Lámparas por cacerolas: empieza el plan pro eficiencia energética

En medio de una ola de protestas de vecinos en varias localidades del país, a causa de cortes de luz y agua, el gobierno nacional de Cristina Fernández se dispone a repartir lámparas de bajo consumo.

6 enero, 2008

Mientras aumenta en los últimos días 100% la compra de aires acondicionados
“splits”, situación que tensará aún más el ya roto equilibrio entre oferta y
demanda de energía eléctrica, funcionarios nacionales se reúnen con
representantes de entidades de consumidores y reciben propuestas empresarias
para definir el mecanismo de distribución de lámparas de bajo consumo, a
implementar desde la semana próxima.

Este viernes, el Gobierno recibió a representantes de la Asociación de
Consumidores y Usuarios de la Argentina (Adecua). El subsecretario de
Coordinación del Ministerio de Planificación, Roberto Barata, “coordinador
operativo” del plan, encabezó el encuentro.

En la reunión, se confirmó que el plan comenzará a implementarse la semana
próxima. Se acordó que, acompañado del cambio de lámparas, se entregarán
folletos explicativos sobre cómo hacer un uso racional de la electricidad.
Además de funcionarios nacionales y representantes de Adecua, estuvieron
presentes las gobernaciones de Córdoba, Mendoza y Santa Fe, de la Federación
de Municipios Bonaerenses, de los municipios de Rosario y Mar del Plata, de
la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), de la Asociación de
Distribuidores de Energía Eléctrica de la República Argentina (Adeera).
Quienes tendrán la responsabilidad operativa del canje serán las
distribuidoras Edenor, Edesur y Edelap.

Pero el Gobierno recibió la critica de otras entidades que denunciaron que
fueron discriminadas. Los titulares de CEC, Deuco; Union de Usuarios,
Consumidores Libres, Addec y ACIJ se refirieron críticamente a la no
incorporación en la agenda de discusión de los problemas de fondo que hacen
a la crisis energética, falta de luz, aumentos en los combustibles y
exigieron la implementación de medidas para frenar la “ola de cortes
energéticos que afecta a la población”.

Estas asociaciones se oponen a la entrega de lámparas bajo consumo porque,
afirman, no asegura una solución de fondo al problema que vive la población.
El cambio de ceca de 20 millones de bombitas es parte del Programa de Uso
Racional de la Energía Eléctrica que lanzó el gobierno nacional los últimos
días de diciembre, que incluyen el adelanto de la hora aplicado el 30 de
diciembre pasado, además de la instalación de lámparas de bajo consumo en
edificios y oficinas públicas, límites para el uso de aire acondicionado y
para la iluminación de marquesinas, entre otros, con el fin de incrementar
la oferta de electricidad para la industria en unos 2.600 megavatios.

Además de la reunión con la asociación de consumidores, funcionarios del
gobierno ya se reunieron con empresas distribuidoras y con intendentes para
definir los planes pilotos: los primeros lugares donde se empezará a tocar
timbre puerta a puerta para ofrecer el cambio de dos lamparitas.

La Secretaría de Energía, por su parte, recibió de parte de las importadoras
de lámparas nucleadas en Cadieel un cronograma de entrega de cinco millones
de focos de bajo consumo que serán distribuidos.
El Gobierno tiene entre sus opciones, comprar cinco millones de lámparas
(que forman parte de la primera etapa del programa) a Cuba, o que sean
provistas por las importadoras locales, en donde Cadieel tiene el mayor
peso. La producción nacional de este tipo de lámparas es nula.

El precio que ofrecen las importadoras locales por cada lámpara rondaría
entre 5 y 7 pesos. Actualmente, el precio vigente en el mercado se encuentra
entre 10 y 14 pesos, según la marca.

En tanto, el ministro de Planificación, Julio De Vido, aseguró que el cambio
de hora “está funcionando perfectamente” y que el máximo consumo diario pasó
de las 21 a las 23, con lo cual se accede al pico en forma menos abrupta.

Según informó la agencia Télam, De Vido explicó que “ya tenemos un ahorro
que calculamos entre 150 y 175 megavatios diarios”.

Este plan se trata de implementar en medio de la ola de protestas que
llevaron a numerosos vecinos de distintos barrios porteños a cortar calles e
interrumpir el tránsito, al son de las cacerolas, como forma de protesta por
los cortes de agua y luz que vienen sufriendo desde el 31 de diciembre por
la tarde.

El mismo De Vido, el jueves pasado, recordó que dentro del Plan de Uso
Racional de la Energía “no hay que olvidarse que el agua es también energía,
porque para moverla, trasladarla, y subirla para ser distribuida a la ciudad
se utiliza energía eléctrica”.

