<p>En realidad, el gobierno le plantea al Congreso, aparte de una batalla campal con los republicanos, un aumento de dos billones en la presión tributaria. Esto implica US$ 8,5 billones de deuda adicional desde el próximo año fiscal hasta 2020/1. Sobre esta cifra de montará la oposición, acaudillada “desde fuera” por Scott Brown, el ultraderechista gobernador de Massachusetts y su correligionaria Sarah Palin.<br />
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Pero los republicanos saben que los inevitables problemas políticos emergentes de este proyecto remiten a los ocho años de gestión de George W.Bush, que había heredado de William J.Clinton en 2001 un superávit de US$ 296.000 millones. Las guerras de Irak y Afganistan-Pakistán ayudaron a que el rojo alcanzase las cotas actuales. Increíblemente, “en materia bélica Obama sigue a Bush”, sostienen George Soros y Jeffrey Sachs.<br />
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Las erogaciones propuestas elevarán el déficit a US$ 1,4 billones, contra 1,2 billones en 2009/10. Pero los futuros recortes e impuestos lo disminuirán nuevamente a US$ 1,2 billones en valores constantes. En el ejercicio 2011/12, por ejemplo, la cifra cederá a US$ 1,3 billones. No obstante, el rojo primario no bajará de US$ 700.0000 millones en dólares actuales hasta 2020/1, según proyecciones del Tesoro.<br />
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Los ya polémicos US$ 1,9 billones en gabelas a ricos y sus banqueros abarcan unos US$ 800.000 millones en impuestos a contribuyentes que ganen más de 250.000 anuales y entidades financieras beneficiarias de rescates. También se recortan programas como el segundo viaje a la Luna, en tanto se eliminan exenciones tributarias a tres sectores por demás subsidiados: petróleo refinado, gas natural y carbón.<br />
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Naturalmente, el legado republicano no será olvidado durante los debates parlamentarios en ciernes. Tanto los aprietos fiscales como las crisis iniciadas con el colapso de malas hipotecas (2006/7), la recesión 2007/9, el desempleo consiguiente y dos guerras inútiles son herencias de Bush. Así lo reitera el mensaje de Obama adjunto al segundo presupuesto de su mandato.<br />
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El informe económico anexo al proyecto estima que el producto bruto interno repuntará 2,7% este año calendario y 3,8% en 2011. Sin embargo, el desempleo no se moverá mucho de 10% de la población activa en 2010 y cederá apenas a 9,2% al año siguiente (Clinton dejó sólo 4,2% en 2000).<br />
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En rigor, el nivel de ocupación recién será inferior a 6% en 2015. Claro, estas cifras harían la felicidad en la Unión Europea, donde España o Grecia orillan 18%. El mismo documento calcula 1,9% de inflación minorista en 2010 y 1,5% en 2011. Volviendo al déficit, en 2009/10 representará 10,6% del PBI, máximo desde 1945, pero se busca achicarlo a 3% hacia 2019/20. Todas estas cifras y las de la UE trasuntan una realidad poco grata a los banqueros centrales y privados de Occidente: no hay posibilidades de volver al modelo anglosajón, máxime con los “capitalismos heterodoxos” prosperando en China, India, Brasil, etc. <br />
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La ofensiva contra los ricos: US$ 1,9 billones en impuestos
Por supuesto, Barack Obama lanza un presupuesto 2010/11 por US$ 3,8 billones en gastos (millones de millones). Pero las claves son esos gravámenes más 100.000 millones en estímulos a la demanda laboral (como pedía Joseph Stiglitz el jueves en el sitio Global Viewpoint).