La Argentina, por buen camino

Köhler respaldó la política económica: la recuperación está en marcha. De la Rúa expresó su preocupación por la problemática social.

17 mayo, 2000

“La política de la Argentina es la correcta y el programa económico está yendo por buen camino”, afirmó el director gerente del FMI, Horst Köhler, en conferencia de prensa, tras reunirse en el ministerio de Economía con José Luis Machinea.

El gobierno recibía un apoyo necesario ante las críticas que soportara en las últimas jornadas por la falta de reactivación del aparato productivo, la suba de impuestos y los conflictos sociales que amenazan con un desborde.

Mezcla de banquero y político, Kohler insistió: “Veo que la recuperación está en marcha y que las medidas aplicadas contra el déficit fiscal son correctas para recrear la confianza de los mercados”.

Por la noche, durante la cena con De la Rúa tuvo ocasión de escuchar conceptos que coincidían con los expresados en Brasil por Fernando Henrique Cardoso.

El presidente basó su argumentación en dos puntos esenciales:

1. Su preocupación por la problemática social y el hecho de que la política de los organismos financieros internacionales no la contemplan convenientemente.

2. Es necesario implementar medidas para que los esfuerzos que realizan los países con problemas sociales no sean arrasados por un movimiento inesperado de los capitales.

Sus palabras coincidían con la advertencia de la calificadora Moody´s, una de las más influyentes en el mundo financiero, que reclamaba a la Argentina un ajuste aun mayor para mantener su actual nota.

Tal el mensaje dejado a su paso por Buenos Aires por el number one de la firma John Rutherfurd Jr. quien, demás, señaló:

· El peso del servicio de la deuda externa es demasiado gravoso en relación con la recaudación fiscal.

· Los impuestos recaudados no alcanzan para financiar el gasto público.

· La necesidad de financiamiento externo es muy grande y se complica con el aumento de las tasas dispuesto por la Reserva Federal de Estados Unidos.

· La Argentina debe incrementar sus exportaciones y evitar su excesiva dependencia de las materias primas.

Desde fuera del poder formal, Raúl Alfonsín, en su estilo directo y sin eufemismos, tronó: “Los programas del FMI nos llevaron al desastre”, para agregar su esperanza de que “sus autoridades no sigan exigiendo a los gobiernos las viejas recetas que no sirven para nada”.

“La política de la Argentina es la correcta y el programa económico está yendo por buen camino”, afirmó el director gerente del FMI, Horst Köhler, en conferencia de prensa, tras reunirse en el ministerio de Economía con José Luis Machinea.

El gobierno recibía un apoyo necesario ante las críticas que soportara en las últimas jornadas por la falta de reactivación del aparato productivo, la suba de impuestos y los conflictos sociales que amenazan con un desborde.

Mezcla de banquero y político, Kohler insistió: “Veo que la recuperación está en marcha y que las medidas aplicadas contra el déficit fiscal son correctas para recrear la confianza de los mercados”.

Por la noche, durante la cena con De la Rúa tuvo ocasión de escuchar conceptos que coincidían con los expresados en Brasil por Fernando Henrique Cardoso.

El presidente basó su argumentación en dos puntos esenciales:

1. Su preocupación por la problemática social y el hecho de que la política de los organismos financieros internacionales no la contemplan convenientemente.

2. Es necesario implementar medidas para que los esfuerzos que realizan los países con problemas sociales no sean arrasados por un movimiento inesperado de los capitales.

Sus palabras coincidían con la advertencia de la calificadora Moody´s, una de las más influyentes en el mundo financiero, que reclamaba a la Argentina un ajuste aun mayor para mantener su actual nota.

Tal el mensaje dejado a su paso por Buenos Aires por el number one de la firma John Rutherfurd Jr. quien, demás, señaló:

· El peso del servicio de la deuda externa es demasiado gravoso en relación con la recaudación fiscal.

· Los impuestos recaudados no alcanzan para financiar el gasto público.

· La necesidad de financiamiento externo es muy grande y se complica con el aumento de las tasas dispuesto por la Reserva Federal de Estados Unidos.

· La Argentina debe incrementar sus exportaciones y evitar su excesiva dependencia de las materias primas.

Desde fuera del poder formal, Raúl Alfonsín, en su estilo directo y sin eufemismos, tronó: “Los programas del FMI nos llevaron al desastre”, para agregar su esperanza de que “sus autoridades no sigan exigiendo a los gobiernos las viejas recetas que no sirven para nada”.

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