La Argentina y Brasil buscan limar asperezas

Cavallo y Rodríguez Giavarini visitarán en los próximos días al principal socio del Mercosur. Tienen especial interés en llegar a un acuerdo sobre el sector de la energía y "perfeccionar" la unión aduanera.

12 junio, 2001

(EFE).- La Argentina y Brasil buscan limar asperezas para superar la crisis que afecta al Mercosur, diez días antes de la próxima cumbre presidencial en Asunción (Paraguay).

Las gestiones para acercar posiciones entre ambos países comenzarán mañana, miércoles, cuando el ministro de Economía, Domingo Cavallo, viaje a Brasilia para reunirse con su homólogo brasileño, Pedro Malan.

Invitado por las autoridades brasileñas, el canciller argentino, Adalberto Rodríguez Giavarini, visitará Brasilia entre el lunes y martes próximos, para conversar con el presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, y con el jefe de la diplomacia brasileña, Celso Lafer.

Cavallo, cuyas críticas a la situación del bloque y a la política cambiaria de Brasil molestaron a las autoridades brasileñas, quiere acordar con Malan una estrategia para profundizar la integración bilateral, dijeron sus portavoces.

La reunión también está destinada a pasar revista a la situación macroeconómica argentina y brasileña, agregaron las fuentes.

La Argentina acaba de hacer un millonario canje de bonos de su deuda pública y lanzó una serie de medidas en pos de superar la recesión que sufre desde 1998, mientras que Brasil atraviesa por una crisis energética que hace prever un menor crecimiento este año.

Además, el real brasileño sufre una fuerte depreciación respecto del dólar, uno de los factores que a juicio de los expertos afectan el comercio entre los socios del Mercosur.

Cavallo tiene especial interés en avanzar en la integración de los mercados de capitales y de servicios, en especial en el sector de la energía, con lo cual se aliviaría la crisis brasileña.

Mientras, Adalberto Rodríguez Giavarini dijo que la Argentina aspira a que en la cumbre de Asunción se logren nuevos avances para “perfeccionar” la unión aduanera del Mercosur.

En este sentido, el canciller argentino ha señalado que hace falta crear mecanismos institucionales que fortalezcan para la solución de controversias en vista de los múltiples conflictos comerciales que se suceden en el bloque.
También defendió la necesidad de acelerar la coordinación de políticas macroeconómicas, iniciativa que el Mercosur lanzó a mediados de 1999.
A finales de mayo pasado, durante una reunión con corresponsales extranjeros, Rodríguez Giavarini dijo que la coordinación “es más necesaria que nunca” por los desfases que causa la devaluación del real.
Sostuvo que el fortalecimiento del sistema de arbitrajes “es fundamental” para reducir la conflictividad, aunque admitió que esta iniciativa “supone cesiones parciales de soberanía”, que despiertan “recelos” y dificultan las negociaciones.
Argentina y Brasil buscan limar asperezas tras haber aplicado medidas que afectaron a los otros miembros del bloque y tras ver enfriadas sus relaciones a causa de las críticas que hizo Cavallo desde que regresó al Palacio de Hacienda, en marzo pasado.
Cavallo, quien ocupó la cartera de Economía entre 1991 y 1996, dijo “a título personal” que se deberían eliminar “las triquiñuelas” que afectan al libre comercio en el Mercosur en vez de “perder el tiempo” en profundizar la unión aduanera.
Sus opiniones fueron rechazadas por las autoridades brasileñas a pesar de que el canciller argentino aseguró que la profundización del Mercosur es una “política de Estado” para su gobierno.
En tanto, Celso Lafer ha dicho que “la profundización de la unión aduanera es la que puede aumentar la atracción de Argentina para los inversores extranjeros” y destacó que Brasil “es el único país” que da superávit al comercio exterior argentino.
El Mercosur aprobó el aumento hasta un 35 por ciento del arancel de importación de productos de consumo masivo desde países ajenos al bloque y la anulación de los que Argentina había aplicado sobre los bienes de equipo sin consultar con sus socios.
La decisión argentina afectó a las exportaciones de Chile, que junto con Bolivia es socio comercial del Mercosur.
El presidente de Uruguay, Jorge Battle, acusó ayer, lunes, a argentinos y brasileños de aplicar medidas comerciales y económicas que consideró “proteccionistas”.
La cumbre presidencial del Mercosur más Chile y Bolivia se celebrará entre el 21 y el 22 de junio próximo en Asunción con la participación del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien ha pedido la entrada de su país al bloque.

