Kirchner, las centrales obreras y la UIA definen salarios

Es el primer encuentro formal con los representantes gremiales y empresarios para acordar el aumento, que se empieza a pagar en agosto. La CGT pedía $ 1.040, pero hay consenso entre gobierno y la patronal para ofrecer $ 980.

10 julio, 2007

A las 18, en la Casa Rosada, el presidente Néstor Kirchner recibe a la CGT, CTA y la UIA para analizar un aumento del salario mínimo, vital y móvil. Será el primer encuentro, en el que los gremialistas reclaman que vaya a $ 1,040 de los $ 840 que se encuentra actualmente y el gobierno pretende que refleje el costo de la canasta básica, que según los datos de mayo sería de $980.

Participarán, además, el ministro de Trabajo Carlos Tomada, la de Economía Felisa Miceli, además de Hugo Moyano, José Luis Lingieri, Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez, Omar Maturano, Antonio Caló y Omar Viviani, por la CGT. Por la CTA estarán Hugo Yasky, Pablo Micheli, Pedro Wasiejko, Víctor De Gennaro y José Rigane, mientras por los empresarios irán Daniel Funes de Rioja, Jorge Brito, Juan Carlos Sacco, Martín Dedeu, Horacio Martínez, Eduardo Buzzi, Rufino Rojo Mateo, Fernando Gioino, Jorge Alvarez, Osvaldo Cornide, Carlos Wagner, Mario Vicens, Adelmo Gabbi y Francisco Dos Reis.

El primer mandatario hablaría en la oportunidad de acordar una tregua hasta después de octubre para evitar que las conversaciones en torno de la distribución del ingreso estén contaminadas del clima preelectoral. Por eso, una vez determinado el salario básico, sólo quedaría en sus manos retocar el mínimo no imponible, las asignaciones familiares y la jubilación mínima, decisiones que se reservaría para después de agosto, aunque en este caso poco cuente su incidencia en la campaña de la candidata oficialista, Cristina Kirchner.

De todos modos, la conformidad que pudo haber prestado a este desdoblamiento de la resolución de la demanda de las centrales de los trabajadores el camionero Hugo Moyano no tiene aún correlato en otros dirigentes de la conducción obrera.

El titular de la Fraternidad, Omar Maturano, se diferenció al declarar “vamos esperanzados en que el gobierno y los industriales reconozcan la legitimidad de los reclamos de la CGT de aumentar el salario mínimo, las asignaciones familiares, las jubilaciones y pensiones y el monto del mínimo no imponible”. “Queremos que el sueldo mínimo se ubique por encima de la línea de la pobreza”, subrayó Maturano. “Ahora que el sueldo de los trabajadores activos está un poco mejor, aspiramos a aumenten las jubilaciones y pensiones porque no pude ser que el sector pasivo no pueda vivir dignamente después de aportar durante 40 años”, añadió.

Convocatoria

El viernes pasado, y luego de una reunión con la cúpula cegetista y los industriales, el gobierno convocó al Consejo del Salario a través del ministro de Trabajo.
En ese encuentro no se pudo definir la propuesta oficial de que el aumento del salario mínimo fuese del 16,5%, en consonancia con el piso de paritarias sugerido por el gobierno.
En cambio, los empresarios sí estuvieron de acuerdo con cerrar en aproximadamente $980 el nuevo salario mínimo, pagadero en dos partes: la primera a desembolsarse en agosto próximo y la otra en noviembre.
El plan del gobierno cae de maduro: aprovechar la aplicación del incremento dispuesto dos meses antes del comicio para organizar un acto en la Casa Rosada con su esposa, Hugo Moyano y la CTA, más la movilización de agradecimiento que aporten ambos, como se hiciera en ocasión de homologarse los convenios colectivos.

El otro Moyano

El protesorero del sindicato y el titular de la rama aguas gaseosas de la organización gremial, Pablo Moyano y Alberto Franzese, respectivamente, confirmaron la huelga nacional y aseguraron que a la medida de fuerza adhirió el Sindicato Único de Trabajadores y Empleados de Aguas Gaseosas (SUTEAGA).
“Habrá paro nacional desde las 6 de la mañana (por hoy), luego de una asamblea general que se realizará a esa hora en la planta que posee la empresa en Pompeya”, adelantó ayer Franzese.
El dirigente señaló que el gremio “no entiende los motivos y razones de las distribuidoras para generar el grave conflicto” y sostuvo que desde el jueves están bloqueadas las plantas de Zárate, Pompeya y Quilmes, a la vez que adelantó que desde las 6 de mañana “se profundizará el conflicto en todo el país”. Ello incluirá a las plantas, fábricas y distribuidoras de Mendoza, Tucumán, Córdoba y Corrientes, entre muchas otras.

“Seguramente la empresa procura reducir costos mediante despidos y bajas de salarios”, indicó Franzese, quien aseguró que a la huelga adhirió el SUTEAGA que lidera Raúl Alvarez.
Esta semana ambas organizaciones sindicales instalarán carpas de protesta frente a la embajada de Brasil, en Cerrito al 1.300, tal como ocurrió en el conflicto de abril.
Aunque la firma ratificó ayer que el grave diferendo gremial se originó en “la actitud de un grupo de empresas contratadas que no ha abonado los salarios y el aguinaldo como forma de presionar para obtener mejores condiciones comerciales”, los dirigentes sindicales responsabilizaron a la Quilmes por la situación.
Moyano y Franzese aseguraron que esas empresas “han sido contratadas por Quilmes”, por lo que desde el sindicato responsabilizaron a ambos sectores por “la situación”.

