La gestión del nacionalista Abe abundó en gestos patrióticos que irritaron a chinos y coreanos. Pero lo peor fue una serie de escándalos, fomentados en parte por los dueños reales del partido demoliberal (PDL), que terminó en la caída de cuatro ministro, el suicidio de uno y la renuncia de Abe mismo.
Pero, como apuntan los observadores, Fukuda no tiene mayoría en el senado, señal de que el largo predominio oficialista declina. Eso le creará problemas para manejar la tercera economía mundial, luego de la Unión Europea y Estados Unidos. El nuevo presidente del PDL consiguió 527 votos contra los 197 de Taro Aso, hasta ahora canciller. En realidad, es una victoria de Junichiro Koizumi (“premier” anterior al dimitente) sobre Abe.
Por supuesto, Fukuda anunció una gestión orientada a los mercados, no tanto a la economía real. Justamente mientras, en EE.UU y la Eurozona, tambalea la ortodoxia monetarista. Pero, tras la histórica derrota electoral de julio, parece difícil que el futuro jefe de gobierno pueda imitar a Koizumi y sus duras reformas, que la población en general resiste.
“Los cinco años de ortodoxia de Koizumi pesan más en la gente que el año de escándalos protagonizado por Abe”, señalan analistas en Hongkong y Singapur. “Especialmente, porque el fantasma de la recesión no logró ser aventado por uno nil otro”. Sin un senado dispuesto a acompañar nuevas reformas estilo Koizumi, puede haber presiones para adelantar los comicios generales de 2009.
En materia política, Tokio deberá resolver si sigue asistiendo militarmente a las flotas norteamericanas en el Pacífico y, sobre todo, en el golfo Pérsico. Este asunto se inscribe en la decadencia de George W.Bush y su gobierno, que dificulta permanecer ocupando Irak y Afganistán.
La gestión del nacionalista Abe abundó en gestos patrióticos que irritaron a chinos y coreanos. Pero lo peor fue una serie de escándalos, fomentados en parte por los dueños reales del partido demoliberal (PDL), que terminó en la caída de cuatro ministro, el suicidio de uno y la renuncia de Abe mismo.
Pero, como apuntan los observadores, Fukuda no tiene mayoría en el senado, señal de que el largo predominio oficialista declina. Eso le creará problemas para manejar la tercera economía mundial, luego de la Unión Europea y Estados Unidos. El nuevo presidente del PDL consiguió 527 votos contra los 197 de Taro Aso, hasta ahora canciller. En realidad, es una victoria de Junichiro Koizumi (“premier” anterior al dimitente) sobre Abe.
Por supuesto, Fukuda anunció una gestión orientada a los mercados, no tanto a la economía real. Justamente mientras, en EE.UU y la Eurozona, tambalea la ortodoxia monetarista. Pero, tras la histórica derrota electoral de julio, parece difícil que el futuro jefe de gobierno pueda imitar a Koizumi y sus duras reformas, que la población en general resiste.
“Los cinco años de ortodoxia de Koizumi pesan más en la gente que el año de escándalos protagonizado por Abe”, señalan analistas en Hongkong y Singapur. “Especialmente, porque el fantasma de la recesión no logró ser aventado por uno nil otro”. Sin un senado dispuesto a acompañar nuevas reformas estilo Koizumi, puede haber presiones para adelantar los comicios generales de 2009.
En materia política, Tokio deberá resolver si sigue asistiendo militarmente a las flotas norteamericanas en el Pacífico y, sobre todo, en el golfo Pérsico. Este asunto se inscribe en la decadencia de George W.Bush y su gobierno, que dificulta permanecer ocupando Irak y Afganistán.