(EFE).- La Argentina y Brasil buscan limar asperezas para superar la crisis que afecta al Mercosur, diez días antes de la próxima cumbre presidencial en Asunción (Paraguay).

Las gestiones para acercar posiciones entre ambos países comenzarán mañana, miércoles, cuando el ministro de Economía, Domingo Cavallo, viaje a Brasilia para reunirse con su homólogo brasileño, Pedro Malan.

Invitado por las autoridades brasileñas, el canciller argentino, Adalberto Rodríguez Giavarini, visitará Brasilia entre el lunes y martes próximos, para conversar con el presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, y con el jefe de la diplomacia brasileña, Celso Lafer.

Cavallo, cuyas críticas a la situación del bloque y a la política cambiaria de Brasil molestaron a las autoridades brasileñas, quiere acordar con Malan una estrategia para profundizar la integración bilateral, dijeron sus portavoces.

La reunión también está destinada a pasar revista a la situación macroeconómica argentina y brasileña, agregaron las fuentes.

La Argentina acaba de hacer un millonario canje de bonos de su deuda pública y lanzó una serie de medidas en pos de superar la recesión que sufre desde 1998, mientras que Brasil atraviesa por una crisis energética que hace prever un menor crecimiento este año.

Además, el real brasileño sufre una fuerte depreciación respecto del dólar, uno de los factores que a juicio de los expertos afectan el comercio entre los socios del Mercosur.

Cavallo tiene especial interés en avanzar en la integración de los mercados de capitales y de servicios, en especial en el sector de la energía, con lo cual se aliviaría la crisis brasileña.

Mientras, Adalberto Rodríguez Giavarini dijo que la Argentina aspira a que en la cumbre de Asunción se logren nuevos avances para “perfeccionar” la unión aduanera del Mercosur.

En este sentido, el canciller argentino ha señalado que hace falta crear mecanismos institucionales que fortalezcan para la solución de controversias en vista de los múltiples conflictos comerciales que se suceden en el bloque.
También defendió la necesidad de acelerar la coordinación de políticas macroeconómicas, iniciativa que el Mercosur lanzó a mediados de 1999.
A finales de mayo pasado, durante una reunión con corresponsales extranjeros, Rodríguez Giavarini dijo que la coordinación “es más necesaria que nunca” por los desfases que causa la devaluación del real.
Sostuvo que el fortalecimiento del sistema de arbitrajes “es fundamental” para reducir la conflictividad, aunque admitió que esta iniciativa “supone cesiones parciales de soberanía”, que despiertan “recelos” y dificultan las negociaciones.
Argentina y Brasil buscan limar asperezas tras haber aplicado medidas que afectaron a los otros miembros del bloque y tras ver enfriadas sus relaciones a causa de las críticas que hizo Cavallo desde que regresó al Palacio de Hacienda, en marzo pasado.
Cavallo, quien ocupó la cartera de Economía entre 1991 y 1996, dijo “a título personal” que se deberían eliminar “las triquiñuelas” que afectan al libre comercio en el Mercosur en vez de “perder el tiempo” en profundizar la unión aduanera.
Sus opiniones fueron rechazadas por las autoridades brasileñas a pesar de que el canciller argentino aseguró que la profundización del Mercosur es una “política de Estado” para su gobierno.
En tanto, Celso Lafer ha dicho que “la profundización de la unión aduanera es la que puede aumentar la atracción de Argentina para los inversores extranjeros” y destacó que Brasil “es el único país” que da superávit al comercio exterior argentino.
El Mercosur aprobó el aumento hasta un 35 por ciento del arancel de importación de productos de consumo masivo desde países ajenos al bloque y la anulación de los que Argentina había aplicado sobre los bienes de equipo sin consultar con sus socios.
La decisión argentina afectó a las exportaciones de Chile, que junto con Bolivia es socio comercial del Mercosur.
El presidente de Uruguay, Jorge Battle, acusó ayer, lunes, a argentinos y brasileños de aplicar medidas comerciales y económicas que consideró “proteccionistas”.
La cumbre presidencial del Mercosur más Chile y Bolivia se celebrará entre el 21 y el 22 de junio próximo en Asunción con la participación del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien ha pedido la entrada de su país al bloque.

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