La Argentina ante el desafío de crecer

Según Standard & Poor’s, Cavallo está trabajando a corto y largo plazo para lograr el crecimiento, que necesita un avance conjunto en materia política, fiscal y de financiación.

24 mayo, 2001

(EFE).- La agencia de calificación de riesgo Standard & Poor’s (S&P) señaló ayer (miércoles 23) en un informe, que el crecimiento es el mayor desafío que enfrenta la Argentina para salir de la crisis económica, a lo que hay que unir avances políticos, fiscales y de financiación.

Bruno Boccara, analista de S&P cree que tras casi tres años de recesión, el crecimiento es “de lejos” el desafío más importante al que se que enfrenta actualmente la Argentina.

El analista estima que el ministro de Economía, Domingo Cavallo enfocó el asunto trabajando simultáneamente en cambiar las expectativas a corto y largo plazo.

A corto plazo, Cavallo tomó medidas sobre impuestos y aranceles para los bienes de capital, protegió temporalmente algunos productos de consumo para estimular su producción y la generación de empleo y anunció un plan de competitividad en algunos sectores específicos.

En el largo plazo, el titular del Palacio de Hacienda buscó consolidar el sistema tributario en base a dos impuestos, el IVA y el de renta; aumentar la flexibilidad de la convertibilidad; mejorar la competitividad y promover la inversión y una reforma del sector público.

“Aunque estas medidas pueden tener un fuerte impacto en el crecimiento en el futuro, no esta claro si una mejoría este año será suficiente para aumentar las expectativas”, asegura el estudio.

Según la agencia, las tasas de interés y los índices de confianza de los consumidores deberían dar las primeras señales de la efectividad de esta política económica.

Sin embargo la situación empeoró y en el actual ambiente económico, “las políticas económicas aún no han sido efectivas”, agrega el informe de S&P.

Contrario a lo que se esperaba, Cavallo es testigo de un espectacular alza en los costos asociados al riesgo país.

Sobre la financiación, S&P estima que “la Argentina necesita con urgencia algún respiro de parte de los mercados financieros para poder implementar sus reformas fiscales y estructurales”.

“Simplemente no es posible que el crecimiento y la confianza se recuperen bajo las presentes circunstancias”, agrega el informe.

“Un exitoso canje de deuda (exitoso en el sentido de que sea voluntario y con niveles de participación lo suficientemente altos como para generar suficientes ahorros en pagos de servicio de deuda en los próximos cinco años) es probablemente la última oportunidad disponible para cambiar las perspectivas del país”, señala el informe de Boccara.

“Sin embargo, un canje de deuda por sí solo es insuficiente para aliviar las preocupaciones de los inversores respecto al sostenimiento de la deuda en el largo plazo”, agrega.

En el orden fiscal, S&P estima que es posible cumplir la meta de US$ 6.500 millones de déficit fiscal para el año 2001 acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Desde el ángulo político, S&P estima que el ministro Cavallo triunfó en varios aspectos, entre los que destaca el haber conseguido apoyo para las leyes de competitividad y el haber creado una amplia colaboración de facto.

“Sin embargo, recientes acontecimientos podrían potencialmente aumentar la tensión política y amenazar el apoyo al programa económico del ministro Cavallo”, asegura S&P.

Asimismo, considera preocupantes los casos de la venta ilegal de armas y de lavado de dinero durante el régimen del ex presidente Carlos Menem, pues “una política de confrontaciones podría socavar los esfuerzos del ministro Cavallo de establecer un ambiente político que no interfiera con su estrategia de restaurar el crecimiento y la confianza”.

S&P rebajó el 8 de mayo la calificación de riesgo soberano de la Argentina desde el nivel B+ al B, al tiempo que mantuvo el estudio para una posible rebaja.

La calificación argentina está en el nivel décimo quinto dentro de las 23 categorías utilizadas por S&P.

(EFE).- La agencia de calificación de riesgo Standard & Poor’s (S&P) señaló ayer (miércoles 23) en un informe, que el crecimiento es el mayor desafío que enfrenta la Argentina para salir de la crisis económica, a lo que hay que unir avances políticos, fiscales y de financiación.

Bruno Boccara, analista de S&P cree que tras casi tres años de recesión, el crecimiento es “de lejos” el desafío más importante al que se que enfrenta actualmente la Argentina.

El analista estima que el ministro de Economía, Domingo Cavallo enfocó el asunto trabajando simultáneamente en cambiar las expectativas a corto y largo plazo.

A corto plazo, Cavallo tomó medidas sobre impuestos y aranceles para los bienes de capital, protegió temporalmente algunos productos de consumo para estimular su producción y la generación de empleo y anunció un plan de competitividad en algunos sectores específicos.

En el largo plazo, el titular del Palacio de Hacienda buscó consolidar el sistema tributario en base a dos impuestos, el IVA y el de renta; aumentar la flexibilidad de la convertibilidad; mejorar la competitividad y promover la inversión y una reforma del sector público.

“Aunque estas medidas pueden tener un fuerte impacto en el crecimiento en el futuro, no esta claro si una mejoría este año será suficiente para aumentar las expectativas”, asegura el estudio.

Según la agencia, las tasas de interés y los índices de confianza de los consumidores deberían dar las primeras señales de la efectividad de esta política económica.

Sin embargo la situación empeoró y en el actual ambiente económico, “las políticas económicas aún no han sido efectivas”, agrega el informe de S&P.

Contrario a lo que se esperaba, Cavallo es testigo de un espectacular alza en los costos asociados al riesgo país.

Sobre la financiación, S&P estima que “la Argentina necesita con urgencia algún respiro de parte de los mercados financieros para poder implementar sus reformas fiscales y estructurales”.

“Simplemente no es posible que el crecimiento y la confianza se recuperen bajo las presentes circunstancias”, agrega el informe.

“Un exitoso canje de deuda (exitoso en el sentido de que sea voluntario y con niveles de participación lo suficientemente altos como para generar suficientes ahorros en pagos de servicio de deuda en los próximos cinco años) es probablemente la última oportunidad disponible para cambiar las perspectivas del país”, señala el informe de Boccara.

“Sin embargo, un canje de deuda por sí solo es insuficiente para aliviar las preocupaciones de los inversores respecto al sostenimiento de la deuda en el largo plazo”, agrega.

En el orden fiscal, S&P estima que es posible cumplir la meta de US$ 6.500 millones de déficit fiscal para el año 2001 acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Desde el ángulo político, S&P estima que el ministro Cavallo triunfó en varios aspectos, entre los que destaca el haber conseguido apoyo para las leyes de competitividad y el haber creado una amplia colaboración de facto.

“Sin embargo, recientes acontecimientos podrían potencialmente aumentar la tensión política y amenazar el apoyo al programa económico del ministro Cavallo”, asegura S&P.

Asimismo, considera preocupantes los casos de la venta ilegal de armas y de lavado de dinero durante el régimen del ex presidente Carlos Menem, pues “una política de confrontaciones podría socavar los esfuerzos del ministro Cavallo de establecer un ambiente político que no interfiera con su estrategia de restaurar el crecimiento y la confianza”.

S&P rebajó el 8 de mayo la calificación de riesgo soberano de la Argentina desde el nivel B+ al B, al tiempo que mantuvo el estudio para una posible rebaja.

La calificación argentina está en el nivel décimo quinto dentro de las 23 categorías utilizadas por S&P.

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