El conflicto se originó el jueves en la cadena de distribución de la Quilmes, en tanto Moyano señaló hoy que los trabajadores involucrados en el conflicto suman aproximadamente cuatro mil.

A las 18, en la Casa Rosada, el presidente Néstor Kirchner recibe a la CGT, CTA y la UIA para analizar un aumento del salario mínimo, vital y móvil. Será el primer encuentro, en el que los gremialistas reclaman que vaya a $ 1,040 de los $ 840 que se encuentra actualmente y el gobierno pretende que refleje el costo de la canasta básica, que según los datos de mayo sería de $980.

Participarán, además, el ministro de Trabajo Carlos Tomada, la de Economía Felisa Miceli, además de Hugo Moyano, José Luis Lingieri, Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez, Omar Maturano, Antonio Caló y Omar Viviani, por la CGT. Por la CTA estarán Hugo Yasky, Pablo Micheli, Pedro Wasiejko, Víctor De Gennaro y José Rigane, mientras por los empresarios irán Daniel Funes de Rioja, Jorge Brito, Juan Carlos Sacco, Martín Dedeu, Horacio Martínez, Eduardo Buzzi, Rufino Rojo Mateo, Fernando Gioino, Jorge Alvarez, Osvaldo Cornide, Carlos Wagner, Mario Vicens, Adelmo Gabbi y Francisco Dos Reis.

El primer mandatario hablaría en la oportunidad de acordar una tregua hasta después de octubre para evitar que las conversaciones en torno de la distribución del ingreso estén contaminadas del clima preelectoral. Por eso, una vez determinado el salario básico, sólo quedaría en sus manos retocar el mínimo no imponible, las asignaciones familiares y la jubilación mínima, decisiones que se reservaría para después de agosto, aunque en este caso poco cuente su incidencia en la campaña de la candidata oficialista, Cristina Kirchner.

De todos modos, la conformidad que pudo haber prestado a este desdoblamiento de la resolución de la demanda de las centrales de los trabajadores el camionero Hugo Moyano no tiene aún correlato en otros dirigentes de la conducción obrera.

El titular de la Fraternidad, Omar Maturano, se diferenció al declarar “vamos esperanzados en que el gobierno y los industriales reconozcan la legitimidad de los reclamos de la CGT de aumentar el salario mínimo, las asignaciones familiares, las jubilaciones y pensiones y el monto del mínimo no imponible”. “Queremos que el sueldo mínimo se ubique por encima de la línea de la pobreza”, subrayó Maturano. “Ahora que el sueldo de los trabajadores activos está un poco mejor, aspiramos a aumenten las jubilaciones y pensiones porque no pude ser que el sector pasivo no pueda vivir dignamente después de aportar durante 40 años”, añadió.

Convocatoria

El viernes pasado, y luego de una reunión con la cúpula cegetista y los industriales, el gobierno convocó al Consejo del Salario a través del ministro de Trabajo.
En ese encuentro no se pudo definir la propuesta oficial de que el aumento del salario mínimo fuese del 16,5%, en consonancia con el piso de paritarias sugerido por el gobierno.
En cambio, los empresarios sí estuvieron de acuerdo con cerrar en aproximadamente $980 el nuevo salario mínimo, pagadero en dos partes: la primera a desembolsarse en agosto próximo y la otra en noviembre.
El plan del gobierno cae de maduro: aprovechar la aplicación del incremento dispuesto dos meses antes del comicio para organizar un acto en la Casa Rosada con su esposa, Hugo Moyano y la CTA, más la movilización de agradecimiento que aporten ambos, como se hiciera en ocasión de homologarse los convenios colectivos.

El otro Moyano

El protesorero del sindicato y el titular de la rama aguas gaseosas de la organización gremial, Pablo Moyano y Alberto Franzese, respectivamente, confirmaron la huelga nacional y aseguraron que a la medida de fuerza adhirió el Sindicato Único de Trabajadores y Empleados de Aguas Gaseosas (SUTEAGA).
“Habrá paro nacional desde las 6 de la mañana (por hoy), luego de una asamblea general que se realizará a esa hora en la planta que posee la empresa en Pompeya”, adelantó ayer Franzese.
El dirigente señaló que el gremio “no entiende los motivos y razones de las distribuidoras para generar el grave conflicto” y sostuvo que desde el jueves están bloqueadas las plantas de Zárate, Pompeya y Quilmes, a la vez que adelantó que desde las 6 de mañana “se profundizará el conflicto en todo el país”. Ello incluirá a las plantas, fábricas y distribuidoras de Mendoza, Tucumán, Córdoba y Corrientes, entre muchas otras.

“Seguramente la empresa procura reducir costos mediante despidos y bajas de salarios”, indicó Franzese, quien aseguró que a la huelga adhirió el SUTEAGA que lidera Raúl Alvarez.
Esta semana ambas organizaciones sindicales instalarán carpas de protesta frente a la embajada de Brasil, en Cerrito al 1.300, tal como ocurrió en el conflicto de abril.
Aunque la firma ratificó ayer que el grave diferendo gremial se originó en “la actitud de un grupo de empresas contratadas que no ha abonado los salarios y el aguinaldo como forma de presionar para obtener mejores condiciones comerciales”, los dirigentes sindicales responsabilizaron a la Quilmes por la situación.
Moyano y Franzese aseguraron que esas empresas “han sido contratadas por Quilmes”, por lo que desde el sindicato responsabilizaron a ambos sectores por “la situación”.

El conflicto se originó el jueves en la cadena de distribución de la Quilmes, en tanto Moyano señaló hoy que los trabajadores involucrados en el conflicto suman aproximadamente cuatro mil.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades