La huelga ya tiene un muerto

A partir de la media mañana de hoy (viernes 24) se registraron atentados e incidentes en distintos puntos del país. Un piquetero fue baleado en la provincia de Chaco y perdió la vida.

24 noviembre, 2000

Con altos niveles de acatamiento por la paralización total del transporte se inició hoy (viernes 24) la segunda jornada de huelga general, que en las últimas horas causó la muerte de un manifestante.

Las calles de Buenos Aires y de las principales ciudades del interior de Argentina quedaron prácticamente desiertas de automóviles, mientras que unos pocos autobuses conducidos por sus propietarios cumplieron con los recorridos habituales y en algunos casos fueron objeto de agresiones a pedradas.

El presidente Fernando de la Rúa advirtió que el tercer paro que afronta su administración en 11 meses de gestión “se está haciendo sobre la presión y la amenaza” a la población.

Las autoridades sostienen que la medida cuenta con un alto índice de adhesión debido al “miedo” que siente la población a sufrir actos de violencia.

De mismo modo se había referido el ministro del Interior, Federico Storani al afirmar que la adhesión al paro no se puede precisar debido a que no “no se permitió la libre circulación y hubo un clima de intimidación previa” que, en última instancia, “impide que la gente llegue a su trabajo”.

A su vez, las tres centrales convocantes consideraron que la movilización contra la política económica y social que sigue el Gobierno es un “éxito”, según sus portavoces.


El titular de la CGT oficial, Rodolfo Daer, estimó que el acatamiento a la protesta estuvo por encima de 90% y advirtió que realizará una marcha en los próximos días al Ministerio de Economía y convocará a un nuevo paro para diciembre en caso que el Gobierno se haga el distraido ante “el reclamo contra la política económica”.

A media mañana de comenzaron a registrarse diversos incidentes en varios puntos del país.

En la ciudad de Resistencia, un huelguista de 23 años murió tras recibir disparos de pistola que hizo un hombre furioso por un corte del tránsito.

El agresor escapó y en el incidente, ocurrido anoche, fue herido en un brazo otro manifestante que formaba parte de un grupo de trabajadores y desempleados que habían cortado un puente sobre la vía del ferrocarril, informó la Policía.

En Rosario se registraron saqueos a supermercados de la zona sur de la ciudad; varios de los manifestantes tenían armas de fuego; hubo enfrentamientos con la policía que dieron como saldo, un comisario con heridas de bala.

En La Plata, un grupo de trabajadores de la CTA corta la intersección del Camino General Belgrano y la calle 514; el piquete se desarrolla a metros de dos hipermercados y se temen nuevos saqueos.

La provincia de Córdoba también vive, de acuerdo a los periodistas locales, un clima de profunda tensión en el que se temen por saqueos a comercios y otros hechos de vandalismo.

Mientras tanto, en la ciudad de Buenos Aires un grupo de manifestantes ocupó el hall central del Banco Nación y otros recorren los bancos del microcentro para asegurarse la adhesión a la medida de fuerza.

Esta mañana la policía detuvo a ocho activistas que estaban apostados en la cabecera de una empresa de transporte en el barrio porteño de Once, para impedir la salida de autocares bajo amenazas a los choferes.

En Capital también quedó restringida la circulación de taxis, los servicios de ferrocarriles metropolitanos debieron ser suspendidos ante la instalación de piquetes de manifestantes en las vías y el tráfico aéreo quedó reducido por la protesta.

A la paralización del transporte público se han sumado múltiples bloqueos del tránsito en varios puntos del país a pesar de las advertencias del Gobierno sobre la “ilegalidad” de esta forma de protesta.

Con altos niveles de acatamiento por la paralización total del transporte se inició hoy (viernes 24) la segunda jornada de huelga general, que en las últimas horas causó la muerte de un manifestante.

Las calles de Buenos Aires y de las principales ciudades del interior de Argentina quedaron prácticamente desiertas de automóviles, mientras que unos pocos autobuses conducidos por sus propietarios cumplieron con los recorridos habituales y en algunos casos fueron objeto de agresiones a pedradas.

El presidente Fernando de la Rúa advirtió que el tercer paro que afronta su administración en 11 meses de gestión “se está haciendo sobre la presión y la amenaza” a la población.

Las autoridades sostienen que la medida cuenta con un alto índice de adhesión debido al “miedo” que siente la población a sufrir actos de violencia.

De mismo modo se había referido el ministro del Interior, Federico Storani al afirmar que la adhesión al paro no se puede precisar debido a que no “no se permitió la libre circulación y hubo un clima de intimidación previa” que, en última instancia, “impide que la gente llegue a su trabajo”.

A su vez, las tres centrales convocantes consideraron que la movilización contra la política económica y social que sigue el Gobierno es un “éxito”, según sus portavoces.


El titular de la CGT oficial, Rodolfo Daer, estimó que el acatamiento a la protesta estuvo por encima de 90% y advirtió que realizará una marcha en los próximos días al Ministerio de Economía y convocará a un nuevo paro para diciembre en caso que el Gobierno se haga el distraido ante “el reclamo contra la política económica”.

A media mañana de comenzaron a registrarse diversos incidentes en varios puntos del país.

En la ciudad de Resistencia, un huelguista de 23 años murió tras recibir disparos de pistola que hizo un hombre furioso por un corte del tránsito.

El agresor escapó y en el incidente, ocurrido anoche, fue herido en un brazo otro manifestante que formaba parte de un grupo de trabajadores y desempleados que habían cortado un puente sobre la vía del ferrocarril, informó la Policía.

En Rosario se registraron saqueos a supermercados de la zona sur de la ciudad; varios de los manifestantes tenían armas de fuego; hubo enfrentamientos con la policía que dieron como saldo, un comisario con heridas de bala.

En La Plata, un grupo de trabajadores de la CTA corta la intersección del Camino General Belgrano y la calle 514; el piquete se desarrolla a metros de dos hipermercados y se temen nuevos saqueos.

La provincia de Córdoba también vive, de acuerdo a los periodistas locales, un clima de profunda tensión en el que se temen por saqueos a comercios y otros hechos de vandalismo.

Mientras tanto, en la ciudad de Buenos Aires un grupo de manifestantes ocupó el hall central del Banco Nación y otros recorren los bancos del microcentro para asegurarse la adhesión a la medida de fuerza.

Esta mañana la policía detuvo a ocho activistas que estaban apostados en la cabecera de una empresa de transporte en el barrio porteño de Once, para impedir la salida de autocares bajo amenazas a los choferes.

En Capital también quedó restringida la circulación de taxis, los servicios de ferrocarriles metropolitanos debieron ser suspendidos ante la instalación de piquetes de manifestantes en las vías y el tráfico aéreo quedó reducido por la protesta.

A la paralización del transporte público se han sumado múltiples bloqueos del tránsito en varios puntos del país a pesar de las advertencias del Gobierno sobre la “ilegalidad” de esta forma de protesta.

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