miércoles, Alfonsín se reunió en La Plata con los 29 diputados de la Unión Cívica Radical de la provincia de Buenos Aires. Durante la reunión analizó la relación que debe mantener la oposición respecto del gobierno de Carlos Ruckauf y la acción partidaria destinada a encarar las elecciones de renovación parlamentaria del 2001. Presente el titular bonaerense del partido, Leopoldo Moreau, se efectuaron autocríticas a la eficacia de la acción parlamentaria local y se decidió acordarle un mayor protagonismo para consolidar la imagen de la Alianza en vistas a los próximos comicios.

Propósitos no fáciles de obtener en mérito a las cordiales relaciones de carácter personal y político que mantienen el Presidente y el gobernador de Buenos Aires quien, en diversas oportunidades no vaciló en apoyar algunas medidas del gobierno, a riesgo de enfrentar censuras dentro de su partido.

Como lo hiciera al finalizar la semana anterior, cuando en declaraciones a los medios expresó que apoyará el Plan Federal de Infraestructura que el gobierno federal enviará al congreso. Dijo que lo hará con la misma energía con que se opuso oportunamente a los términos del ajuste fiscal en lo referido al aumento de impuestos y al recorte de salarios.

El jueves, en el acto realizado en la planta aeronáutica administrada por Lockheed, en Córdoba, Fernando De la Rúa, apeló a la ironía para contestar a algunas expresiones de Alfonsín, difundidas durante una entrevista televisiva. Aludió a la calificación de 7 puntos dada por el líder radical a su gobierno: “Yo sé que Alfonsín lo hace con toda generosidad, ponerme una nota más alta de la que él mismo tenía”— dijo—.

Raúl Alfonsín ha mantenido una posición de crítica constructiva respecto del gobierno de la alianza y de su correligionario Fernando De la Rúa; aunque haya manifestado públicamente sus discrepancias con algunas medidas adoptadas por el equipo económico, se ha ofrecido a actuar, por líneas paralelas, como un hombre respetuoso de la disciplina partidaria que ha caracterizado a la Unión Cívica Radical. Hábil tejedor de alianzas y de acercamientos, se mostró útil interlocutor con sectores políticos del justicialismo, en particular Eduardo Duhalde, o con el dirigente de la CGT disidente, Hugo Moyano.

No ha vacilado, incluso, en recibir en su casa a sindicalistas de la CGT oficial, si bien vinculados con el ex gobernador de Buenos Aires y presidente del justicialismo bonaerense. La propuesta encontró eco favorable en los invitados, consubstanciados con el pensamiento de Duhalde quien, como el líder radical, cree en la necesidad de descomprimir la situación social y encarar de común acuerdo una política de Estado para encauzar la marcha del país.

El miércoles, Alfonsín se reunió en La Plata con los 29 diputados de la Unión Cívica Radical de la provincia de Buenos Aires. Durante la reunión analizó la relación que debe mantener la oposición respecto del gobierno de Carlos Ruckauf y la acción partidaria destinada a encarar las elecciones de renovación parlamentaria del 2001. Presente el titular bonaerense del partido, Leopoldo Moreau, se efectuaron autocríticas a la eficacia de la acción parlamentaria local y se decidió acordarle un mayor protagonismo para consolidar la imagen de la Alianza en vistas a los próximos comicios.

Propósitos no fáciles de obtener en mérito a las cordiales relaciones de carácter personal y político que mantienen el Presidente y el gobernador de Buenos Aires quien, en diversas oportunidades no vaciló en apoyar algunas medidas del gobierno, a riesgo de enfrentar censuras dentro de su partido.

Como lo hiciera al finalizar la semana anterior, cuando en declaraciones a los medios expresó que apoyará el Plan Federal de Infraestructura que el gobierno federal enviará al congreso. Dijo que lo hará con la misma energía con que se opuso oportunamente a los términos del ajuste fiscal en lo referido al aumento de impuestos y al recorte de salarios.

El jueves, en el acto realizado en la planta aeronáutica administrada por Lockheed, en Córdoba, Fernando De la Rúa, apeló a la ironía para contestar a algunas expresiones de Alfonsín, difundidas durante una entrevista televisiva. Aludió a la calificación de 7 puntos dada por el líder radical a su gobierno: “Yo sé que Alfonsín lo hace con toda generosidad, ponerme una nota más alta de la que él mismo tenía”— dijo—.

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