La marcha de la economía

El FMI advierte signos de una lenta recuperación de la economía aunque se mostró preocupado por el "mal estado anímico social". Dos calificadoras mostraron informes contradictorios.

30 septiembre, 2000

Los medios se hacían eco el martes de la opinión de los expertos en economía sobre las perspectivas de crecimiento de la Argentina. Desde Praga, donde funcionaba la asamblea de gobernadores del Fondo Monetario Internacional, llegaban voces que expresaban su desconcierto por el estancamiento de nuestro país, mientras la agencia calificadora Standard & Poor´s manifestaba un cauto optimismo al respecto y anunciaba que percibía menos riesgo de incumplimiento de deudas públicas en América latina en el 200l; además sintetizó la situación del sistema financiero argentino afirmando que “Los bancos argentinos ganan poco, en parte por las regulaciones prudenciales que tienen para operar. Pero esas regulaciones son las que brindaron el eje de un sistema financiero saneado y saludable”. Su rivalMoody´s había dado, unos día antes, una pobre calificación a los bancos nacionales.

Un informe que dio a conocer la consultora Ecolatina anunciaba que la economía del segundo semestre mostraría una recuperación, fundamentalmente por el impulso de la producción industrial entre octubre y diciembre. El PBI tendría –este año– un incremento de entre 2% y 2,5%; con un alza estimada entre 2,5% y 3% en el tercer trimestre y de 3% a 3,5% en el cuarto, comparando en todos los casos con el año 1999.

En términos desestacionalizados, el PBI aumentaría entre 2 y 2,55 en el año, lo cual implica que aunque no existe un claro despegue pero se advierte un sendero de leve recuperación.

Desde el FMI, Thomas Reichmann puso en tela de juicio la psicología de los argentinos y se mostró “frustrado” por el mal humor imperante que no permite el despegue de la economía.

Por su parte, el secretario del Tesoro de los Estados Unidos–Larry Summers– brindó el apoyo de su gobierno a la política económica argentina. Y afirmó que esa postura se mantendrá sea cuales fueren los resultados de las próximas elecciones presidenciales en su país. En Estados Unidos parecen tener una visión más optimista respecto de la Argentina; en Nueva York se conoció el informe del Deutsche Bank en el que se afirma que en las últimas semanas mejoraron significativamente las condiciones para que avance el crecimiento económico del país. Aunque lo limita a una tasa de 1,4% para este año. Afirma el informe que la expansión será alentada por un aumento continuo en las exportaciones y la recuperación de la demanda de los consumidores.

Los medios se hacían eco el martes de la opinión de los expertos en economía sobre las perspectivas de crecimiento de la Argentina. Desde Praga, donde funcionaba la asamblea de gobernadores del Fondo Monetario Internacional, llegaban voces que expresaban su desconcierto por el estancamiento de nuestro país, mientras la agencia calificadora Standard & Poor´s manifestaba un cauto optimismo al respecto y anunciaba que percibía menos riesgo de incumplimiento de deudas públicas en América latina en el 200l; además sintetizó la situación del sistema financiero argentino afirmando que “Los bancos argentinos ganan poco, en parte por las regulaciones prudenciales que tienen para operar. Pero esas regulaciones son las que brindaron el eje de un sistema financiero saneado y saludable”. Su rivalMoody´s había dado, unos día antes, una pobre calificación a los bancos nacionales.

Un informe que dio a conocer la consultora Ecolatina anunciaba que la economía del segundo semestre mostraría una recuperación, fundamentalmente por el impulso de la producción industrial entre octubre y diciembre. El PBI tendría –este año– un incremento de entre 2% y 2,5%; con un alza estimada entre 2,5% y 3% en el tercer trimestre y de 3% a 3,5% en el cuarto, comparando en todos los casos con el año 1999.

En términos desestacionalizados, el PBI aumentaría entre 2 y 2,55 en el año, lo cual implica que aunque no existe un claro despegue pero se advierte un sendero de leve recuperación.

Desde el FMI, Thomas Reichmann puso en tela de juicio la psicología de los argentinos y se mostró “frustrado” por el mal humor imperante que no permite el despegue de la economía.

Por su parte, el secretario del Tesoro de los Estados Unidos–Larry Summers– brindó el apoyo de su gobierno a la política económica argentina. Y afirmó que esa postura se mantendrá sea cuales fueren los resultados de las próximas elecciones presidenciales en su país. En Estados Unidos parecen tener una visión más optimista respecto de la Argentina; en Nueva York se conoció el informe del Deutsche Bank en el que se afirma que en las últimas semanas mejoraron significativamente las condiciones para que avance el crecimiento económico del país. Aunque lo limita a una tasa de 1,4% para este año. Afirma el informe que la expansión será alentada por un aumento continuo en las exportaciones y la recuperación de la demanda de los consumidores.

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