Kichner lanzó el programa “el hambre más urgente” y criticó a los grupos de poder

El presidente afirmó que "hay pequeños grupos que vienen muy mal acostumbrados" en el país, al que imponían sus intereses, y mencionó entre ellos "al establishment y a las empresas privatizadas".

7 julio, 2003

Además, Kirchner criticó al “establishment” por cuestionar al
Gobierno a raíz de una supuesta “falta de claridad” en la
implementación de las políticas económicas, y les advirtió que “se
queden tranquilos” sobre el “rumbo” que tomará el país.

El jefe de Estado se pronunció de esa manera al poner
formalmente en marcha el programa social “El hambre más urgente”,
en un acto realizado en la Casa de Gobierno.

Kirchner, embistiendo contra los empresarios y las firmas
privatizadas, sostuvo que están “muy mal acostumbrados” por
haberse instrumentado en el país políticas económicas que sólo los
favorecen a “ellos, a pequeños grupos y a sectores políticos”.
Según sostuvo, “durante años” esos grupos “estuvieron
trabajando sobre las espaldas de todos los argentinos”.

Durante el acto que encabezó esta mañana en el Salón Blanco de
la Casa de Gobierno, Kirchner estuvo junto a la ministra de
Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y a los impulsores de la
iniciativa popular que permitió recolectar 1.600.000 firmas para
poner en marcha un programa destinado a asistir a chicos de hasta
cinco años de edad y a las madres embarazadas.

En presencia de Fernán Saguier, del periodista Luis Majul y de
Horacio Rodríguez Larreta, impulsores de la iniciativa, Kirchner
dijo: “si ustedes miran y analizan muchas opiniones de algunos
empresarios, algunos sectores del establishment, de las empresas
privatizadas, cuando dicen que muchas veces en Argentina falta
determinar cuáles van a ser con claridad las politicas económicas
que vamos a implementar, se dan cuenta de que vienen muy mal
acostumbrados”.

En esa línea, dijo que “están acostumbrados a implementar las
políticas económicas que ellos necesitan y que ellos quieren,
pequeños grupos y sectores del poder en el país, que durante años
estuvieron trabajando sobre las espaldas de todos los
argentinos”.

Recordó que a esos sectores no los escuchó “hablando del
hambre” ni de la “tremenda pobreza que tienen muchos argentinos”.
“Nos los escuché hablar de la falta de trabajo, no los escuché
hablar de muchas cosas que pasan en el interior de Argentina”,
afirmó.

De inmediato, precisó: “Que se queden tranqilos, nosotros
sabemos hacia dónde tenemos que orientar económicamente y
productivamente al país”, y agregó que el Gobierno va a ir “dando
paso a paso con absoluta y total independencia”.

“Vuelvo a repetir lo del primer día: no vine ni vinimos a dejar
nuestras convicciones en la puerta de entrada de la Casa Rosada,
esta vez tengan la seguridad de que marcharemos fuertemente con
las convicciones, con las ideas, con la visión del país que
tenemos”, enfatizó.

El presidente sostuvo además que el programa puesto en marcha
hoy “tiene que llegar a todos los sectores”.

“Nosotros, los dirigentes políticos, los que representamos a
los estados nacionales, provinciales y municipales, tenemos que
alejarnos de cualquier tentación clientelística, porque hace un
tremendo daño a las política sociales dicriminar o facturar lo que
el Estado hace como si fuera una actitud de benevolencia, cuando
el Estado debe tener presencia”.

Kirchner destacó la “valentía de las ONG y de los periodistas”
que impulsaron la medida, a quienes les adviritó: “les vuelvo a
tirar el guante” para que se pongan a trabajar en iniciativas
tendientes a terminar con el “trabajo infantil”.

El Presidente, además, señaló que “este plan es una iniciativa
loable que la Nación la tomó en su momento y la profundiza para
lograr su concreción”, y añadió que esto “marca con claridad
cuáles son las prioridades que debe tener la sociedad argentina”.
Durante la ceremonia, además de los integrantes del Gabinete
nacional, estuvo presente, entre otros invitados, la presidenta de
la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.

