<p>Años de combatir crisis financieras y alimentar un sistema bancario voraz no rindieron frutos positivos ni atenuaron la volatilidad o la fragilidad en buena parte del mundo. Este cuadro se agrava porque –subrayaban algunos bancos centrales- “la Reserva Federal ya no cuenta con instrumentos capaces de reactivar la economía real. Sus tasas referenciales cortas están en casi cero”.<br />
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Así recalca un documento final del simposio. Por otra parte, en la Eurozona “van ya tres años de crisis en materia de endeudamiento soberano. El sistema, pues, se expone a gobiernos sobre-endeudados y dispone de escaso capital”. Al respecto, la hasta ahora silenciosa Lagarde puso en evidencia “una emergencia angustiosa. Corremos el albur de que descarrile la endeble recuperación en economías de la Unión Europea”.<br />
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Ese peligro “se acentúa por una sensación en el público: la dirigencia política no acierta a encarar correctamente los problemas”. Por cierto, Lagarde no encabeza un ente emisor ni es economista, pero estaba transmitiendo lo mismo que varios jefes de bancos centrales en Wyoming. Tal vez reflejando un cauto repunte de intereses referenciales (Banco Central Europeo), la directora del FMI exhortó a “mantener políticas marcadamente favorables a un rebote-”<br />
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A diferencia de sus dos últimos antecesores (Dominique Strauss-Kahn, John Lipsky), Lagarde estuvo dura con las cúpulas políticas y sus excesos de astringencia a corto plazo. “Como Estados Unidos, el Eurogrupo debiera reducir el déficit fiscal a largo plazo, aunque sin necesidad de recortes tan agresivos que frustren el incipiente crecimiento económico”.<br />
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Semejante tono trasunta dos cosas. Una, cierta crítica a planes de austeridad tan ortodoxos como los impuestos a Grecia o Portugal. Otra, la inminencia de otra borrascosa reunión en el grupo de los 20, prevista para noviembre en Cannes. <br />
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Lagarde habló y suena pesimista
A pesar de tantas medidas de estímulo, debe admitirse que la salud económica occidental continúa precaria. Asi lo señaló en Jackson Hole, Wyoming la directora gerente del Fondo Monetario Internacional por fin se decidió a hablar.