¿Jubilaciones a la sueca?

El Gobierno impulsa una reforma del sistema previsional con el objetivo de ir hacia un modelo similar al que existe en Suecia, donde una cuenta registra toda la historia laboral de los ciudadanos y los fondos son administrados por el Estado.

26 septiembre, 2003

La iniciativa, impulsada por el secretario de Seguridad Social,
Alfredo Conte Grand, incluye un modelo de “cuentas virtuales”,
parecidas a las AFJP, pero sin dinero físico.

Cada persona tendría su cuenta, pero la plata no se acumula ni
se invierte, sino que el Estado la recauda y cada año pone los
fondos para pagar las prestaciones.
El Estado pagará jubilaciones proporcionales a los años
aportados, con un ingreso mínimo y otro máximo.

En este esquema, cuyo proyecto de ley terminaría de redactarse
hacia fin de año, las AFJP serán un complemento para los que
tienen mayor capacidad contributiva, posiblemente para los
salarios de 1.500 pesos en adelante.

El punto de partida es crear un sistema de capitalización
generalizado, donde cada ciudadano tendrá una cuenta que
registrará todos los movimientos a lo largo de su historia
laboral.

Si, como se espera, no habrá aportes obligatorios a las AFJP,
todo el dinero llegará al Estado, que lo utilizará para distintos
fines.

Entre esos fines podría incluirse desde pagar las jubilaciones
hasta financiar proyectos de infraestructura.

De acuerdo con los borradores de la iniciativa, cuando el
trabajador alcance la edad jubilatoria, la ANSeS contabilizará sus
años de aportes y le pagará en función de ellos de manera
proporcional.

El sistema, conocido como “cuenta nacional”, es utilizado en
Suecia e Italia.

En el sistema que está en estudio, la jubilación se calcularía
teninedo en cuenta lo sumado en la cuenta individual y no como
ahora, cuando se tiene en cuenta el nivel de aportes promedio de
los últimos diez años.

Se discute también si el sistema se complementaría con aportes
a entidades privadas, en forma de seguro de retiro o vida, que se
canalizaría a través de una AFJP, a partir de un techo en el nivel
de aportes, como régimen optativo.

Pero el “talón de Aquiles” de todo este sistema es el escaso
nivel de aportantes que tiene la Argentina, donde de los 9,3
millones de afiliados que tienen las AFJP sólo ingresan con
regularidad los fondos del 50 por ciento.

La iniciativa, impulsada por el secretario de Seguridad Social,
Alfredo Conte Grand, incluye un modelo de “cuentas virtuales”,
parecidas a las AFJP, pero sin dinero físico.

Cada persona tendría su cuenta, pero la plata no se acumula ni
se invierte, sino que el Estado la recauda y cada año pone los
fondos para pagar las prestaciones.
El Estado pagará jubilaciones proporcionales a los años
aportados, con un ingreso mínimo y otro máximo.

En este esquema, cuyo proyecto de ley terminaría de redactarse
hacia fin de año, las AFJP serán un complemento para los que
tienen mayor capacidad contributiva, posiblemente para los
salarios de 1.500 pesos en adelante.

El punto de partida es crear un sistema de capitalización
generalizado, donde cada ciudadano tendrá una cuenta que
registrará todos los movimientos a lo largo de su historia
laboral.

Si, como se espera, no habrá aportes obligatorios a las AFJP,
todo el dinero llegará al Estado, que lo utilizará para distintos
fines.

Entre esos fines podría incluirse desde pagar las jubilaciones
hasta financiar proyectos de infraestructura.

De acuerdo con los borradores de la iniciativa, cuando el
trabajador alcance la edad jubilatoria, la ANSeS contabilizará sus
años de aportes y le pagará en función de ellos de manera
proporcional.

El sistema, conocido como “cuenta nacional”, es utilizado en
Suecia e Italia.

En el sistema que está en estudio, la jubilación se calcularía
teninedo en cuenta lo sumado en la cuenta individual y no como
ahora, cuando se tiene en cuenta el nivel de aportes promedio de
los últimos diez años.

Se discute también si el sistema se complementaría con aportes
a entidades privadas, en forma de seguro de retiro o vida, que se
canalizaría a través de una AFJP, a partir de un techo en el nivel
de aportes, como régimen optativo.

Pero el “talón de Aquiles” de todo este sistema es el escaso
nivel de aportantes que tiene la Argentina, donde de los 9,3
millones de afiliados que tienen las AFJP sólo ingresan con
regularidad los fondos del 50 por ciento.

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