La reforma fiscal duraría 15 años

Se espera que entre en vigor el año próximo. Estará sometida a revisiones periódicas. Se procura eliminar impuestos distorsivos. Un economista español actuiará como asesor.

10 enero, 2001

El jefe de Gabinete se reunió ayer (martes 9) con el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja, Raúl Baglini, y con el peronista Jorge Remes Lenicov.

Luego del encuentro, Colombo afirmó que se busca que la reforma tributaria que impulsa el Gobierno tenga “un horizonte prolongado” de por lo menos quince años, con revisiones periódicas cada cinco años, para dar un período de estabilidad fiscal.

El funcionario recibió diversas propuestas de parte de Baglini y Lenicov y aguarda las observaciones que el equipo de Domingo Cavallo le realizará después de haber analizado el funcionamiento de la DGI.

El Jefe de Gabinete continuará con una serie de encuentros con distintos actores políticos y técnicos de manera de consensuar una reforma impositiva que pueda sostenerse a los largo del tiempo.

Con esta idea, Colombo señaló que después que se tengan todas las propuestas serán consultadas distintas fundaciones económicas para unificar criterios, al tiempo que anunció que fue contratado el ex ministro de Economía español Carlos Solchaga para que asesore al Gobierno y tener lista una propuesta en 120 días.

Si bien el Gobierno pensaba enviar este año el proyecto de ley de reforma impositiva al Congreso, el diputado Baglini anticipó que sería “un milagro que se apruebe en un año electoral”.

Colombo enfatizó que este año no habrá modificaciones y tampoco se impulsarán blanqueos y moratorias, porque esas medidas podrían afectar el actual nivel de recaudación.

Tanto el jefe de Gabinete como Baglini y Remes Lenicov se mostraron partidarios de eliminar impuestos tales como ingresos brutos y sellos, “los más distorsivos existentes”, al tiempo que el jefe de Gabinete señaló que “se analiza no conceder exenciones vía impuestos, sino vía gastos como una forma de hacer más transparente el sistema”.

Puntualizó ,también, que la lucha contra la evasión debe darse tanto en la Nación como en las provincias y los municipios, para lo cual “el primer punto tocado con los gobernadores es hacer una clave única tributaria para el pago de impuestos que permita entrecruzar los datos de los contribuyentes”.

Quienes participaron en el encuentro coincidieron en que el cobro de impuestos está parcialmente tercerizado, ya que se realiza por medio de los bancos, pero se manifestaron contrarios a dejar en manos privadas el control impositivo.

El jefe de Gabinete se reunió ayer (martes 9) con el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja, Raúl Baglini, y con el peronista Jorge Remes Lenicov.

Luego del encuentro, Colombo afirmó que se busca que la reforma tributaria que impulsa el Gobierno tenga “un horizonte prolongado” de por lo menos quince años, con revisiones periódicas cada cinco años, para dar un período de estabilidad fiscal.

El funcionario recibió diversas propuestas de parte de Baglini y Lenicov y aguarda las observaciones que el equipo de Domingo Cavallo le realizará después de haber analizado el funcionamiento de la DGI.

El Jefe de Gabinete continuará con una serie de encuentros con distintos actores políticos y técnicos de manera de consensuar una reforma impositiva que pueda sostenerse a los largo del tiempo.

Con esta idea, Colombo señaló que después que se tengan todas las propuestas serán consultadas distintas fundaciones económicas para unificar criterios, al tiempo que anunció que fue contratado el ex ministro de Economía español Carlos Solchaga para que asesore al Gobierno y tener lista una propuesta en 120 días.

Si bien el Gobierno pensaba enviar este año el proyecto de ley de reforma impositiva al Congreso, el diputado Baglini anticipó que sería “un milagro que se apruebe en un año electoral”.

Colombo enfatizó que este año no habrá modificaciones y tampoco se impulsarán blanqueos y moratorias, porque esas medidas podrían afectar el actual nivel de recaudación.

Tanto el jefe de Gabinete como Baglini y Remes Lenicov se mostraron partidarios de eliminar impuestos tales como ingresos brutos y sellos, “los más distorsivos existentes”, al tiempo que el jefe de Gabinete señaló que “se analiza no conceder exenciones vía impuestos, sino vía gastos como una forma de hacer más transparente el sistema”.

Puntualizó ,también, que la lucha contra la evasión debe darse tanto en la Nación como en las provincias y los municipios, para lo cual “el primer punto tocado con los gobernadores es hacer una clave única tributaria para el pago de impuestos que permita entrecruzar los datos de los contribuyentes”.

Quienes participaron en el encuentro coincidieron en que el cobro de impuestos está parcialmente tercerizado, ya que se realiza por medio de los bancos, pero se manifestaron contrarios a dejar en manos privadas el control impositivo.

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