Kirchner y Lavagna reciben a Noriega

El secretario adjunto para Asuntos Hemisféricos de Estados Unidos se reunirá hoy con el ministro de Economía, y mañana con el presidente, en el marco de la gira que viene realizado por América Latina.

19 agosto, 2003

Noriega se reunirá hoy con el titular del Palacio de Hacienda y
luego con el ministro de Justicia, Gustavo Beliz, mientras que
mañana miércoles la agenda contemplará encuentros con el presidente
Kirchner, el canciller Rafael Bielsa, y con un grupo de
legisladores.

El funcionario norteaméricano llega a la Argentina en momentos
en que el Gobierno se apresta a definir la negociación con el Fondo
Monetario Internacional, organismo en el que Estados Unidos ejerce
una fuerte influencia a la hora de las decisiones de su
directorio.

Roger Noriega es el responsable de la política exterior de los
Estados Unidos con respecto a América Latina y el Caribe, y su
viaje fue programado para promover los intereses de su país en la
región.

De todos modos, desde el Gobierno se apuesta a que la visita del
funcionario podría ser clave para acelerar las tratativas que
mantiene la Argentina con el Fondo Monetario Internacional por un
acuerdo a tres años de plazo.

Noriega trae en su agenda temas vinculados con
el acuerdo con el FMI, la conformación del ALCA y la inmunidad a
militares de los Estados Unidos en misión, además de la situación
de los programas de control del narcotráfico.

Oficialmente, la embajada estadounidense informó que Noriega
viene a “articular y poner en práctica las políticas del presidente
George W. Bush hacia la región”.

Este viaje significa “una continuación del positivo diálogo
entre la Argentina y los Estados Unidos”, que iniciaron Kirchner y
Bush en la Casa Blanca, el 23 de julio pasado, según destacó la
representación diplomática estadounidense.

La escala argentina de Noriega se produce luego de su paso por
Uruguay.

Hoy le toca a Chávez

El presidente de Venezuela tendrá hoy, en su tercer día de visita al país, la primera jornada de actos oficiales al ser recibido por el jefe de Estado, Néstor Kirchner, con quien firmará un acuerdo comercial petrolero, y luego visitará a los legisladores en el Congreso de la Nación.

El acuerdo petrolero -eje principal de la visita de Chávez- permitirá la apertura de 50 estaciones de servicios por parte de la compañía petrolera estatal de Venezuela.

En tanto, en su segundo día en Buenos Aires, el presidente
caribeño participó ayer por la mañana de un acto en la sede de la
Universidad de las Madres de Plaza de Mayo, donde inauguró las
denominadas “Cátedras Bolivarianas”.

Allí fue recibido por la presidenta de la agrupación, Hebe de
Bonafini, quien destacó el “orgullo de contar con hombre lleno de
ideas” en el Universidad ubicada en el barrio de Congreso.

La llegada de Chávez al lugar fue bastante dificultosa, ya que
una gran cantidad de militantes de partidos de izquierda lo
esperaron sobre la calle Hipólito Irigoyen, que provocó que el
jefe de Estado tuviera que transitar más de 100 metros a pie, bajo
una fuerte custodia.

Esta situación no evitó que Chávez saludara a la gran cantidad
de personas que los esperaban en el lugar y que tuviera un corto
diálogo con los periodistas que se encontraban en la puerta de
acceso al centro de estudios.

Al retirarse, el jefe de Estado elogió al presidente Kirchner,
señaló que desde Venezuela “se lo apoyará incondicionalmente” y
agregó que están dadas las consiciones para “crear un frente
continental de ayuda mutua”.

Noriega se reunirá hoy con el titular del Palacio de Hacienda y
luego con el ministro de Justicia, Gustavo Beliz, mientras que
mañana miércoles la agenda contemplará encuentros con el presidente
Kirchner, el canciller Rafael Bielsa, y con un grupo de
legisladores.

El funcionario norteaméricano llega a la Argentina en momentos
en que el Gobierno se apresta a definir la negociación con el Fondo
Monetario Internacional, organismo en el que Estados Unidos ejerce
una fuerte influencia a la hora de las decisiones de su
directorio.

Roger Noriega es el responsable de la política exterior de los
Estados Unidos con respecto a América Latina y el Caribe, y su
viaje fue programado para promover los intereses de su país en la
región.

De todos modos, desde el Gobierno se apuesta a que la visita del
funcionario podría ser clave para acelerar las tratativas que
mantiene la Argentina con el Fondo Monetario Internacional por un
acuerdo a tres años de plazo.

Noriega trae en su agenda temas vinculados con
el acuerdo con el FMI, la conformación del ALCA y la inmunidad a
militares de los Estados Unidos en misión, además de la situación
de los programas de control del narcotráfico.

Oficialmente, la embajada estadounidense informó que Noriega
viene a “articular y poner en práctica las políticas del presidente
George W. Bush hacia la región”.

Este viaje significa “una continuación del positivo diálogo
entre la Argentina y los Estados Unidos”, que iniciaron Kirchner y
Bush en la Casa Blanca, el 23 de julio pasado, según destacó la
representación diplomática estadounidense.

La escala argentina de Noriega se produce luego de su paso por
Uruguay.

Hoy le toca a Chávez

El presidente de Venezuela tendrá hoy, en su tercer día de visita al país, la primera jornada de actos oficiales al ser recibido por el jefe de Estado, Néstor Kirchner, con quien firmará un acuerdo comercial petrolero, y luego visitará a los legisladores en el Congreso de la Nación.

El acuerdo petrolero -eje principal de la visita de Chávez- permitirá la apertura de 50 estaciones de servicios por parte de la compañía petrolera estatal de Venezuela.

En tanto, en su segundo día en Buenos Aires, el presidente
caribeño participó ayer por la mañana de un acto en la sede de la
Universidad de las Madres de Plaza de Mayo, donde inauguró las
denominadas “Cátedras Bolivarianas”.

Allí fue recibido por la presidenta de la agrupación, Hebe de
Bonafini, quien destacó el “orgullo de contar con hombre lleno de
ideas” en el Universidad ubicada en el barrio de Congreso.

La llegada de Chávez al lugar fue bastante dificultosa, ya que
una gran cantidad de militantes de partidos de izquierda lo
esperaron sobre la calle Hipólito Irigoyen, que provocó que el
jefe de Estado tuviera que transitar más de 100 metros a pie, bajo
una fuerte custodia.

Esta situación no evitó que Chávez saludara a la gran cantidad
de personas que los esperaban en el lugar y que tuviera un corto
diálogo con los periodistas que se encontraban en la puerta de
acceso al centro de estudios.

Al retirarse, el jefe de Estado elogió al presidente Kirchner,
señaló que desde Venezuela “se lo apoyará incondicionalmente” y
agregó que están dadas las consiciones para “crear un frente
continental de ayuda mutua”.

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