Japón: ¿una megafusión bancaria como síntoma de repunte?

Dos de las mayores entidades niponas, Mitsubishi Tokyo Financial Group (MTFG) y UFJ Holdings planean unirse. Contra lo que podría pensarse, eso ha sido recibido en el resto del mundo como signo de que el repunte tienen fundamentos.

19 julio, 2004

Usualmente, los infaltables observadores anglosajones habrían tachado el proyecto como forma de que dos bancas tambaleantes se apuntalasen entre sí. Que la reacción especializada haya sido la opuesta es una señal de confianza en la actual recuperación de la economía. No hace mucho, cuando las carteras de morosos e incobrables orillaban US$ 800.000 millones, los bancos se juntaban para absorber el impacto de tardíos pases a pérdidas. De hecho, MTFG y UFJ son productos de esas fusiones. Pero, a menudo, las reservas se diluían en salvar de la liquidación firmas “muertas en vida”, como la minorista Daiei.

En cuanto a lógica interna, tiene bastante sentido que MTFG, primer gigante en emerger de esa crisis (en el ejercicio 2003 volvió a dar utilidades) se fijase en UFJ. Era el menos fuerte de los cuatro más grandes y objeto casi obligado de cualquier fusión.

Ahora bien, como se pregunta el “Financial Times” ¿la idea es mejorar el desempeño conjunto o, simplemente, generar una entidad más grande? Esa pregunta lleva a otra: ¿no será otro arreglo a la japonesa para los problemas de UFJ? Ambas dudas remiten al reciente comunicado del Bank of Japan (central), donde se anuncia el fin de la larga recesión iniciada en 1990.

Desde que estalló la burbuja de activos –llegó a incluir el negocio financiero, el inmobiliario y hasta el de arte-, el emisor imperial mantuvo una cautela casi pesimista. Ahora, con dos trimestres cuyo crecimiento real alcanzó 6% en términos de producto bruto interno, la entidad se anima a pronosticar “mayor impulso en la reactivación”.

Por su parte, la calificadora Standard & Poor’s empezó julio elevándoles notas a varios bancos de envergadura –entre ellos, MTFG-, algo que no ocurría desde 1983. Como lo explica la agencia, “la deflación está más cerca de erradicarse que en los últimos veinte años”. Poco después, la Tankan (UIA nipona) detectaba aumento de la confianza entre pequeñas y medianas empresas, amén de los servicios. Esos tres segmentos fueron marginados en conatos de reactivación previos. El panel bursátil Nikkei 225, aunque todavía lejos de su propia burbuja (hace más de dos décadas), acumulaba 62% de alza entre mayo de 2003 y fines de junio último.

Según Akira Ariyochi, viceministro segundo de Hacienda, “esta recuperación es distinta. Ahora, empresas, bancos y consumidores parecen haber ingresado al mismo círculo virtuoso. Además, hay un repunte de la demanda real ausente en oportunidades anteriores. La abrupta caída en carteras en problemas prueba que los efectos del crac de 1990 han quedado atrás, luego de catorce años”. Juntos, la salida de bancarrotas y el repago de deudas empresarias ha reducido ese factor 30 a 40% desde el pico. La situación ha vuelto a mediados de los 80”.

Pero, advierten analistas occidentales, el país ha vivido ya estos cambios de clima y ha cantado victoria antes de tiempo. Por ende, “sería mejor esperar hasta el fin del ejercicio 2004 (cierre en febrero próximo)”, recomienda Robert Feldman, de Morgan Stanley Tokyo. “El fenómeno actual –admite- parece diferente, pero…” Sin embargo, reconoce que la drástica limpieza de malas carteras “genera confinza en el nuevo proceso”.

Aun sectores tan lentos cono siderurgia, papel y equipos de construcción entran en auge, si bien gracias a la demanda china. Acá surge otra fuente de dudas, porque Beijing está tratando de enfriar su propio auge económico. Pero aun esto tiene una contrapartida: si el Fondo Monetario y la Reserva tienen razón y la política cambiara de varios países en la zona (Taiwán, Surcorea, Malasia, Tailandia, Singapur) desata un proceso inflacionario, Japón sacará partido porque su problema dominante ha sido la deflación.

