lunes, 9 de diciembre de 2024

La Alianza y el PJ forman polos de poder

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De la Rúa e Ibarra en la capital, y Reutemann, De la Sota y Ruckauf en Rosario, diseñaron líneas económicas e insinuaron la conformación de polos de poder político.
por Sergio Cerón

De la Rúa-Ibarra, en la capital federal, y Reutemann, De la Sota y Ruckauf, en Rosario, dieron pie durante la semana a los analistas políticos para delinear la presunta conformación inicial de dos polos de poder, con repercusiones en lo económico y lo político.

El presidente de la Nación se ha propuesto mantener la dinámica reflejada por los medios, mediante la cual quiere revertir la imagen que le atribuyen algunos adversarios y aún miembros de su coalición, de hombre indeciso y lento en sus movimientos políticos.

Decidido a proyectar la imagen de su liderazgo institucional y partidario, mantuvo un coloquio con el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, cuyo perfil comienza a asumir rasgos más definidos que tienden a colocarlo en un nivel de paridad con el líder del Frepaso, Carlos Alvarez. (Ver “De la Rúa se reunió con Ibarra”).

Este acercamiento interno y la señal, casi subliminal, enviada por el menemismo al defender la actuación de Pou en el Banco Central, señalan los perfiles de una eventual alianza, aún transitoria, del primer mandatario con su antecesor y rival político, Carlos Menem, y con el referente del Frepaso que puede acercar a su estrategia personal.

Con lo que De la Rúa parecería pretender erigirse, a la vez, en el conductor estratégico de la coalición oficialista, papel que por momentos le disputan el presidente del radicalismo, Raúl Alfonsín, y su compañero de fórmula en 1999, Carlos Alvarez.

Fernando de la Rúa puso en marcha el Plan Federal de Inversiones con proyectos por US$ 1.000 millones. (Ver “Se movilizar el Plan de Obras”).

Y luego, desde Comodoro Rivadavia, levantó los ánimos de los habitantes de la Patagonia con una serie de anuncios sobre las obras que se efectuarán en todo el país y, en especial, los referidos a esa región. (Ver”Un plan de 80.000 viviendas”).

También se lanzó a la calle la información de que se potenciará la capacidad energética de Yacyretá, a la que se pondría en condiciones de abastecer 40% de los requerimientos del país y se efectuarán obras de carácter complementario que beneficiarían el nordeste argentino. (” Ver “Proponen potenciar a Yacyretá”).

Simultáneamente, en el curso de la semana transcurrida, desde Rosario surgió una suerte de incipiente triunvirato – Carlos Ruckauf, José Manuel de la Sota y Carlos Reutemann – dispuesto a rescatar los fueros provincianos y constituir un polo de poder económico (Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe reúnen gran parte del PBI nacional).

Estos distritos suman, además poder político, dada la representatividad que ostentan en las instituciones nacionales, en particular el Congreso, y el peso del que disponen en la interna justicialista, donde cuestionan la pretensión de liderazgo de Carlos Menem. (Ver “Tres provincias crean un polo de poder”).

De la Rúa-Ibarra, en la capital federal, y Reutemann, De la Sota y Ruckauf, en Rosario, dieron pie durante la semana a los analistas políticos para delinear la presunta conformación inicial de dos polos de poder, con repercusiones en lo económico y lo político.

El presidente de la Nación se ha propuesto mantener la dinámica reflejada por los medios, mediante la cual quiere revertir la imagen que le atribuyen algunos adversarios y aún miembros de su coalición, de hombre indeciso y lento en sus movimientos políticos.

Decidido a proyectar la imagen de su liderazgo institucional y partidario, mantuvo un coloquio con el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, cuyo perfil comienza a asumir rasgos más definidos que tienden a colocarlo en un nivel de paridad con el líder del Frepaso, Carlos Alvarez. (Ver “De la Rúa se reunió con Ibarra”).

Este acercamiento interno y la señal, casi subliminal, enviada por el menemismo al defender la actuación de Pou en el Banco Central, señalan los perfiles de una eventual alianza, aún transitoria, del primer mandatario con su antecesor y rival político, Carlos Menem, y con el referente del Frepaso que puede acercar a su estrategia personal.

Con lo que De la Rúa parecería pretender erigirse, a la vez, en el conductor estratégico de la coalición oficialista, papel que por momentos le disputan el presidente del radicalismo, Raúl Alfonsín, y su compañero de fórmula en 1999, Carlos Alvarez.

Fernando de la Rúa puso en marcha el Plan Federal de Inversiones con proyectos por US$ 1.000 millones. (Ver “Se movilizar el Plan de Obras”).

Y luego, desde Comodoro Rivadavia, levantó los ánimos de los habitantes de la Patagonia con una serie de anuncios sobre las obras que se efectuarán en todo el país y, en especial, los referidos a esa región. (Ver”Un plan de 80.000 viviendas”).

También se lanzó a la calle la información de que se potenciará la capacidad energética de Yacyretá, a la que se pondría en condiciones de abastecer 40% de los requerimientos del país y se efectuarán obras de carácter complementario que beneficiarían el nordeste argentino. (” Ver “Proponen potenciar a Yacyretá”).

Simultáneamente, en el curso de la semana transcurrida, desde Rosario surgió una suerte de incipiente triunvirato – Carlos Ruckauf, José Manuel de la Sota y Carlos Reutemann – dispuesto a rescatar los fueros provincianos y constituir un polo de poder económico (Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe reúnen gran parte del PBI nacional).

Estos distritos suman, además poder político, dada la representatividad que ostentan en las instituciones nacionales, en particular el Congreso, y el peso del que disponen en la interna justicialista, donde cuestionan la pretensión de liderazgo de Carlos Menem. (Ver “Tres provincias crean un polo de poder”).

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