“Por lo tanto -remarcó-, el uso racional del agua va a tener un importante
protagonismo dentro del plan de racionalidad energética”.

Mientras aumenta en los últimos días 100% la compra de aires acondicionados
“splits”, situación que tensará aún más el ya roto equilibrio entre oferta y
demanda de energía eléctrica, funcionarios nacionales se reúnen con
representantes de entidades de consumidores y reciben propuestas empresarias
para definir el mecanismo de distribución de lámparas de bajo consumo, a
implementar desde la semana próxima.

Este viernes, el Gobierno recibió a representantes de la Asociación de
Consumidores y Usuarios de la Argentina (Adecua). El subsecretario de
Coordinación del Ministerio de Planificación, Roberto Barata, “coordinador
operativo” del plan, encabezó el encuentro.

En la reunión, se confirmó que el plan comenzará a implementarse la semana
próxima. Se acordó que, acompañado del cambio de lámparas, se entregarán
folletos explicativos sobre cómo hacer un uso racional de la electricidad.
Además de funcionarios nacionales y representantes de Adecua, estuvieron
presentes las gobernaciones de Córdoba, Mendoza y Santa Fe, de la Federación
de Municipios Bonaerenses, de los municipios de Rosario y Mar del Plata, de
la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), de la Asociación de
Distribuidores de Energía Eléctrica de la República Argentina (Adeera).
Quienes tendrán la responsabilidad operativa del canje serán las
distribuidoras Edenor, Edesur y Edelap.

Pero el Gobierno recibió la critica de otras entidades que denunciaron que
fueron discriminadas. Los titulares de CEC, Deuco; Union de Usuarios,
Consumidores Libres, Addec y ACIJ se refirieron críticamente a la no
incorporación en la agenda de discusión de los problemas de fondo que hacen
a la crisis energética, falta de luz, aumentos en los combustibles y
exigieron la implementación de medidas para frenar la “ola de cortes
energéticos que afecta a la población”.

Estas asociaciones se oponen a la entrega de lámparas bajo consumo porque,
afirman, no asegura una solución de fondo al problema que vive la población.
El cambio de ceca de 20 millones de bombitas es parte del Programa de Uso
Racional de la Energía Eléctrica que lanzó el gobierno nacional los últimos
días de diciembre, que incluyen el adelanto de la hora aplicado el 30 de
diciembre pasado, además de la instalación de lámparas de bajo consumo en
edificios y oficinas públicas, límites para el uso de aire acondicionado y
para la iluminación de marquesinas, entre otros, con el fin de incrementar
la oferta de electricidad para la industria en unos 2.600 megavatios.

Además de la reunión con la asociación de consumidores, funcionarios del
gobierno ya se reunieron con empresas distribuidoras y con intendentes para
definir los planes pilotos: los primeros lugares donde se empezará a tocar
timbre puerta a puerta para ofrecer el cambio de dos lamparitas.

La Secretaría de Energía, por su parte, recibió de parte de las importadoras
de lámparas nucleadas en Cadieel un cronograma de entrega de cinco millones
de focos de bajo consumo que serán distribuidos.
El Gobierno tiene entre sus opciones, comprar cinco millones de lámparas
(que forman parte de la primera etapa del programa) a Cuba, o que sean
provistas por las importadoras locales, en donde Cadieel tiene el mayor
peso. La producción nacional de este tipo de lámparas es nula.

El precio que ofrecen las importadoras locales por cada lámpara rondaría
entre 5 y 7 pesos. Actualmente, el precio vigente en el mercado se encuentra
entre 10 y 14 pesos, según la marca.

En tanto, el ministro de Planificación, Julio De Vido, aseguró que el cambio
de hora “está funcionando perfectamente” y que el máximo consumo diario pasó
de las 21 a las 23, con lo cual se accede al pico en forma menos abrupta.

Según informó la agencia Télam, De Vido explicó que “ya tenemos un ahorro
que calculamos entre 150 y 175 megavatios diarios”.

Este plan se trata de implementar en medio de la ola de protestas que
llevaron a numerosos vecinos de distintos barrios porteños a cortar calles e
interrumpir el tránsito, al son de las cacerolas, como forma de protesta por
los cortes de agua y luz que vienen sufriendo desde el 31 de diciembre por
la tarde.

El mismo De Vido, el jueves pasado, recordó que dentro del Plan de Uso
Racional de la Energía “no hay que olvidarse que el agua es también energía,
porque para moverla, trasladarla, y subirla para ser distribuida a la ciudad
se utiliza energía eléctrica”.

“Por lo tanto -remarcó-, el uso racional del agua va a tener un importante
protagonismo dentro del plan de racionalidad energética”.

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