Además, Kirchner criticó al “establishment” por cuestionar al
Gobierno a raíz de una supuesta “falta de claridad” en la
implementación de las políticas económicas, y les advirtió que “se
queden tranquilos” sobre el “rumbo” que tomará el país.

El jefe de Estado se pronunció de esa manera al poner
formalmente en marcha el programa social “El hambre más urgente”,
en un acto realizado en la Casa de Gobierno.

Kirchner, embistiendo contra los empresarios y las firmas
privatizadas, sostuvo que están “muy mal acostumbrados” por
haberse instrumentado en el país políticas económicas que sólo los
favorecen a “ellos, a pequeños grupos y a sectores políticos”.
Según sostuvo, “durante años” esos grupos “estuvieron
trabajando sobre las espaldas de todos los argentinos”.

Durante el acto que encabezó esta mañana en el Salón Blanco de
la Casa de Gobierno, Kirchner estuvo junto a la ministra de
Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y a los impulsores de la
iniciativa popular que permitió recolectar 1.600.000 firmas para
poner en marcha un programa destinado a asistir a chicos de hasta
cinco años de edad y a las madres embarazadas.

En presencia de Fernán Saguier, del periodista Luis Majul y de
Horacio Rodríguez Larreta, impulsores de la iniciativa, Kirchner
dijo: “si ustedes miran y analizan muchas opiniones de algunos
empresarios, algunos sectores del establishment, de las empresas
privatizadas, cuando dicen que muchas veces en Argentina falta
determinar cuáles van a ser con claridad las politicas económicas
que vamos a implementar, se dan cuenta de que vienen muy mal
acostumbrados”.

En esa línea, dijo que “están acostumbrados a implementar las
políticas económicas que ellos necesitan y que ellos quieren,
pequeños grupos y sectores del poder en el país, que durante años
estuvieron trabajando sobre las espaldas de todos los
argentinos”.

Recordó que a esos sectores no los escuchó “hablando del
hambre” ni de la “tremenda pobreza que tienen muchos argentinos”.
“Nos los escuché hablar de la falta de trabajo, no los escuché
hablar de muchas cosas que pasan en el interior de Argentina”,
afirmó.

De inmediato, precisó: “Que se queden tranqilos, nosotros
sabemos hacia dónde tenemos que orientar económicamente y
productivamente al país”, y agregó que el Gobierno va a ir “dando
paso a paso con absoluta y total independencia”.

“Vuelvo a repetir lo del primer día: no vine ni vinimos a dejar
nuestras convicciones en la puerta de entrada de la Casa Rosada,
esta vez tengan la seguridad de que marcharemos fuertemente con
las convicciones, con las ideas, con la visión del país que
tenemos”, enfatizó.

El presidente sostuvo además que el programa puesto en marcha
hoy “tiene que llegar a todos los sectores”.

“Nosotros, los dirigentes políticos, los que representamos a
los estados nacionales, provinciales y municipales, tenemos que
alejarnos de cualquier tentación clientelística, porque hace un
tremendo daño a las política sociales dicriminar o facturar lo que
el Estado hace como si fuera una actitud de benevolencia, cuando
el Estado debe tener presencia”.

Kirchner destacó la “valentía de las ONG y de los periodistas”
que impulsaron la medida, a quienes les adviritó: “les vuelvo a
tirar el guante” para que se pongan a trabajar en iniciativas
tendientes a terminar con el “trabajo infantil”.

El Presidente, además, señaló que “este plan es una iniciativa
loable que la Nación la tomó en su momento y la profundiza para
lograr su concreción”, y añadió que esto “marca con claridad
cuáles son las prioridades que debe tener la sociedad argentina”.
Durante la ceremonia, además de los integrantes del Gabinete
nacional, estuvo presente, entre otros invitados, la presidenta de
la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.

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