La situación fiscal según el Bapro
Según el banco, la implementación del impuesto a las operaciones bancarias y los recortes en el gasto nacional presupuestado son consecuencias directas del desvío de las metas fijadas con el FMI.
El Banco de la Provincia de Buenos Aires (Bapro) dio a conocer hoy (jueves 26) el último informe semanal en el cual analiza la situación de las cuentas fiscales y los posibles pasos a seguir por el Gobierno.
La perspectiva fiscal del gobierno nacional fue revelada el lunes por el ministro de Economía, Domingo Cavallo, presionado por los mercados, en una carta abierta que les dirigió para explicar su visión acerca de los caminos para superar la crisis argentina y brindar la proyección de los números relevantes que permitirían la neutralización de los desvíos presupuestarios estimados para este año.
Según recoge el Bapro, el desvío total estimado de $ 3.200 millones, respecto de la meta de déficit de $ 6.500 millones acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI), llevó al Gobierno a decidir una estrategia doble que comenzó por el lado de los ingresos (mediante el nuevo impuesto a las operaciones bancarias) y continúa ahora con recortes en el gasto nacional presupuestado.
Se confirmó, por un lado, que se espera recaudar $ 2.200 millones con el nuevo impuesto durante 2001, tal como anticipó hace algunas semanas otro informe del Bapro.
Y se brindaron ahora los lineamientos generales de la política de gasto, que supone reducciones de hasta $ 1.100 millones.
En suma, según el Bapro, esta doble estrategia proveería, de acuerdo a la visión oficial, $ 100 millones más que lo requerido para contener el desvío (explicado en lo sustancial por una situación económica mucho más comprometida que la prevista por las anteriores autoridades económicas).
Las correcciones del gasto ya decididas suman unos $ 380 millones; y otros $ 320 millones se alcanzarán con decisiones a tomar en los próximos días.
Ambos rubros completan una reducción de las erogaciones del año por $ 700 millones, y $ 400 millones adicionales se completarán mediante “otras correcciones tributarias y del gasto” a practicar “para compensar transferencias de gastos del año pasado (decidias por las anteriores autoridades de Economía)”, según señaló Cavallo en su carta abierta.
Según el informe del Bapro, la información oficial no incluye ninguna mención a los nuevos supuestos macroeconómicos que dan sustento a este nuevo escenario, una omisión explicable si se consideran la gran volatilidad de la situación financiera predominante momento de emitirse la carta abierta y el hecho de que en estos días se discutió con la misión del FMI acerca de los nuevos parámetros para el ejercicio.
En la hipótesis de que se alcanzase un tasa de crecimiento del PBI de 1% durante 2001, el desvío esperable para el déficit podría ser algo superior al esperado por las autoridades: del orden de los $ 3.800 millones.
En tal caso, según el Bapro, la corrección presupuestaria necesaria sería algo superior a la hoy prevista (del orden de los $ 1.600 millones), siempre y cuando el impacto del nuevo impuesto a las operaciones bancarias no afecte adicionalmente a la recaudación del IVA y del impuesto a las ganancias.
El Banco de la Provincia de Buenos Aires (Bapro) dio a conocer hoy (jueves 26) el último informe semanal en el cual analiza la situación de las cuentas fiscales y los posibles pasos a seguir por el Gobierno.
La perspectiva fiscal del gobierno nacional fue revelada el lunes por el ministro de Economía, Domingo Cavallo, presionado por los mercados, en una carta abierta que les dirigió para explicar su visión acerca de los caminos para superar la crisis argentina y brindar la proyección de los números relevantes que permitirían la neutralización de los desvíos presupuestarios estimados para este año.
Según recoge el Bapro, el desvío total estimado de $ 3.200 millones, respecto de la meta de déficit de $ 6.500 millones acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI), llevó al Gobierno a decidir una estrategia doble que comenzó por el lado de los ingresos (mediante el nuevo impuesto a las operaciones bancarias) y continúa ahora con recortes en el gasto nacional presupuestado.
Se confirmó, por un lado, que se espera recaudar $ 2.200 millones con el nuevo impuesto durante 2001, tal como anticipó hace algunas semanas otro informe del Bapro.
Y se brindaron ahora los lineamientos generales de la política de gasto, que supone reducciones de hasta $ 1.100 millones.
En suma, según el Bapro, esta doble estrategia proveería, de acuerdo a la visión oficial, $ 100 millones más que lo requerido para contener el desvío (explicado en lo sustancial por una situación económica mucho más comprometida que la prevista por las anteriores autoridades económicas).
Las correcciones del gasto ya decididas suman unos $ 380 millones; y otros $ 320 millones se alcanzarán con decisiones a tomar en los próximos días.
Ambos rubros completan una reducción de las erogaciones del año por $ 700 millones, y $ 400 millones adicionales se completarán mediante “otras correcciones tributarias y del gasto” a practicar “para compensar transferencias de gastos del año pasado (decidias por las anteriores autoridades de Economía)”, según señaló Cavallo en su carta abierta.
Según el informe del Bapro, la información oficial no incluye ninguna mención a los nuevos supuestos macroeconómicos que dan sustento a este nuevo escenario, una omisión explicable si se consideran la gran volatilidad de la situación financiera predominante momento de emitirse la carta abierta y el hecho de que en estos días se discutió con la misión del FMI acerca de los nuevos parámetros para el ejercicio.
En la hipótesis de que se alcanzase un tasa de crecimiento del PBI de 1% durante 2001, el desvío esperable para el déficit podría ser algo superior al esperado por las autoridades: del orden de los $ 3.800 millones.
En tal caso, según el Bapro, la corrección presupuestaria necesaria sería algo superior a la hoy prevista (del orden de los $ 1.600 millones), siempre y cuando el impacto del nuevo impuesto a las operaciones bancarias no afecte adicionalmente a la recaudación del IVA y del impuesto a las ganancias.