Usualmente, los infaltables observadores anglosajones habrían tachado el proyecto como forma de que dos bancas tambaleantes se apuntalasen entre sí. Que la reacción especializada haya sido la opuesta es una señal de confianza en la actual recuperación de la economía. No hace mucho, cuando las carteras de morosos e incobrables orillaban US$ 800.000 millones, los bancos se juntaban para absorber el impacto de tardíos pases a pérdidas. De hecho, MTFG y UFJ son productos de esas fusiones. Pero, a menudo, las reservas se diluían en salvar de la liquidación firmas “muertas en vida”, como la minorista Daiei.

En cuanto a lógica interna, tiene bastante sentido que MTFG, primer gigante en emerger de esa crisis (en el ejercicio 2003 volvió a dar utilidades) se fijase en UFJ. Era el menos fuerte de los cuatro más grandes y objeto casi obligado de cualquier fusión.

Ahora bien, como se pregunta el “Financial Times” ¿la idea es mejorar el desempeño conjunto o, simplemente, generar una entidad más grande? Esa pregunta lleva a otra: ¿no será otro arreglo a la japonesa para los problemas de UFJ? Ambas dudas remiten al reciente comunicado del Bank of Japan (central), donde se anuncia el fin de la larga recesión iniciada en 1990.

Desde que estalló la burbuja de activos –llegó a incluir el negocio financiero, el inmobiliario y hasta el de arte-, el emisor imperial mantuvo una cautela casi pesimista. Ahora, con dos trimestres cuyo crecimiento real alcanzó 6% en términos de producto bruto interno, la entidad se anima a pronosticar “mayor impulso en la reactivación”.

Por su parte, la calificadora Standard & Poor’s empezó julio elevándoles notas a varios bancos de envergadura –entre ellos, MTFG-, algo que no ocurría desde 1983. Como lo explica la agencia, “la deflación está más cerca de erradicarse que en los últimos veinte años”. Poco después, la Tankan (UIA nipona) detectaba aumento de la confianza entre pequeñas y medianas empresas, amén de los servicios. Esos tres segmentos fueron marginados en conatos de reactivación previos. El panel bursátil Nikkei 225, aunque todavía lejos de su propia burbuja (hace más de dos décadas), acumulaba 62% de alza entre mayo de 2003 y fines de junio último.

Según Akira Ariyochi, viceministro segundo de Hacienda, “esta recuperación es distinta. Ahora, empresas, bancos y consumidores parecen haber ingresado al mismo círculo virtuoso. Además, hay un repunte de la demanda real ausente en oportunidades anteriores. La abrupta caída en carteras en problemas prueba que los efectos del crac de 1990 han quedado atrás, luego de catorce años”. Juntos, la salida de bancarrotas y el repago de deudas empresarias ha reducido ese factor 30 a 40% desde el pico. La situación ha vuelto a mediados de los 80”.

Pero, advierten analistas occidentales, el país ha vivido ya estos cambios de clima y ha cantado victoria antes de tiempo. Por ende, “sería mejor esperar hasta el fin del ejercicio 2004 (cierre en febrero próximo)”, recomienda Robert Feldman, de Morgan Stanley Tokyo. “El fenómeno actual –admite- parece diferente, pero…” Sin embargo, reconoce que la drástica limpieza de malas carteras “genera confinza en el nuevo proceso”.

Aun sectores tan lentos cono siderurgia, papel y equipos de construcción entran en auge, si bien gracias a la demanda china. Acá surge otra fuente de dudas, porque Beijing está tratando de enfriar su propio auge económico. Pero aun esto tiene una contrapartida: si el Fondo Monetario y la Reserva tienen razón y la política cambiara de varios países en la zona (Taiwán, Surcorea, Malasia, Tailandia, Singapur) desata un proceso inflacionario, Japón sacará partido porque su problema dominante ha sido la deflación.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades